SOBERANÍA AL LÍMITE
por Alfredo MIchelena
Mientras el gobierno bolivariano grita contra una invasión del imperio y clama por la defensa de la soberanía nacional, promueve una presencia masiva de funcionarios castristas en Venezuela. Se estima que habría unos 60.000 cubanos insertados desde las Fuerzas Armadas hasta las notarías, pasando por la famosa Misión Barrio Adentro y la Robinson. Pero la presencia y centralidad de gobiernos y empresas extranjeras no se queda allí. La Misión Vivienda no se está desarrollando con venezolanos sino con varios gobiernos, como Bielorusia, Irán e incluso los cubanos. Y la Misión Mercal no está basada en la economía criolla sino la extranjera. Misiones que conspiran contra la soberanía patria. Pero, ¿qué pasó con los temas de soberanía territorial? Veamos: En el Esequibo el presidente aceptó la pérdida del control que ejercíamos sobre este territorio, entonces sus “amigos” brasileños, construyeron un puente sobre el río Tucutu en una acción que aísla a Venezuela y debilita el acuerdo regional de conectar directamente nuestro territorio con Georgetown. Los bolivarianos tampoco mostraron una posición clara cuando el gobierno guyanés pidió poner fin a nuestro “reclamo territorial” con base a la “vocación socialista” presidencial. Menos aún ha habido una clara y tajante posición frente a asuntos como el de Isla de Aves, cuya soberanía ha venido siendo cuestionada por los “panas” de Petrocaribe, como tampoco las recientes licitaciones para la exploración de hidrocarburos de Barbados, en áreas que ya han sido delimitadas bilateralmente con Trinidad y Tobago. Hace 20 años, un grupo de militares golpistas irrumpieron en una intentona frustrada que justificaron, entre otras cosas, en la entrega del Golfo de Venezuela por Carlos Andrés Pérez. Pero su líder, el año pasado, en la Capitulación de Santa Marta, firmó varios acuerdos que eliminaron de hecho las antiguas Comisiones Presidenciales creadas por Pérez, para tratar temas como el Golfo de Venezuela, cuencas hidrográficas y ríos comunes, que estaban formadas por venezolanos de todas las tendencias. Las nuevas, rojitas, no incluyen temas de soberanía territorial sino que éstos van apareciendo desarticuladamente en el menú de asuntos que se filtra a la prensa, y esto debilita la posición negociadora de Venezuela. Recientemente, el numeral tres la declaración conjunta Chávez-Santos, del 2 de noviembre 2010, nos compromete textualmente a: “La evaluación técnica, económica y ambiental que permita el desarrollo del trabajo conjunto de exploración y producción entre PDVSA y ECOPETROL en los campos maduros de occidente…". Pero ¿dónde están “los campos maduros de occidente”? El gobierno tiene que aclarar si se ubican en el Golfo de Venezuela, y si esa “exploración y producción conjunta” no es más que la propuesta de Condominio del presidente colombiano López Michelsen, ferozmente rechazada por los militares criollos en los años setenta. El gobierno tiene mucho que explicar y calla.
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