Maxidevaluación: una intensa crisis fiscal hace que Chávez devalúe
Como ya es costumbre, -durante sus años de gobierno ha devaluado cuatro veces- , el Gobierno decidió caerle a palos al bolívar, al devaluarlo nominalmente con objetivos y razones fiscales -y de balanza de pagos. La revolución socialista comenzó a pagar la factura, no se puede poner a crecer el Estado a límites insostenibles sin que la gente termine pagándolo con inflación y desempleo, con estanflación. Esta nueva maxidevaluación le dará al gobierno los bolívares que necesita para cerrar la brecha fiscal, la gente pagará la inflación y con impuestos.
¿Cuáles razones? Una profunda crisis fiscal y de balanza de pagos generada por políticas económicas erradas y por la pobreza del socialismo.
Las razones son muy sencillas, las de siempre, solo que el discurso oficial del socialismo le pone algunos vericuetos lingüísticos, pero también de contenido a devaluar un una moneda que hace un año el mismo discurso le dijo a los venezolanos que ahora sí teníamos una moneda fuerte. Mentiras y engaños para y en boca del Presidente. Ambas cosas, mentiras que él mismo se creyó y que trató que los venezolanos las creyéramos, el bolívar no puede ser una moneda fuerte porque el Fisco es -endógenamente- deficitario, y en el socialismo aun más, porque además de gastarse sus reales -impuestos- se gasta los reales de la gente en inflación y expropiaciones.
El gobierno se hunde en una crisis fiscal de fuerte intensidad, agravada por la agenda de destrucción de la economía y el sector privado, y montada en una espiral insostenible de expansión fiscal, fenómeno este endógeno al mismo objetivo del gobierno: el socialismo, que no es otra cosa que el crecimiento insostenible del Estado que se ha cargado con sectores clave de la economía, los que el mismo gobierno y la nomenclatura del Estado inducen a un sostenido proceso de descapitalización, por vía, no solo de la corrupción, sino de la mala gestión y de utilización de sus recursos por exigencias fiscales.
¿Qué queda del bolívar (fuerte) maquillado?
Hoy la devaluación, la primera medida de este ajuste de balanza de pagos, nos trae esa noticia que la crisis fiscal y de balanza de pagos ocasionadas a una deplorable gestión de gobierno, tendrá un profundo impacto inflacionario, al mismo tiempo que intensificará la contracción económica, con ella el desempleo y una considerable caída en el nivel de vida de la gente ya aprisionada por las ruedas del socialismo.
Después de un proceso de maquillaje en el que se quiso fantasear a los venezolanos que el bolívar era fuerte, la devaluación muestra en crudo que la debilidad del bolívar reposa en la insostenible expansión del gasto público que ha pervertido el gasto fiscal para adquirir activos privados suficientemente capitalizados, para que al final de este camino, el propio gobierno, sus desfasadas y erróneas políticas descapitalicen a importantes sectores de la economía nacional antes en manos del sector privado.
De esta manera, petróleo y asociaciones estratégicas y convenios colectivos desmontados de sus relaciones estratégicas entre Pdvsa y empresas privadas nacionales e internacionales, para pasar a dominios de Pdvsa y descapitalizarse por las razones fiscales mencionadas arriba; comunicaciones y electricidad, empresas capitalizadas por el sector privado y en expansión, para pasar a manos del Estado y convertirse hoy en un cementerio de empresas arruinadas (sector eléctrico y camino que lleva ya se nota en el de las comunicaciones), centrales azucareros y otros inventos del socialismo que convirtió al Estado en importador de granos, carnes de aves y ganado, cereales, bancos y otros.
Todo ello, financiado con ingreso fiscal petrolero, lo que constituyó una errónea política de expansión fiscal por desviar importantes recursos de la verdadera naturaleza del gasto público, servicios, educación, infraestructura, salud y seguridad personal que hoy yace en plena ruina.
Un masivo endeudamiento público que esconde un enorme déficit fiscal, precede al desmantelamiento del bolívar.
La maxidevaluación del bolívar devela así el súmmum de esta crisis fiscal y de balanza de pagos, peor, ello ocurre curiosamente en condiciones -si se quiere extrañas- con precios del petróleo sobre ¡70 dólares! y de acuerdo al mismo gobierno, una exportación de más de 3 millones de barriles diarios de crudo, parámetros y magnitudes económicas que harían imposible en condiciones normales a un país meterse en una crisis fiscal y de balanza de pagos como la actual.
