Chávez arremete contra el capitalismo en la Cumbre del Clima
ARACELI ACOSTA
"Si el clima fuera un banco, ya lo habrían salvado". Hugo Chávez, presidente deVenezuela, aprovechó su discurso en el plenario de la Cumbre del Cambio Climático en Copenhague para arremeter contra el "intolerable orden económico mundial" y llamar a "la batalla" contra el capitalismo -"ese fantasma espantoso que recorre Copenhague"- y "la dictadura imperial".
Con la verborrea a la que acostumbra en sus larguísimos discursos, superó con mucho el tiempo establecido por el presidente de la Cumbre, el danés Lars Lokke Rasmussen, el presidente venezolano se hizo eco de las pancartas de los activistas que por la mañana habían intentado asaltar el recinto donde se celebra esta cita climática. Contrariamente a lo que ocurre dentro de las fronteras de su país,Chávez "saludó" a "esos jóvenes preocupados por el futuro del mundo", y se apropió de una de sus consignas: "No cambien el clima, cambien el sistema". "Presionemos aquí y en las calles para que salga un compromiso para salvar al mundo", aseguró.
En cuanto a la negociación climática, Chávezasume que "por ahora, parece haber fracasado", para lo que sólo hay una rAzón: "La actitud irresponsable y falta de voluntad política de las naciones más poderosas".
Sobre la postura de Estados Unidos, aseguró que este país y China no se pueden medir por el mismo rasero, pues el primero consume 20 millones de barriles diarios de petróleo y el segundo sólo 5 millones de barriles al día. Sólo nombró el petróleo para eso, olvidando que forma parte de la OPEP y que los combustibles fósiles son los responsables del calentamiento global del planeta.
Horas antes, el presidente de Bolivia, Evo Morales, esta vez en rueda de prensa, aseguró que "es más importante defender el derecho de la Naturaleza que los derechos humanos", y llamó también a "acabar con el sistema capitalista", pues "el modelo occidental representa a la cultura de la muerte".
Paraguay no aprobará ingreso de Venezuela al Mercosur mientras Chávez esté en el poder
Mientras el canciller de Brasil Celso Amorim se congratulaba ayer de la aprobación del Congreso brasileño del ingreso de Venezuela al Mercado Común del Sur (Mercosur), Paraguay daba un portazo a tal objetivo.Al menos así se deduce de las palabras efectuadas por el titular del Legislativo paraguayo Miguel Carrizosa, quien fue claro al advertir: ?Nos van a disculpar los hermanos venezolanos, pero mientras (el Presidente Hugo) Chávez se mantenga en esa actitud intervencionista, no le vamos a dar el visto bueno a Venezuela?.Carrizosa, del centroderechista Partido Patria Querida, aclaró que Chávez es capaz de destruir el proyecto de integración regional y que mientras ?persista en esa actitud de intervención, el Congreso paraguayo no le va a permitir su ingreso al Mercosur?.El Mandatario venezolano ha sido blanco de críticas por parte de la oposición paraguaya (mayoritaria en ambas cámaras) luego de que afirmara hace algunos meses que la derecha gestaba un plan para destituir a su par de
Paraguay, Fernando Lugo.La firme posición de los legisladores logró aguar así la fiesta desatada tras la aprobación brasileña (por estrecho margen ), que se demoró más de dos años en llegar. La Mesa de Unidad de Brasil, que reúne a los partidos políticos de oposición, ya había expresado sus dudas a esta decisión, preocupándoles cómo el gobierno chavista adaptará la centralizada economía venezonala a un esquema de libertad comercial.Ayer el ministro de Relaciones Exteriores paraguayo, Héctor Lacognata, salió a calmar las aguas y manifestó que el Ejecutivo de Lugo estudiará si se puede volver a debatir el asunto en marzo. Argentina y Uruguay, ya dieron luz verde al ingreso venezolano.
