lunes, 2 de noviembre de 2009

VENEZUELA EN LA PRENSA MUNDIAL


EL MUNDO(MADRID): Caracas denuncia otro 'complot'

El vicepresidente venezolano, Ramón Carrizález, aseguró ayer que nueve colombianos asesinados por desconocidos cerca de la frontera con Colombia eran «paramilitares», que se entrenaban en la zona para luego «infiltrarse» en Caracas y otras ciudades como parte de un plan desestabilizador, según Efe. Ese presunto plan de «infiltración paramilitar» formaría parte del «ataque sistemático» de Colombia y Estados Unidos contra Venezuela, el cual, añadió, tiene como otros elementos el presunto espionaje colombiano en Venezuela y los renovados acuerdos militares de Bogotá y Washington. «Se está materializando la amenaza de Colombia y el imperio contra Venezuela, y nosotros también nos estamos preparando para defender el territorio, para asegurar la soberanía», declaró Carrizález en el programa dominical del ex vicepresidente y periodista José Vicente Rangel. El asesinato -la semana pasada en el lado venezolano de la frontera con Colombia- de nueve colombianos, un peruano y un venezolano a manos de un grupo armado no identificado aún, se trató de un asunto entre paramilitares del vecino país, dijo. «El grupo paramilitar estaba siendo entrenado y consolidado con otro objetivo, que hasta el momento no hemos podido descifrar». Secuestrados el pasado día 11 de octubre cuando jugaban un partido de fútbol en una zona del estado fronterizo de Táchira, sus cadáveres fueron hallados 13 días después. «Supuestamente se mantenían vendiendo maní, pero llevaban un nivel de vida que no se correspondía con este tipo de actividad», concluyó el vicepresidente.


EL PAÍS: Asesinado un jefe de la policía de Caracas

Un jefe policial y coordinador del plan Caracas Segura, en el oeste de la capital venezolana, fue asesinado el sábado por la noche por unos asaltantes que le despojaron de su arma y del vehículo, según informaron ayer medios locales. El comandante de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB) Delio Hernández fue asaltado cuando se dirigía a su puesto de mando, ubicado en La Pastora, en el oeste caraqueño, de acuerdo a informaciones facilitadas por la cadena Unión Radio de Caracas. Las informaciones no precisaron el número de atacantes que actuaron contra el coordinador del operativo Caracas Segura. Las mismas fuentes periodísticas indicaron que a Hernández, de 36 años, le fue sustraída la camioneta en la que se desplazaba y su arma, de calibre "nueve milímetros".


LA VOZ DE GALICIA: La impunidad dispara las tasas de homicidios en la Venezuela chavista

Julio Á. Fariñas

De enero a octubre de este año fueron cometidos más de 14.000 asesinatos, 1.500 de ellos en Caracas El número de muertes violentas se ha triplicado en la última década, bajo el mandato de Chávez Sesita Vecoña Otero, una gallega de 62 años que regentaba una pequeña cadena de hoteles rápidos en Caracas, fue asesinada el 28 de noviembre del año pasado de dos tiros cuando dormía en uno de sus hoteles. Los sicarios que acabaron con su vida y los presuntos inductores del crimen fueron detenidos tres meses después por la policía venezolana. El crimen de Sesita forma parte de ese 7% que según los expertos en criminología venezolanos acaban siendo esclarecidos. El 93% quedan impunes. Esa impunidad es una de las claves que explican por qué las tasas de violencia y la criminalidad se han disparado en Venezuelahasta llegar a triplicarse en la última década, desde la llegada de Hugo Chávez al poder. Cuantificar con precisión el número de muertes violentas en Venezuela se ha convertido en una tarea casi imposible porque el Gobierno ha suprimido la difusión de estadísticas. Los datos que se manejan son los que obtienen los medios de comunicación y las organizaciones no gubernamentales a las puertas de las morgues. Los disponibles son escalofriantes. Solo en el depósito caraqueño de Bello Monte, en los ocho últimos fines de semana, ingresaron un total de 414 cadáveres. Fueron muertes violentas registradas en Caracas y en su área metropolitana, según datos facilitados por la oenegé de derechos humanos Vive. A esta cifra hay que sumar las del resto de la semana, con lo que son ya más de 1.500 muertos en lo que va de año solo en ese depósito.

