Pedro Luis Echeverria
Maduro, haciendo como si de verdad
gobernara, en las postrimerías de su desesperada gestión se ha dedicado a
amenazar al país con frases que reflejan su talante no democrático y su
eventual disposición a desconocer el abrumador triunfo, en las próximas
elecciones parlamentarias, de quiénes lo adversamos.
Sus "como sea" y la
"revolución entrará en otra etapa" son pamplinas; para pensar que
ello pueda significar algo requiere un liderazgo del que usted carece y un apoyo
popular que tampoco tiene, el 80% de rechazo a su gestión, como lo indican los
sondeos de opinión, constituye un poderoso mentís a sus angustiadas
elucubraciones golpistas. Convénzase, Señor Maduro, que usted no tiene como, ni
con qué, realizar tan descabellada acción. Muy pocos, por no decir nadie, lo
acompañarán; ni al interior del PSUV, ni en la FNB y, mucho menos en el sufrido
pueblo venezolano, encontrará usted aliados dispuestos a secundar tan
disparatadas intenciones.
El descrédito político del que usted
disfruta y que se ha ganado con creces a lo largo de su errática, corrupta e
ineficiente administración, las sandeces que constituyen el contenido
fundamental de sus inútiles y fastidiosas peroratas y las demagógicas promesas
que no cumple, han sido y serán los factores que lo inhabilitan para ser un líder
de fuste, determinante para que, bajo su influjo y dirección, se puedan
concretar sus inalcanzables pesadillas. Seguramente, la historia contemporánea
de Venezuela lo registrará como el más fracasado e inepto ocupante de la silla
de Miraflores. Lo poco que usted es, no lo ha logrado por méritos propios, el
arbitrario dedo del eterno y gran
farsante ha sido lo que le ha permitido alcanzar la posición que actualmente
ocupa. Como diría un aficionado al Baseball, usted no tiene "nada en la
bola". Dedíquese en el tiempo que le queda en el gobierno a reflexionar fría,
objetiva y profundamente sobre el enorme daño que su malhadado régimen le ha
causado al país y prepárese a enfrentar las responsabilidades que sus
desaciertos reclaman. Tenga un poco de cordura y acepte lo que es irremisible:
el 6D, su régimen recibirá de los venezolanos un caudal de votos en su contra
que reflejan el deseo de cambio, la certeza que 16 años de horror y penurias
han de terminar y el enorme y profundo hastío que tenemos de usted y de todo lo
que usted representa. Por favor no siga jugando con fuego con sus balandronadas
y piense que el mejor servicio que usted
le pueda rendir a la Nación, es acatar lo que la voluntad popular expresará, el
día aludido, en las urnas de votación.
Finalmente, no olvide que la falta de
credibilidad y sindéresis en sus palabras y realizaciones, lo han aislado de la
comunidad internacional, para ellos, usted representa el arquetipo
latinoamericano del rotundo fracaso de un modelo económico y político que
dispuso de enormes recursos de todo orden, pero que fue dilapidado por la
incompetencia y corrupción. Sus
"amigos" de otrora lo han abandonado a su triste suerte, ninguno hará
nada por ayudarle; usted no los convence por lo vacío y estólidos que son sus
argumentos y porque no tiene formación, chequera, obra, ni trayectoria que lo
respalden.
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