jueves, 16 de julio de 2015

Con inteligencia económica y voluntad política Venezuela puede salir de la crisis
Gobierno tiene que pensar más en la gente y obsesionarse menos con el poder
 
Prensa Unidad Venezuela (Caracas, 15 de julio de 2015).- Con un cambio en las reglas del juego económico, el cual implique, entre otras prioridades, poner orden en materia fiscal y monetaria, desmontar controles y un arreglo institucional de calidad, Venezuela abandonaría la crisis que la afecta en la materia. Sin embargo, dicha aspiración requiere de voluntad política.
En el aserto coinciden especialistas como José Guerra y Luis Oliveros, quienes avalan reorientaciones que debería adoptar el Gobierno Nacional en la búsqueda de soluciones a la dramática situación que sufren los venezolanos. 
El economista José Guerra, candidato a la Asamblea Nacional por la Unidad Democrática, recordó que las principales propuestas de la plataforma opositora incluyen un aumento salarial de 50 %, para tratar de componer la capacidad adquisitiva de los trabajadores; medidas para reducir la inflación; que las empresas en manos del Estado, inactivas, sean transferidas al sector privado; un canje de deuda externa para tratar de librar al país de compromisos de corto plazo con el objetivo de obtener recursos que faciliten las importaciones de materia prima; y que se cancele parte de la deuda con los ámbitos comercial e industrial, a fin de restablecer el crédito, reiniciar el proceso de producción de bienes y servicios y con ello abatir la escasez.
Ajustar el salario para que los trabajadores puedan comer
El aspirante a diputado urge con inmediatez, en la serie de iniciativas que se han estudiado, el incremento del salario. “Al trabajador tú no le puedes decir ‘espera que la inflación baje, espera que la productividad aumente’; ¿el trabajador se va a quedar con los brazos cruzados viendo cómo se deteriora su poder de compra? Nosotros pensamos en una compensación salarial que reponga en algo la pérdida del trabajador. Sabemos la situación del comercio y de la industria, pero, ¿cómo le dices a un trabajador que gana ocho mil bolívares que no puede comer? ¿Va esperar que la inflación baje para comer? No. Creemos que hay que darle una compensación ahora”, indica, señalando que las empresas tendrán que hacer un esfuerzo y el Ejecutivo buscar los recursos para frenar esta pérdida del poder adquisitivo.
“El problema está en que el Estado ha despilfarrado mucha plata, empezó a regalar dinero al exterior, comenzó a construir satélites que no son de utilidad, abandonó las escuelas, los hospitales, comenzó a estatizar las empresas que antes funcionaban bien en manos privadas, las cuales están ahora quebradas todas. En consecuencia, un Estado rico se convirtió en un Estado pobre, y como no ahorró un centavo y tiene que estar pidiendo prestado, se endeudó y debe pagar mucho en intereses de la deuda. De hecho, se gasta más en pagar la deuda que lo que se gasta en educación”, afirmó José Guerra.
Hay que poner orden en la casa
Para el también economista Luis Oliveros, Venezuela necesita de un cambio importante en lo que se denomina el arreglo institucional, pues, estima, se atraviesa un deterioro: “Un ejemplo es el Banco Central de Venezuela, que imprime dinero para financiar déficit; eso genera inflación, eso está en contra de la Constitución. También tenemos los casos del Consejo Nacional Electoral y del Tribunal Supremo de Justicia, para aseverar que tiene que haber un rescate de las instituciones con la meta de que el país crezca y se desarrolle”.
“En segundo lugar,  tenemos que empezar a pensar en orden fiscal, en orden monetario y en modificar la política cambiaria, desmontar el control de cambio, desmontar el control de precios, de manera gradual, y eso se hace teniendo presente que tienes que gastar lo que te ingresa; no puedes tener un Banco Central imprimiendo dinero a diestra y siniestra”, manifestó Luis Oliveros; agregando, en el tópico cambiario, que la nuestra es la única economía en el mundo que tiene cuatro tasas, donde la tasa más fuerte del Gobierno multiplicada por cien se llega a la tasa de cambio paralela: “Eso es una locura, eso genera distorsiones”, subrayó Luis Oliveros.
