Inventiva y derechos de propiedad
Carlos Machado Allison
Hace unos meses publiqué, bajo los auspicios de la Academia de Ciencias Físicas, Matemáticas y Naturales, un libro cuyo título es LA AVENTURA TECNOLÓGICA. Un relato de los principales descubrimientos, inventos e ideas que marcan la evolución cultural y tecnológica de nuestra especie. Al indagar sobre el contexto social y político en el cual han surgido la mayoría de ellos, resulta obvio que, en promedio, los grandes avances y a veces los saltos en la tecnología han ocurrido cuando las economías están en expansión, cuando existe la voluntad de exportar y cuando los investigadores y tecnólogos han podido actuar en libertad. Pocos inventos útiles para la humanidad han surgido bajo dictaduras o gobiernos que han asfixiado a la iniciativa privada. Los nombres son bien conocidos y sus inventos, hicieron factible aviones, ferrocarriles, automóviles, navíos, teléfonos, diversas técnicas quirúrgicas, nuevas variedades genéticas, fertilizantes, plaguicidas, iluminación eléctrica, plásticos, fármacos, aire acondicionado, bolígrafos, neumáticos, analgésicos, turbinas y un increíble número de artefactos, medicinas y mil cosas que hacen nuestra vida más amable y prolongada que en cualquier tiempo pasado. Sin duda, los gobiernos tuvieron una contribución al crear el clima económico necesario, desarrollar universidades, centros de investigación e incentivos de diversa naturaleza, pero lo que más llama la atención es que la mayoría de las tecnologías revolucionarias nacieron en el sector privado o en las universidades. Muchas tuvieron financiamiento privado y fueron punto de partida de nuevas industrias que generaron abundante empleo y riqueza. El nombre de investigadores se perpetuó no sólo en los libros, sino también en nuevas empresas o técnicas que llevan sus apellidos: Siemens, Daimler, Benz, Singer, Gillette, Edison, Otis, John Deere, Westinghouse, Goodyear, Schick, o Dunlop. Bessemer estará siempre presente cuando hablemos de acero, Morse y Bell, respectivamente en el telégrafo y el teléfono, Darwin trabajó en su casa la teoría de la evolución, los hermanos Lumiére serán siempre recordados cuando hablemos del cine y Pasteur no sólo a las vacunas, sino también a los vinos y la preservación de los alimentos. Los recursos financieros para llevar las innovaciones a la producción, también procedieron, en su mayoría del sector privado. Lo hicieron en países donde se respetaban los derechos de propiedad: intelectuales, industriales, agrícolas o de cualquier otra naturaleza. Entre los inventos más importantes (ENCICLOPEDIA BRITÁNICA, 2003), 150 corresponden a EEUU y le siguen en orden el Reino Unido (42), Francia (24), Alemania (21) y otros 7 países de Europa Occidental más Canadá que suman 34. Luego, muy atrás en la lista: China (7) la antigua Unión Soviética (5) y Japón (5) ilustrando la relación existente entre los derechos privados, la libertad, la democracia y la diversificación económica con la ciencia y la tecnología.
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