Pablo Pérez
EL
PETROLEO: HERRAMIENTA QUE GARANTIZA
SEGURIDAD SOCIAL INTEGRAL A TODOS LOS
VENEZOLANOS
La
dramática situación actual
Cuando analizamos la situación actual
de la Industria Petrolera Nacional -IPN- llegamos a una inmediata conclusión:
su estado es crítico y en continuo deterioro en lo operacional (producción,
refinación e infraestructura), técnico, financiero, recursos humanos, jurídicos
y comerciales, lo cual se refleja, entre otros aspectos, en la alta siniestralidad
que ha registrado durante la actual administración.
Ello afecta ampliamente el desarrollo
económico de toda la nación, en perjuicio de los recursos destinados a los
planes sociales del Estado, ya que el petróleo es y seguirá siendo por mucho
tiempo el principal motor del desarrollo y generador de nuestros ingresos.
Además, las inversiones en petróleo y
gas han sido insuficientes para garantizar y transformar una extraordinaria
ventaja comparativa en industria productiva. Venezuela es el país que produce
menos petróleo y gas, y por lo tanto ingresos en relación con sus reservas.
De acuerdo a informes confiables, tanto
de la Agencia Internacional de Energía como de la OPEP, Venezuela estaría hoy
extrayendo 2.3 millones de barriles diarios (mbd), muy por debajo de la
producción de 2002 (3.5 mbd), y menos aún de lo previsto en el Plan de Negocios
de PDVSA que estipulaba que para esta fecha (2011) deberíamos estar produciendo
6 millones de barriles diarios.
Perdimos
ingresos necesarios para la inversión
Con esta cifra quiero enfatizar la
preocupación de que PDVSA por la declinación
en los volúmenes de producción y mala operación de su sistema de refinación
se ha visto obligada a gastar en los últimos años más de 30.000 millones de
dólares anuales en compra de crudos y productos para satisfacer
sus necesidades y suministro propio y a terceros.
Por el lado de los ingresos la
situación es igualmente negativa. Si partimos del total de ingresos brutos
reportados por PDVSA -Informe del
Ministerio de Energía y Petróleo-, durante el período 1999-2010, se obtuvieron
por concepto petrolero 865.359 millones de dólares. Si se hubiese mantenido el
plan de inversión y producción planificado, aun asumiendo un incremento en la
producción del 70% de lo previsto, en ese mismo período (1999-2010) los
ingresos petroleros hubiesen alcanzado 1 billón 300 mil millones de dólares.
Tal diferencial por concepto de
ingresos petroleros pudo haberse invertido en el mejoramiento de la capacidad
productiva de la propia Industria, en la diversificación económica del país y
en programas sociales en las áreas de educación, salud, seguridad ciudadana,
servicios básicos y planes de desarrollo y seguridad social integral ((pasivos laborales,
pensiones y jubilaciones, HCM.) perdurables en el tiempo.
Aparte de la caída de la producción y
de los ingresos, es menester mencionar el efecto negativo del deterioro en el
mantenimiento de toda la infraestructura sobre la cual se apoya la producción,
la refinación y el transporte, así como su impacto negativo sobre la actividad
comercial.
Todo ello ha perjudicado a las
comunidades, empresas privadas nacionales conexas, de servicios y de
proveedores, así como el consecuente daño a la generación de empleos y
desarrollo industrial en todas las regiones del país.
Qué
haremos en nuestro Gobierno de unidad
Primera
decisión: Cumpliré lo dispuesto en el artículo 303 de nuestra Constitución
Nacional: el Estado conservará la totalidad de las acciones de Petróleos de
Venezuela, S.A.
Segunda Decisión: Aseguraré la continuidad
operacional y optimizaré la cartera comercial de la IPN, con el propósito de
evitar interrupciones y restablecer la confianza en la Empresa, el país y el
estado de derecho.
Tercera
decisión: Ordenaré auditorías técnicas y financieras para establecer
con precisión el estado operacional comercial, financiero y jurídico de la
Empresa. Se hará necesario revisar los esquemas legales vigentes que guían la
industria; todo con el propósito de re-estructurar la industria y otorgarle la
flexibilización de arreglos institucionales, sacarla de la minusvalía en que se
encuentra y recuperar su credibilidad en beneficio del país.