¿Qué pensar entonces? Pues que sería necesario una auditoría total del Estado y el gobierno, porque no es posible que con esos parámetros fiscales (70 dólares por barril y 3 millones de barriles exportados diarios) el gobierno hoy tenga que sucumbir en una grotesca maxidevaluación. Era obvio que las mentiras oficiales no podían sostenerse sin entrar en una crisis fiscal, la cual era evidente ya a inicios del 2009.
Veamos los antecedentes de esta declarada crisis fiscal (la maxidevaluación es el mecanismo con el cual el gobierno pretende financiarla, es decir, con inflación). Durante el 2009, el gobierno imprime bonos de la deuda pública por más de 10 mil millones de dólares (más del 25% de la deuda pública en ¡un solo año! incluidos los bonos de PDVSA. Ese enorme monto de deuda pública, se imprime en un programa fiscal -absolutamente insostenible lo decíamos el año pasado- para compensar durante 2009 la caída en los precios del petróleo, que produjo a finales del 2008 la entrada en recesión de las grandes economías industrializadas. ¿Qué había que hacer en esa oportunidad?
Muy sencillo, ajustar el gasto público y hacer que la economía entrara en una sana recesión, como nuestros países vecinos lo hicieron, para después salir de la recesión una vez que las economías industrializadas lograran hacerlo, como efectivamente está ocurriendo. El gobierno hizo lo contrario, era normal, el socialismo es una vorágine fiscal indetenible que conlleva a la ruina de una economía, no hay límites ni reglas al gasto fiscal.
La devaluación de tipo de cambio en esas circunstancias de un colosal endeudamiento, estaba cantada ya a mediados del 2009, el mercado del dólar permuta así lo percibía, después de la caída del dólar permuta en ese mercado por la colocación de esa inmenso volumen de deuda pública en dólares, la tasa de cambio retrocede nuevamente y con una fuerte presión al alza, mostrando que el mercado percibía que más temprano que tarde la crisis fiscal abierta por un Estado despilfarrador con una administración corrupta en medio de una crecimiento insostenible como empresario, comerciante y empleador, pasaría finalmente la factura.
Un déficit fiscal del 15% del PIB para este año frente a unos niveles de reservas internacionales los cuales se sospecha por la falta de transparencia que no todo lo que circula como reservas son efectivas al portador -es decir no todo lo que brilla es oro- el propio gobierno decide devaluar por las mismas razones por las cuales lo ha hecho anteriormente, similares a las razones por las cuales los gobiernos devalúan desde 1983.
Sin aprender de sus propios errores, recurre al mismo récipe fracasado.
Sin embargo, el gobierno no aprende de sus propios errores y de los errores que muestra la historia de los últimos 30 años; vuelve al cambio dual, aunque en razón el dólar tendrá tres precios en el mercado, lo cual se sabe por tradición tanto de éste como de gobiernos anteriores el caldo de cultivo de la corrupción y de un dólar aun disparado de sus valores reales, percibidos por la gente por representar un valor real aun superior a las dos colas de 2,6 y 4.3 bolívares por dólar anunciados lejos de aliviar la crisis en balanza de pagos, la intensifica y desplaza en el tiempo, para cuando no sea posible sostenerlo, hacer eventualmente lo que hoy está haciendo, volver a devaluar.
Ese no es el remedio, la única salida, es el retorno a fronteras de una economía normal, donde el Estado se ocupe de sus funciones y transfiera nuevamente al sector privado los activos comprados o expropiados, eliminar los controles de precios y liberar el mercado cambiario y crear a velocidad un marco jurídico de respeto a los derechos de propiedad, de manera que pueda incentivar a la gente y al sector privado a repatriar fondos e invertir en la economía como lo hace la gente en Chile, Brasil, Perú, México, Colombia. Qué hacemos distinto a lo que hacen estos países… demasiado fácil observarlo… devuélvase Presidente, aun tiene tiempo, retome la senda del crecimiento sano, acabe con el socialismo y devuelva las libertades económicas para que entre todos saquemos a este país de esta crisis que no se le ve ciertamente una salida en el marco de sus objetivos políticos, a no ser que Ud. quiera replicar el mal ejemplo de Cuba.
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