BEATRIZ DE MAJO
En el terreno de lo económico Colombia no las tiene hoy todas consigo. Poco importa que la razón sea que los temas económicos pasaron a un segundo plano durante los ultimos mas dedos años mientras el presidente se dedicaba por entero al tema de gestionarle una paz duradera a su país y en ello invirtió lo mas claro de su tiempo.
La administración Santos nunca reconocerá la desviación deliberada de su atención de las variables que hacen moverse al país, en favor de las tratativas de La Habana. Por el contrario, le sacará gran partido al dramático hecho - incontestable por demás- de que los precios del petroleo se vinieron al suelo sin que Colombia tuviera ni arte ni parte en el asunto. Tambien argumentarán que la caida de las importaciones venezolanas penalizaron de manera determinante a la nación neogranadina.
Pero de lo que no se salva este gobierno es de capitalizar hasta la última de las culpas por la lesión inmensa que le propinó al sector industrial- bastión de la actividad economica del país- al haberlo vaciado de las utilidades que le correspondian en los ultimos dos años, a traves del cobro de colosales impuestos que se llevaron en las astas dos terceras partes de lo que esté produjo como beneficio. Todo ello en momentos en que el esfuerzo empresarial ha sido monumental. Como si eso fuera poco para la Colombia industriosa, no solo el país ha comenzado a importar menos de lo que exportan sino que además el consumo se ha contraído en espera de los escenarios que se presentarán con la nueva paz que anhelan todos y en la que no creen muchos .
El caso es que en este año 2015 el encogimiento del país vecino, quien ha sido un ejemplo portentoso de crecimiento en el pasado, alcanzará a su PIB en dólares en una proporción lamentable. El conjunto de lo que se produce en Colombia este año será 13% inferior en divisas al año que pasó. Las cifras no son las oficiales, claro está, porque toda cifra macro en pesosse presta para sabios maquillajes. Estos números son la cruda realidad que presenta el FMI y el Banco Mundial aunque el gobierno proclame que el crecimiento en pesos rondará este año 3%. Tambien los organos internacionales vaticinanun déficit del 6,2% en cuenta corriente, es decir, un hueco a cubrir de 20.000 millones de dólares.
Si además, como consecuencia de los acuerdos de paz, el narcotráfico dejase de contaminar a la economía vecina a través de canales que nunca se ha sabido bien como operan, pero que sin duda tienen lugar, no se le augura a los colombianos un ambiente económico promisor. Bien por el contrario, con una deuda que se ha montado hoy en 108.000 millones de dólares, su servicio penalizará grandemente a la nación por el oneroso costo que representa para ésta y para las generaciones futuras.
Lo que queda claro al mirar a esta Colombia menos pujante y económicamente emproblemada, es que la apuesta de Juan Manuel Santos por una paz necesaria, debe ser calibrada en más de un terrero. Esta apuesta dejará un saldo económico duro de asumir por parte del país que regresará a la calma, Dios mediante. Pero la recuperación se manejará con losguerrilleros legislando en el Congreso y eso, también, debe ser evaluado.
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