El Tiempo

Chururú no sale del miedo tras la masacre de colombianos

Martha Elvira Soto Franco

Hace tres semanas que en la cancha de fútbol de tierra del barrio Costa Rica, parte alta de Chururú, un pequeño pueblo de 10 mil habitantes del estado Táchira (Venezuela), no volvió a rodar un balón.

Todo cambió desde que un comando armado se llevó el 11 de octubre a 12 jóvenes, 10 de ellos colombianos, y, sobre todo, desde que se enteraron de que 11 aparecieron muertos el pasado fin de semana con tiros de fusil.

Alfonso Torres, organizador del torneo de fútbol en el que participaban las víctimas, recuerda que los uniformados los mandaron a todos al piso, les apuntaron con fusiles y les dijeron que no se preocuparan, que los llevarían a la Fiscalía y que al día siguiente saldrían. Luego, comenzaron a llamarlos a lista.

"Llamaron a tres y no salió sino uno, entonces dijeron que saliera el equipo. Los amarraron con cabuya y se los llevaron", relató Torres.

En los barrios Canta Rana y Las Palmeras, donde vivía la mayoría de los colombianos, que era llamado 'Los Maniceros' porque varios vendían maní en los buses, las casas quedaron vacías, pues sus acompañantes se fueron para Colombia.

Evelia Carreño, dueña de la casa donde vivía Mauricio Ospina, uno de los muertos, dice que el pueblo está impactado. "Le alquilé una pieza. Era trabajador de la bisutería. Con eso, él y su esposa se ganaban la vida vendiendo en los buses. Creo que no era un hombre malo para haber muerto de esa manera", recordó. De los demás hablan poco, por miedo, y se limitan a decir: "eran buenos muchachos".

El Tiempo

¿Qué piensan al otro lado de la frontera?

Martha Elvira Soto Franco

La relación colombo-venezolana es evaluada enVenezuela con una mezcla de impresión y cansancio, tanto por la atrocidad del asesinato de 9 ciudadanos colombianos en el estado Táchira como por las acusaciones de espionaje formuladas por el ministro Tarek El Aissami contra el DAS. Aunque en general los venezolanos no dudan que existe un desbordamiento del conflicto colombiano hacia su territorio, analistas y medios de comunicación también reflejan el enorme descontento que existe ante la imposibilidad de las autoridades de contener y luchar contra los grupos irregulares colombianos que se sienten con cada vez más intensidad. "Más allá de las declaraciones políticas del Gobierno o la oposición, lo ocurrido con los colombianos asesinados demuestra que en el país operan grupos armados colombianos, y con una impunidad impresionante", destaca el analista Manuel Malaver. "Todo ocurrió en las barbas de las autoridades militares venezolanas, en una de las regiones que se supone más vigilada por el Estado". Oficialmente, el gobierno del presidente Chávezformuló su compromiso de investigar lo ocurrido. Pero en el chavismo, la matriz de opinión es clara al acusar del hecho a la supuesta penetración del paramilitarismo colombiano enVenezuela, con la clara anuencia del gobernador tachirense, el opositor César Pérez Vivas.

"Pérez está creando unas mesas de seguridad y le da facultades a empresas privadas y extralimitan la situación de inseguridad (?) en Táchira con el apoyo de grupos 'paras', que hasta han sido hallados repartiendo panfletos donde hablan de limpieza social", señaló la diputada Iris Varela a la prensa.

El también diputado y presidente de la Comisión de Política Exterior, Roy Daza, incluso se aventura a asegurar que el asesinato de los colombianis sería una maniobra paramilitar "que cae como anillo al dedo al gobierno de Colombia, que intenta justificar la presencia de militares de E.U. muy cerca a Venezuela". ¿Quién espía a quién?


LA NACIÓN: Cantando bajo la ducha

Jorge Elías

ES de oligarcas y pitiyanquis "cantar media hora en el baño". La ducha del socialismo del siglo XXI debe durar tres minutos. Ni uno más ni uno menos: uno para mojarse, el otro para enjabonarse y el último para enjuagarse. "¿Qué más hace falta para bañarse?", se pregunta el mentor de la "ducha comunista". La revolución bolivariana no tolera crema de enjuague ni esponja ni sales de baño ni piedra pómez. Tres minutos "he contado yo y no quedo hediondo", predica Hugo Chávez. Es que "si están mucho tiempo en el baño con el jabón y se meten en... esto... cómo se llama? un jacuzzi; imagínense, qué clase de comunismo tendremos. No estamos en tiempos de jacuzzi".