Venezuela atraviesa la mayor crisis de su historia de la mano del líder bolivariano
Hugo Chávez ha sumido en la última década a su país en la mayor crisis de toda su historia democrática. Pese a haber tenido los ingresos de renta petrolera más altos que cualquier otro mandatario venezolano anterior, ha desviado esos recursos en apoyar su particular revolución en la región, en lugar de invertirlos en sectores tan desabastecidos como la agroindustria (en la cual es prácticamente dependiente de las importaciones), además de los sectores de educación, salud y seguridad ciudadana.
Cuando su predecesor en la presidencia, Rafael Caldera, concluyó su mandato, el barril de petróleo costaba 9 dólares. Chávez ha disfrutado de un crudo a precios superiores a los 150 dólares en largos periodos de su mandato, pero esos ingresos desorbitantes contrastan con la realidad de un país que en los actuales momentos sufre de drásticos racionamientos de luz eléctrica, agua, medicinas y alimentos básicos, y viene funcionando apoyado en las grandes obras de infraestructura construidas en los gobiernos pasados.
La razón es muy clara: pese a los ingresos, la banca internacional y las empresas transnacionales no invertirán en un país que no presenta claridad ni estabilidad en la propiedad privada y que por el contrario ataca por igual a Estados Unidos y Europa, como también hace con sus vecinos latinoamericanos que no comulgan con su ideología.
Chávez decreta la ruptura definitiva con Estados Unidos
Cada vez que Hugo Chávez y sus asistentes evidencian una caída en su popularidad, recurren a la búsqueda del nacionalismo populista como medida de unificación en torno a la figura presidencial. Recurso nada nuevo, utilizado durante muchos años por diversos sistemas de Gobierno, independientemente de si son de corte democrático o no.
En esta oportunidad, Chávez, quien ha perdido el liderazgo de la región a manos del presidente brasileño Lula da Silva, adhiere a su discurso los nombres de los nueve países integrantes de la Alternativa Bolivariana para las Américas (ALBA), aprovechando el marco de clausura de la cumbre realizada esta semana en La Habana y las recientes declaraciones de la secretaria de Estado estadounidense, Hillary Clinton, quien advirtió de que “si la gente quiere coquetear con Irán, debería evaluar cuáles podrían ser las consecuencias para ellos”. Estas declaraciones fueron hechas en referencia a los convenios energéticos y de otras áreas firmados por el presidente iraní, Mahmud Ahmadineyad con algunos mandatarios de Suramérica, especialmente con Chávez y Evo Morales.
Los descalificativos contra el Gobierno de Obama no se hicieron esperar, cuando Chávez, obediente a su mentor ideológico, Fidel Castro, procedió a leer en el acto de clausura de la Cumbre del ALBA, junto al resto de líderes del bloque bolivariano, una carta del líder cubano donde compara a Obama con Bush, argumentando que “detrás del rostro africano, se esconde una intención oscura sobre los intereses de la izquierda” de la región.
Vale leer entre líneas el contexto de las declaraciones del mandatario venezolano. Lo hace en un momento donde analistas de varios sectores de su país lo vinculan como directo responsable de la caída y cierre de siete bancos que venían operando en Venezuela, lo que sumado a las constantes protestas de la sociedad civil, por violación de los derechos humanos, exigen la presencia urgente de una comisión de las Naciones Unidad que venga a verificar al país la situación de más de 30 presos políticos, además de las condiciones de los detenidos en las cárceles venezolanas y la presión cada vez más asfixiante contra los medios de comunicación no gubernamentales.
Discurso belicista
También en el pasado reciente, Obama había criticado la falta de colaboración del gobierno deVenezuela para combatir de manera decidida el accionar de la narcoguerrilla colombiana de las FARC y el ELN y de los cárteles de la droga que operan libremente en su país. Con este nuevo ataque, Chávez busca una vez más incrementar su popularidad ante sus compatriotas, dado el fallido intento que resultó su discurso belicista y acciones armadas contra Colombia, lo que a la postre ha causado más daño a la población venezolana, debido a la falta de producción agrícola y el consecuente desabastecimiento, que sumado a los constantes cortes de energía eléctrica, hacen que el mandatario venezolano cierre el año con un alto rechazo a su gestión.