Estas auditorías harán especial énfasis
en:
A.
Evaluación de los convenios existentes
y los nuevos proyectos en la Faja del Orinoco, gas y
costa afuera.
B.
Evaluación de los
convenios y precios en el mercado interno, y eliminación
del
contrabando de extracción
C.
Revisión y optimización de la cartera
comercial de exportación, así como los convenios de compra de crudo y productos
a terceros destinados a complementar el déficit existente en nuestros
suministros, con especial atención para los convenios geopolíticos e
ideológicos con el propósito de recuperar mercados más rentables.
Estas auditorías conllevarán a la
realización de mesas de trabajo sobre productividad,
sinergias con distintas compañías especializadas, organizaciones empresariales
y de trabajadores, colegios profesionales, universidades y centros de
investigación y personal ex -PDVSA.
Cuarta
decisión: Daré instrucciones para de inmediato recuperar e
incrementar el nivel de producción, con esfuerzos directos propios así como con
el concurso de terceros en las áreas tradicionales existentes. Las necesidades
de la industria petrolera superan la capacidad de ejecución de cualquier
operadora individual.
Esto se hará sin paralizar las
operaciones de los proyectos de la Faja, en los cuales procederemos a una
jerarquización de activos con mayor rentabilidad, a una ampliación de
tratamientos con mejoradores de crudo mediante convenios, a la disposición del
coque petrolero para su uso interno y exportación a la industria eléctrica, y a
considerar el retomar la producción y venta de Orimulsión.
Es precisamente en la Faja donde existe
el gran potencial de crecimiento de producción, pero a la vez el mayor reto en
lo que respecta a inversión y tecnologías necesarias para su explotación y
comercialización.
Para el 2008 existían en Venezuela 17
mil 637 pozos petroleros cerrados pero capaces de producir. Probablemente hoy
lleguen a más de 20 mil pozos inactivos. Si asumimos que un porcentaje
importante de estos pozos (50%), puede ser reactivado, calculando un promedio
de 150/200 barriles diarios por pozo y optimizando los convenios a los
estrictamente rentables, será factible alcanzar, de manera gradual y sostenida,
un incremento de la producción petrolera nacional en cerca de 2 millones de barriles diarios al
mediano plazo.
Es
menester que en este programa de aumento de la producción y, sobre todo,
de optimización de ingresos petroleros, se evalúen los alcances del
precio de los combustibles en el mercado interno, de los
convenios, condiciones y precios de venta de crudo a Cuba, Petrocaribe, Acuerdo
de Caracas, Convenios de Cooperación con China. Se estima que por estos
mecanismos Venezuela deja de cobrar en efectivo y/o no ingresan al flujo de
caja de la empresa estatal lo equivalente a 1.2 millones de
barriles diarios. Es también preocupante
la deuda actual de PDVSA de más de 30.000 millones de dólares, lo cual
comprometen el futuro financiero de la industria.
Lo anterior requerirá, por una parte,
solventar aspectos legales que garanticen las inversiones privadas y, por la
otra la simplificación de muchos procesos, especialmente los de importación y
contratación de equipos con nuevas tecnologías.
Nuestros planes y proyectos de aumento
de la producción y defensa de los precios petroleros los haremos dentro del
marco de entendimiento y cooperación con nuestros socios de la Organización de
Países Exportadores de Petróleo, OPEP.
En mi gobierno pondremos énfasis a las
acciones tendentes a captar recursos financieros para cubrir las inversiones
requeridas (propias y de terceros), para adquirir las tecnologías de punta con
empresas venezolanas en asociación con empresas de otros países y a promover el
capital humano de carrera, el que salió de la industria y del país, así como el
proveniente de la propia PDVSA, gremios, universidades, escuelas técnicas y
sindicatos. Todos, sumando esfuerzos sin distingos de ninguna índole.