Ambos expertos sostienen que hay que estructurar un plan económico sostenible para generar confianza entre los inversionistas. “Un plan económico creíble, que atraiga los capitales, capitales los nacionales y los extranjeros que vengan a Venezuela para crear riqueza, generar empleo y generar prosperidad. Nosotros pensamos que sin financiamiento y sin estas inversiones aquí no hay reactivación de la economía y no hay prosperidad ni bienestar”, expresa José Guerra.
“Hoy, el 70 % de los venezolanos piensa, cuando Nicolás Maduro toma una medida económica, que le va a ir mal; menos del 10 % piensa que las cosas van a mejorar. ¿Cómo tú generas confianza? Cambiando las reglas del juego económico, tiene que haber un giro de 180 grados. No puede ser que tengamos un control de cambio y que no se conozcan las cifras de qué es lo que se está moviendo en ese control de cambio; que tengamos una economía supeditada a una página web y que se acuse a esa página web del desastre que tenemos en Venezuela cuando el responsable ha sido el Gobierno”, dijo, por su parte, Luis Oliveros.
 
El juego de la economía es serio
El economista insiste en un cambio en las reglas del juego en economía, comenzar a respetar las instituciones, respetar las empresas, los derechos de propiedad, garantizarle a la ciudadanía libertad cambiaria, libertad económica. “Venezuela tiene en este momento un riesgo-país superior a países como Grecia, que está en default; a países como Ucrania, que tiene una guerra civil; a países como Argentina, que estuvo en default hace poco tiempo. Venezuela tiene el riesgo - país más alto del mundo porque en el mundo consideran que Venezuela no es un destino atractivo para invertir sino peligroso”, enfatiza Oliveros.
A su juicio, si el Ejecutivo aspira a mejorar las cosas tiene que adoptar un plan de ajustes que incluya el interés por lo social. “No podemos pensar solamente en devaluar la moneda, solamente en hacer un conjunto de cosas, sin pensar en programas sociales directos. Por ejemplo, el subsidio a la gasolina es un subsidio regresivo para la nación. Muy pocas personas se aprovechan de ese subsidio. Una manera de financiar el incremento de salarios es con el aumento de la gasolina”, sugiere Oliveros.
El economista acota que un país aliado del régimen de Miraflores como lo es el iraní – cuya situación se estudia académicamente – suma cuatro años aumentando consecutivamente el precio de la gasolina, llevando la gasolina al precio internacional, y más de la mitad de ese aumento va directamente al bolsillo de las personas.
“¿En Venezuela por qué no podemos hacer eso? ¿Por qué no podemos pensar que buena parte del aumento de la gasolina vaya a las personas? El problema en el país es que no se debaten los problemas económicos. Los problemas económicos en estos 16 años se han atacado con controles y persiguiendo a la empresa privada”, puntualiza Oliveros.
Ponerle el ojo a Pdvsa
Asimismo, alude que no se puede seguir vendiendo dólares a 6,30 sin decirle a la gente a quién se les vende. “¿Quién tiene acceso a los dólares a 6,30? Por ahí hay un desangre importante, tú tienes que ir a un mejor manejo de lo que son los fondos públicos e, indudablemente, tienes que empezar a pensar. Por ejemplo: el Estado venezolano tiene 800 empresas, ¿cuántas de esas empresas generan rendimiento? ¿Cuántas generan ganancia? Hay que empezar a revisar eso. ¿Qué está pasando con los dólares? ¿De verdad se están haciendo importaciones con eso? Tienes que ir al desmontaje desde el control”, acota Oliveros.
Sobre el asunto petrolero, José Guerra es partidario de que se acabe radicalmente lo que llamó la “repartición”. “No podemos estar enviando 150 mil barriles diarios a Petrocaribe, pagaderos a 30 años, al 1 % de interés, con caraotas, con pantalones, que se pueden producir acá. Eso hay cortarlo de una vez, reorientar esos volúmenes de producción al mercado internacional para que nos den ingresos para satisfacer las necesidades de los venezolanos”.
