EL MODELO MARXISTA DE CHÁVEZ ES INVIABLE
En la profundización del esquema productivo socialista, el presidente de la República Hugo Chávez ha solicitado a la Asamblea Nacional elaborar una ley que obligue a las empresas públicas a trabajar apegadas a un modelo en el que no dependen de la colocación de su producción en los mercados, sino de un presupuesto anual aportado por el Estado.
“Hay que crear un ente comercial pero que funcione, que vaya funcionando de verdad y que reciba esa producción y luego la distribuya, eliminando la plusvalía y el carácter de mercancía de la producción”, señaló el mandatario nacional en el “Aló, Presidente” Nº 349.
En economía marxista, el capitalista paga al obrero un salario inferior al valor de trabajo desarrollado. El valor no pagado fue denominado por Karl Marx como plusvalía, la base de la ganancia de los empresarios.
“Basta con remitirse a la historia. Lo hicieron los rusos y mantuvieron los subsidios a las empresas por un tiempo, lo hicieron también países como Vietnam, Corea y el ejemplo más patente es China… y en todos los casos se ha demostrado que es inviable”, señaló.El ex presidente de la Siderúrgica del Orinoco Alfredo Maneiro (Sidor), Alfredo Rivas Lairet, sostuvo que desde el punto de vistahistórico todos aquellos gobiernos que han tratado de imponer ese modelo han fracasado porque simplemente es inviable.
Beneficios necesarios
El también ex vicerrector de la Universidad Católica Andrés Bello, núcleo Guayana (UCAB) sostuvo que toda empresa debe regirse por principios de eficiencia y productividad y debe contar con márgenes de ganancia que le permitan satisfacer sus necesidades de inversión y mantenimiento.
“Necesitas ganancias para adecuaciones tecnológicas, para suministros, para mantenimiento e, incluso, para cualquier emergencias que se puedan presentar en la empresa necesita ganancias”, indicó.
De igual manera, añadió, la empresa debe producir beneficios para sus trabajadores y sus mejoras de índole salarial, así como para honrar los impuestos ante el Fisco Nacional.
“Las líneas I y II de Alcasa fueron cerradas y quedaron 380 trabajadores allí, ¿quién asume eso y por cuánto tiempo? (…) la acería de palanquillas de Sidor está prácticamente paralizada, ¿por cuánto tiempo van a asumir esa detención o las pérdidas que se generen?”, sostuvo.“Una empresa además debe rendir beneficios para el empresario que ha puesto en riesgo su capital”, agregó.
Rivas Lairet apuntó que, bajo este esquema de corte socialista, empresas como Alcasa, la productora pionera de aluminio en la región de Guayana con años en saldo rojo- seguirán asistidas por los subsidios gubernamentales.
De manera que en este contexto, “este modelo colapsaría tarde o temprano”.
Plaga moral
El presidente de la Cámara de Industriales y Mineros de Guayana (CIMG), Fernando Goyenechea, señaló que producir sin plusvalía es una entelequia que no coincide con ningún concepto de economía política.
“Si ya teníamos una situación de factores económicos malos por falta de flujo de caja y costos por encima de los precios de venta, va a haber ahora una nueva plaga moral en la medida en que no haya motivación al logro”, señaló.Sostuvo que impulsar un modelo en el que las empresas no dependan de su producción, sino de un presupuesto anual aportado por el Ejecutivo, provocará que los trabajadores laboren de acuerdo a sus necesidades, y no de acuerdo a sus capacidades, pues no habrá motivación al logro.
Añadió que países como China han tenido que dar un giro a sus políticas económicas, y han dado gran espacio al desarrollo de la empresa privada, al punto que “casi el 70%, rayando en el 80%, del producto territorial bruto de China es de iniciativa privada”.
Mayor control
En los últimos años, el Gobierno ha incrementado su control sobre la actividad productiva, estrategia que coincide con la intención de eliminar la plusvalía de la dinámica económica.
No obstante, la operatividad de estas industrias se ha deteriorado considerablemente.En el caso de Guayana, donde se asientan las industrias del aluminio, el hierro y el acero, reestatizó en abril de 2008 a Sidor, hasta ese momento en manos del grupo argentino Techint, y en mayo de 2009 a las briqueteras Materiales Siderúrgicos (Matesi), Complejo Siderúrgico de Guayana (Comsigua), Orinoco Iron, Venezolana de Prerreducidos Caroní (Venprecar) y Cerámica Carabobo, que provee refractarios a las empresas básicas.
Tambaleo gubernamental
El presidente de la República, Hugo Chávez, ha señalado que ni siquiera un descenso brutal del petróleo pondrá en riesgo su proyecto político revolucionario. Lamentablemente, los hechos han corroborado que el gasto público se afianza sobre la base de los ingresos petroleros, que le permiten al presidente incluso posicionarse geopolíticamente.
“El petróleo llegó a menos de 40 dólares, y el gobierno tambaleó. Así que es una falacia decir que es posible depender sólo de petróleo”, señaló Alfredo Rivas Lairet, ex presidente de Sidor, quien considera que el recurso petrolero no alcanza para satisfacer las necesidades del país.
A su juicio, la idea de que las empresas públicas no dependan de la colocación de su producción en el mercado ni de sus ventas profundiza el modelo rentista.
Por: María Ramírez Cabello
Vía El Correo del Caroní
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