Coyuntura
2 de septiembre de 2009
La ofensiva antidemocrática alcanza niveles inauditos pero encuentra una resistencia que no se doblega. Se insiste en criminalizar la protesta; se quiere hacer creer que todo aquel que manifiesta está violando la ley, está guarimbeando, desestabiliza al país, quiere tumbar al gobierno. No importa que la protesta sea pacífica, no importa que sean trabajadores o amas de casa, enfermeras u obreros, estudiantes o periodistas, en Caracas o en San Cristóbal. Los agredidos son presentados como agresores, los agresores como agredidos.
Quieren amedrentarnos, que nos rindamos. Quieren provocarnos. Quieren sobre todo que desistamos del camino democrático que hemos venido construyendo; quieren que caigamos en el peine de la violencia; en la trampa de la polarización. Quieren que otra vez nos concentremos en “Chávez vete ya” y nos olvidemos de los problemas concretos que afectan a las grandes mayorías y que cada vez son más agudos: la inflación, la inseguridad, el estado del sistema de salud pública, la crisis económica, el desempleo.
La “justicia roja”
Ya no disimulan nada. El procedimiento es simple: el fiscal del ministerio público inventa cargos contra los detenidos arbitrariamente, y el juez (o la jueza), complacientes, desestiman o desconocen las pruebas que presenta la defensa, y aprueba juicio con privación de libertad. Mientras los agresores a los periodistas de la Cadena Capriles se encuentran en libertad, los trabajadores de la alcaldía mayor fueron enviados a la cárcel sin contemplaciones, al prefecto de Richard Blanco se le envía a la cárcel de Yare; a los comisarios Simonovis, Vivas y Forero se les condena a 30 años sin ningún tipo de beneficios procesales.
La Fiscal General de la República amenazó en un programa de radio: “quienes alteren la tranquilidad y la paz pública para producir inestabilidad de las instituciones, desestabilizar el gobierno, que atenten contra el sistema democrático vamos a solicitarle el enjuiciamiento no solo a los autores materiales sino también a los intelectuales. Estos serán investigados y enviados a juicio”. Señaló que el artículo 143 del Código Penal establece que las situaciones como las vividas en la marcha del sábado 22 de agosto, podrían constituirse como rebelión civil, con penas entre 12 y 24 años de prisión.
La época en que los dictadores militares torturaban, asesinaban, desaparecían e ilegalizaban a los disidentes para defender a los Estados del enemigo interior y exterior parece que pasó, al menos en este continente. Aquí emplean otros métodos, con fachada “legal”; la dictadura de la justicia hecha a la medida del caudillo, ahora se usan otro tipo de esbirro.
Las divergencias internas se intensifican.
Las divergencias de psuvistas con respecto a la gestión del gobierno se incrementan ante tantas tropelías e incapacidad. Son conocidas las amplias divergencias del exrector de la UCV Luis Fuenmayor con respecto a la recién aprobada Ley Orgánica de Educación, sobre todo en el tema universitario. En materia económica, Víctor Álvarez, exministro de Industrias Básicas y expresidentes de Bancoex, expresó a el Mundo:“…el modelo socialista es inviable si sigue por este camino…tenemos un dólar prácticamente regalado… se ha entronizado una tendencia importadora… ha inhibido el desarrollo agropecuario… el manejo cambiario es la mayor expresión de la cultura rentista.” El Mundo, 31-8-2009.
El diputado Tirso Pinto del PSUV, refiriéndose al problema de la salud publica, en declaraciones a El Universal (30-8-2009) afirmó, entre otras perlas: “la salud no es prioridad ni para el gobierno ni para el parlamento”. Sobre el hospital Vargas: “allí hay empresas a las que se le dieron los recursos para arrancar los trabajos y no lo hicieron, se fueron, y olímpicamente se sustituyeron con otras”. “La salud pública se ha convertido en un lucrativo negocio”. “Son muchas las razones que demuestran que la salud no es importante, entre ellas está la Ley de Salud, la cual tampoco ha sido incluida en la agenda de este año”. “En un momento, Barrio Adentro tuvo una gran pegada, fue una vitrina para el mundo pero hoy no podemos decir lo mismo…”.
Por último, Vladimir Villegas, destacado periodista, exviceministro en Relaciones Exteriores, desde el cierre de las 34 estaciones de radio no ha cesado en sus juicios críticos sobre la política oficial en materia de libertad de expresión, sindical y laboral, sobre las intervenciones de la Fiscal, y sobre las arbitrarias actuaciones judiciales contra los manifestantes.
Mientras tanto…
El presidente, luego de Unasur, se va, de nuevo, de viaje por ¡¡once días!! Tiene derecho a descansar unos días, a cambiar de ambiente, a buscar aplausos de sus amigos en África, Asia y Europa: Celebrará el 40 aniversario en el poder de Gadafi, el dictador de Libia; fortalecerá las relaciones con los gobiernos de Nigeria, Malí y Mauritania, visitará Argelia, Irán y Bielorusia; ¡todas actividades de gran importancia para enfrentar los problemas del país!!
Mientras más agrede y reprime logra un efecto altamente indeseable para su proyecto; logra que los trabajadores se unan en defensa de sus derechos; logra que los partidos se integren cada día más y reaccionen al unísono en contra de las pretensiones de acabar con la protesta e imponer su hegemonía; logra que se intensifique el proceso de desgaste. Este sábado 5 se demostrará de nuevo la voluntad mayoritaria de defender las libertades democráticas, el derecho a protestar, la libertad de expresión y la libertad de prensa.
MG/ Caracas, 2 de septiembre de 2009.
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