Oliveros también opina que deben acabarse los acuerdos energéticos como el de Petrocaribe, de efectuar una auditoría en Petróleos de Venezuela. “Si tú empiezas a tomar las medidas adecuadas, le pones el ojo al petróleo, le pones el ojo a Pdvsa – con una nómina de 150 mil empleados, actualmente produce mucho menos de lo que producía en el 98 con un tercio de esos empleados -, si tú empiezas a poner orden en la casa, tú tienes los recursos para pagar la deuda externa”, mencionando que por dicho concepto este año faltan por pagar 6.400 millones de dólares, y para los próximos dos años, cada año son un poco más de 10 mil millones de dólares, para lo cual, corrobora, es necesario poner orden, considerando que el país va a tener ingresos en materia de crudo por unos 35 mil millones de dólares.  
Con respecto a nuestro signo pecuniario, Luis Oliveros estima que el valor de la moneda se recupera con una política antiinflacionaria, la cual no está en práctica. “Venezuela lo que está haciendo es apagar un incendio con gasolina. Tienes un problema inflacionario e imprimes dinero para resolver otros problemas y estás  generando es inflación - Cendas habla de 30 % de aumento en los alimentos en julio, lo cual se traduce en hiperinflación -. Es sencillo, hay que poner orden fiscal. El origen de la inflación en Venezuela tiene mucho que ver con el tema fiscal, Venezuela tiene un déficit fiscal de 20 %, y adicionalmente tienes un desorden monetario con el BCV imprimiendo dinero. Si se arregla eso con una política cambiaria coherente, no esta locura de Simadi, Sicad II, etc., se puede recuperar el valor de la moneda”, citando que Colombia, Chile, Uruguay, Brasil y Perú no se acogieron a la dolarización como salida porque asumieron que “la solución está en casa”.
Por fortuna, no escasean las soluciones a la carestía
Sobre el agudo problema de la escasez, la opción radica en generarle confianza al productor nacional. “No puede ser que en Venezuela el boom petrolero fue para financiar importaciones. Teníamos las bases para fortalecer nuestra producción interna. Lamentablemente, la sobrevaluación de la moneda, casos de corrupción y un mal manejo de la política económica nos llevaron a esta situación; la escasez es un problema muy grave”, aduce Oliveros.
“Si nosotros hacemos las cosas bien hechas y viene un gobierno con una orientación distinta que promueva la inversión, que no expropie, que no pelee tanto con el sector privado, que se dedique a producir y a generar estímulo a la producción, con un precio petrolero razonablemente aceptable, en el orden de los 70 - 60 dólares el barril, Venezuela en año y medio vuelve a crecer, vuelve a generar confianza y vuelve a ser un país atractivo para la inversión, atractivo para el crecimiento, para la generación de bienestar, y sobre todo para acabar con este serio problema de la escasez y del alto costo de la vida”, manifiesta, a su vez, José Guerra.
Para alcanzar ese horizonte de recuperación sería idóneo aplicar los correctivos necesarios ya sin supeditarlos a las elecciones legislativas, pues sería más complicado  emprenderlos en el 2016. “El Gobierno debería haber tomado todas estas medidas en el 2014 cuando el costo político era muy bajo. Ahora, en el 2015 no lo va a hacer porque tiene los comicios parlamentarios cerca. El año próximo va a tener una Asamblea Nacional en contra y las dificultades económicas multiplicadas por 10 o por 20. El Ejecutivo Nacional tiene que dejar de pensar en la política como su obsesión y como su único objetivo mantenerse en el poder y ganar las elecciones. Tiene que pensar en los venezolanos”, argumenta Luis Oliveros. 
Tanto José Guerra como Luis Oliveros perciben que en Venezuela hay bastante consenso entre los economistas sobre lo que se debe hacer. La gran interrogante es cuándo y cómo, condicionados a una voluntad política de la cual carece el Gobierno Nacional.
 

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