CARLOS MACHADO ALLISON |
EL UNIVERSAL
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Mucho se ha estudiado y escrito sobre la psicología de las masas. La historia está llena de ejemplos en los que miles o millones de seres humanos se despegan de su individualidad y pasan a seguir ciegamente a un líder que encarna una promesa, en ésta o en otra vida. Chávez logró ese liderazgo sobre las masas desposeídas y para preservar ese apoyo, así como el de gobiernos "amigos" fue arruinando paso a paso al país. Las promesas sólo se cumplieron a medias y carentes de un soporte institucional, de controles propios de las democracias y conocimiento de la economía, terminaron agotando las arcas públicas. Chávez y su carismática personalidad ya no está presente, deudas, arcas y estantes vacíos es la herencia que recibe su sucesor quien consciente de estar acostado en una cama de clavos, hace cualquier cosa por mantener viva la imagen de su ductor.
Nada fácil dicen los expertos en psicología social y de hecho está ocurriendo un despertar. Se acabó el dinero y sin él es casi imposible hacer realidad las promesas. Por unos años se redujo la competencia por los recursos porque estos parecían abundantes. Ahora cuando se le otorgan dólares, o bolívares, a unos, se les niegan a otros. Si en un mes destinan divisas a alimentos y medicinas, entonces no hay con que importar papel, electrodomésticos o repuestos. Sí les otorgan un aumento a un grupo que protesta, hay otro que pronto protestará también porque se los negaron. Aumentó la capacidad adquisitiva, pero ahora no se pueden comprar los bienes básicos, si reparten comida en los supermercados, las bodegas se quedan sin ellos y lo más grave fue que parte del sueño consistió en destruir la capacidad de producción del país.
Los primeros en despertar han sido los estudiantes porque las universidades fueron estranguladas económicamente, no hay reactivos en los laboratorios, ni nuevos libros en las bibliotecas. Padres y profesores sufren la inflación y la escasez, no sólo de alimentos y medicinas, también de información y libertad. Además, todos viven bajo la inseguridad, casi 25.000 asesinatos en un año. Los estudiantes saben que el "modelo" se agotó, que se construyó un país en el que no tienen ni presente, ni futuro y no todos pueden o quieren migrar a otras latitudes. El despertar es como una epidemia, se contagia, rápido en unos sectores, poco a poco en otros.
Ni la GN, ni los colectivos armados pueden evitar el contagio, la masa está inquieta y parte del gobierno lo sabe, otra parte piensa que pueden mantener la marchita ilusión con bombas lacrimógenas y violencia. Se equivocan, quizás ganen tiempo, pero si no cambian, las masas pasarán factura y todo el país sufrirá las consecuencias.
Los estudiantes, los partidos de oposición, líderes en forma individual, grupos académicos y empresarios han ofrecido términos y agendas para negociar. Esa paz que tanto cacarea el gobierno sólo es factible con un cambio: liberen los presos, guarden sus malandros, reactiven la producción privada, respeten la separación de poderes y construyan un clima de libertad.
carlosmach2013@gmail com
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