La reactivación de la producción, las
actividades de recuperación y construcción de nuevas infraestructuras de
producción, refinación, terminales de embarque, oleoductos, gasoductos y
transporte, la utilización de las reservas de gas, el rediseño del parque
refinador y la promoción de la petroquímica, en el marco de la preservación del
medio ambiente, conllevarán, todos en conjunto, a una importante generación de
empleos dentro de la propia industria.
Igual capacidad de oferta de nuevos
empleos ocurrirá en las actividades colaterales de la industria, tales como
talleres, hoteles, comercio, restaurantes, banca, entre otros, en los 170
municipios petroleros y gasíferos del país.
Quinta
decisión: En la importante área de capacitación y captación de
recursos humanos, daré instrucción para la inmediata reactivación del Centro Internacional de Educación y Desarrollo
-CIED-, con un nuevo enfoque de calidad global, competitivo a favor de
las nuevas generaciones de profesionales venezolanos.
También ordenaré la revisión y
adecuación del Instituto de Tecnología Venezolana Petrolera -INTEVEP- a las necesidades
tecnológicas de PDVSA y a la implementación de acuerdos de cooperación con
universidades e institutos tecnológicos del país y del extranjero.
Sexta
decisión: Acometida la tarea de recuperación productiva de los pozos
inactivos, tendremos un ingreso anual adicional por concepto de regalías,
impuesto sobre la renta y dividendos de aproximadamente 17 mil 500 millones de
dólares (2 mbd x 80$/b x 30% x 365 días).
Esto, sin contar los ingresos al sincerar
con objetividad y equidad el mercado interno, eliminar el contrabando de
extracción, mejorar el plantel de refinación, el ahorro por aumento de la eficiencia
operacional en la industria, la revisión del paquete de exportación con
criterios de rentabilidad y al promover el crecimiento en la Faja del Orinoco.
“Petróleo para la Seguridad
Social Integral”
Procederíamos de la siguiente manera:
A.- Toda contribución al Estado por la
explotación y comercialización petrolera (regalía, impuesto sobre la renta, dividendos),
ingresará al Fisco Nacional a través del Banco Central de Venezuela, de manera
de preservar la transparencia y la Unidad del Tesoro.
B.- Para calcular la contribución anual del petróleo al
fisco nacional se tomara como referencia la tendencia de los precios de los
últimos años, las estimaciones del Ministerio de Energía y Petróleo, en
conjunto con PDVSA, el BCV, la OPEP, y la Agencia Internacional de Energía, así
como también, el volumen exportado en ese mismo período.
C.- Del total del ingreso fiscal de la
República, la Asamblea Nacional considerará la aprobación en la ley Anual del Presupuesto
de la Nación lo correspondiente al financiamiento del “Fondo Único de Estabilización y Desarrollo Económico y Social”, el cual, a su vez, permitirá atender la
volatilidad cíclica de los ingresos petroleros. Al mismo tiempo, la Asamblea
Nacional considerará la aprobación del “Programa
Petróleo para la Seguridad Social
Integral”.
D.- De esta manera Venezuela tendrá, en
mi gobierno de Unidad Nacional, total transparencia en los ingresos y aportes
petroleros al fisco nacional, así como también en el gasto público destinado a
superar con eficiencia el deterioro actual de la producción y el empleo
nacional, y elevar la calidad de vida de los venezolanos.
F.- El Programa Petróleo para la
Seguridad Social Integral de los Venezolanos, si bien tendrá en el mediano y
largo plazo una cobertura amplia en planes de salud, educación, becas,
capacitación para el empleo, vivienda, alimentación, entre otros, de inmediato
y en una primera etapa se ocupará primordialmente de atender el grave problema
de las pensiones y jubilaciones.
E.- El Programa Petróleo para la
Seguridad Social Integral de los Venezolanos se nutrirá adicionalmente con las cotizaciones
obligatorias de la seguridad social por parte de los aportes de los empleadores
y los trabajadores.