Chávez y Evo encienden el debate en la cumbre sobre el Cambio Climático
Ambos mandatarios fueron aplaudidos al responsabilizar al capitalismo del cambio en el clima. Ya se da por descartado un acuerdo vinculante. Hubo más manifestantes detenidos
El bloqueo de las negociaciones y un caos considerable en los alrededores de los recintos de la cumbre sobre el Cambio Climático de Copenhague arrojaban ayer pocas expectativas de una clausura exitosa sobre la reducción de gases de efecto invernadero. Mientras los países en desarrollo insistían en la falta de voluntad de las naciones ricas para negociar un acuerdo que fije la financiación de medidas para combatir la emisión de gases contaminantes, un texto que hizo circular Estados Unidos en el que no aparecían las fechas en las que deben hacerse los recortes caldeó más el ambiente, ya que en los hechos obligaría a partir de cero para negociar un tratado vinculante.
Pero fueron ayer los acalorados discursos de los presidentes de Venezuela, Hugo Chávez, y de Bolivia, Evo Morales, los que arrancaron comentarios y aplausos durante la sesión plenaria. Recién llegados a Copenhague, ambos mandatarios cargaron contra el sistema capitalista al que culparon del cambio climático y criticaron a los países ricos por la “farsa” de la negociación.
“Un fantasma recorre Copenhague”, dijo Chávez, parafraseando al “gran Karl Marx”. “Y ese fantasma anda en silencio por esta sala: el capitalismo”, agregó.
“En este planeta vivimos una dictadura imperial. ¡Abajo la dictadura imperial y que vivan los pueblos y la democracia en este planeta! Hay un grupo de países que se creen superiores a nosotros los del sur, los del tercer mundo, los subdesarrollados, los arrollados”, dijo, locuaz,Chávez.
Evo, en tanto, proclamó la “obligación” de defender los derechos de la Madre Tierra y señaló que el cambio climático es principalmente un “efecto” del modelo de desarrollo del sistema capitalista. “Si queremos salvar la humanidad y la Tierra debemos acabar primero con el capitalismo”, aseguró.
Los dos presidentes se solidarizaron con las causas de los militantes ecologistas, quienes ayer vivieron otra jornada de protestas y choques con la Policía, una postal que se ha hecho cotidiana por estos días. Al menos 30 manifestantes fueron ayer detenidos.
El secretario ejecutivo de la cumbre, Yvo de Boer, advirtió ayer que las próximas 24 horas serán “cruciales” para el éxito o el fracaso de la reunión. Entre hoy y mañana llegarán los 119 líderes que asistirán a la Cumbre, entre ellos el presidente de EE.UU., Barack Obama, que junto con el primer ministro chino, Wen Jiabao, quien aterrizó ayer en Copenhague, son considerados dos figuras clave para desbloquear las conversaciones. Sin embargo, a estas alturas, la posibilidad de que se llegue a un acuerdo vinculante ya se da por descartada.
Expertos de la ONU critican a Hugo Chávez por la detención de la jueza Lourdes Afiuni
Tres expertos independientes de Naciones Unidas expresaron ayer su preocupación por el reciente arresto de una jueza en Venezuela, y lo calificaron de «golpe del presidente venezolano, Hugo Chávez, a la independencia de los magistrados y abogados». Los expertos pidieron la libertad de la juez María Lourdes Afiuni, quien fue arrestada la semana pasada por agentes de la policía poco después de haber ordenado la libertad condicional en espera de juicio de Eligio Cedeño, un empresario detenido desde el 2007 bajo la acusación de efectuar operaciones cambiarias ilegales por millones de dólares. Los expertos recordaron que la detención de Cedeño había sido declarada arbitraria por el grupo de trabajo sobre la detención arbitraria de la ONU.
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