No estamos en tiempos de jacuzzi ni de golf, "deporte para burgueses"; los burgueses, apunta, "son tan flojos que ni caminan; los llevan en un carrito". Tampoco estamos en tiempos de videojuegos y juguetes bélicos: promueven egoísmo, individualismo y violencia. "Debemos volver al trompo y al yo-yo", ordena Chávez, comprador compulsivo de armas de verdad. Es necesario, también, "reafirmar los valores conducentes a la consolidación del hombre nuevo y la mujer nueva" por medio de la lectura de los más vibrantes textos de la historia universal, como la antología de los discursos que ha pronunciado en la década que lleva promoviendo la conversión de Venezuela en "la patria socialista".

La revolución cultural, empeñada en "desmontar el imaginario del capitalismo" y "recontextualizar la historia", entraña, a su vez, una cruzada moral. "Somos uno de los países que consume más whisky per cápita ?protesta?. Deberíamos avergonzarnos." Del combate contra los vicios quedan excluidos el tequila, compartido con el cineasta Michael Moore en Venecia, y los Hummer, favoritos de los banqueros y los empresarios amigos del gobierno bolivariano que responden al cariñoso mote de boliburgueses. No son los más interesados en sustituir el jacuzzi y el golf por la "ducha comunista".

Cada tanto, Chávez se brota: "¿Qué clase de revolución es ésta? ¿La revolución del whisky? ¿La revolución de los Hummer, esos automóviles todoterreno? ¡No, esta es una revolución de verdad!" La revolución de verdad no objeta su vestuario, provisto por una firma italiana de Nueva York, ni sus corbatas Pancaldi y Hermés, ni sus relojes de pulsera Cartier, Boucheron y Rolex. Objeta el despilfarro de oligarcas y pitiyanquis.

En la campaña por la "ducha comunista", secuela de la sequía que azota a Venezuela, Chávezinsta a los venezolanos a evitar el derroche superfluo de agua y electricidad. Coincide en eso con el ex vicepresidente norteamericano Al Gore, premio Nobel de la Paz por su verdad incómoda sobre las causas del calentamiento global. Enhorabuena, más allá de sus formidables gastos en productos de tocador, previstos en cada presupuesto nacional, y su aparente discrepancia con Fidel Castro, comprensivo con "cualquier persona, aunque cante en la ducha", como señala en su discurso del 26 de julio de 1988.

Otro de sus aliados, el mandatario ecuatoriano Rafael Correa, aprecia en el vano viaje con Cristina Kirchner desde la base Andrews, cerca de Washington, hacia Honduras para respaldar la reposición en el gobierno de Manuel Zelaya que el avión presidencial argentino, Tango 01, "tiene una tremenda habitación con ducha". Tremenda es, también, la andanada de críticas que recibe Nicolas Sarkozy por hacer instalar una ducha valuada en oro en el Grand Palais, de París, mientras Francia ejerce la presidencia de la Unión Europea, en 2008. Finalmente, la ducha queda invicta: prefiere bañarse en el Elíseo.

Del antiguo Egipto datan vestigios de cuencos con agujeros para echarse agua. En 1767, William Feetham recibe la primera patente de la ducha en Inglaterra; es de bombeo manual. Años después, en 1872, Merry Delabost, jefe médico de la cárcel francesa Bonne-Nouvelle, promueve los "baños de lluvia" colectivos entre los presos. En los barracones del ejército prusiano son obligatorias las duchas desde 1879. El modelo de una sola regadera se impone en el siglo XX. En el siguiente, el polígamo presidente sudafricano Jacob Zuma proclama: "Una buena ducha evita el sida".

En todo tiempo y lugar es primordial la higiene. Silvio Berlusconi, en sus picantes diálogos telefónicos con la escort Patrizia D'Addario, queda en verla en su mansión de Roma: "Toma una ducha? y luego? espérame en la cama grande".

Hasta Chávez, la ducha no responde a ideología alguna. La "ducha comunista" crea conciencia, pero resuelve poco y nada. Ni los oligarcas ni los pitiyanquis son culpables de la falta de agua en el planeta. La agricultura y la ganadería consumen el 90 por ciento. El hombre, con el 10 por ciento a su disposición, debe ducharse en tres minutos. Son cruciales. La duración del minuto nunca es igual: depende del lado de la puerta del baño en que se encuentre.


No hay comentarios:

Publicar un comentario