Por todo ello proponemos la creación,
dentro del Presupuesto de la Nación y fuera del ámbito operacional y comercial
de PDVSA, del Programa “Petróleo para la
Seguridad Social Integral”, con el propósito de eliminar la incertidumbre y
la discrecionalidad fiscal en la redistribución del ingreso nacional, y atender
la deuda social de la Nación con sus ciudadanos.
Dueños
de nuestra riqueza petrolera
Con estas medidas mi gobierno hará realidad y de manera
simultánea la definitiva recuperación de nuestra industria petrolera nacional y
el disfrute de manera directa y tangible por parte de todos los venezolanos de un
recurso que les es suyo: el petróleo y el gas.
¿Y qué mejor inversión de la riqueza
petrolera que a través del mecanismo de garantizarle a todos, sin distingos
sociales, económicos o políticos, una Seguridad Social Integral, oportuna y de
alta calidad?
Tanto en la Constitución de 1999 como
en la Ley Orgánica de Hidrocarburos del 2006, se contempla que los ingresos que
reciba la Nación propenderán a financiar la salud, educación, formación de
fondos de estabilización macroeconómica y la inversión productiva.
Estoy invitando a los
especialistas en petróleo, finanzas públicas, seguridad social integral,
trabajadores, empresarios y legisladores a participar en la toma y ejecución de
estas decisiones de justicia social, para que ellas gocen del mayor consenso
nacional.
¿Por qué Pablo Pérez?
Pablo Pérez
es un capacitado joven político
venezolano de origen humilde, representante de las nuevas generaciones. En
su vida pública siempre ha superado las dificultades, siempre cercano a la
gente y trabajando de la mano del pueblo.
Es un líder con fuerza, que trabaja sin
descanso para ofrecernos un mejor
presente y un futuro seguro. Su ascenso a la Presidencia de la Republica
significará nuevas oportunidades para
todos: tiene como propósitos centrales atacar la inseguridad personal y el
desempleo, así como luchar contra la
pobreza, impulsando la descentralización y la reactivación económica en un
ambiente de paz y armonía.
Llegó a la
Gobernación del Zulia después de haber dirigido los programas sociales y
ambientales del estado y ejercer la Secretaría General de Gobierno. Como
Gobernador ha formulado y ejecutado políticas de alto contenido social con
visión nacional, otorgando más de 80.000
becas a estudiantes universitarios sin exclusión, sin distingo ideológicos,
sin preguntar por militancia política alguna. Ha construido en el estado Zulia
más de 4.000 nuevas viviendas y 71 modernas y bien dotadas escuelas, en
apenas dos años. Igualmente, ha impuesto la modernización de la lucha
contra la inseguridad personal, a pesar de no contar con recursos y apoyo del
Gobierno Nacional.
Pablo
representa el cambio seguro que
Venezuela necesita, pues su prioridad siempre ha sido y será solucionar los problemas de la gente,
cumplir su compromiso con la juventud
venezolana y con las madres de
familia que hoy se sacrifican por el porvenir de sus hijos, así como
desarrollar un moderno y eficiente esquema de seguridad social para todos los
venezolanos.
Pablo es un gran trabajador, está preparado para gobernar y la gente le
reconoce su gran capacidad de oír la
opinión de los demás, la de los que difieren de él y, sobre todo, la de los
que menos tienen. Es ejemplo de cómo gobernar sin excluir y en diálogo con
todos los sectores. Pablo es un líder de
equipo que sabe decidir, está
centrado en que las cosas ocurran, que los compromisos se cumplan y se hagan.
Representa la fuerza de la unidad..!
Con una visión integral de las realidades políticas
y de los problemas de toda Venezuela, el liderazgo de Pablo fue decisivo
para el triunfo a nivel nacional en las pasadas elecciones parlamentarias, al
lograr que 13 diputados del Zulia
fueran electos a la Asamblea en representación de la Alternativa Democrática.
Pablo tiene
muy claro los objetivos de su lucha, por eso con su firme y fuerte liderazgo
siempre repite: “Mis enemigos son la
pobreza, la inseguridad, el desempleo, la corrupción y la impunidad y, para
derrotarlos, tengo un Plan, tengo soluciones concretas y un equipo muy bien
preparado.”