ANGEL OROPEZA
Señor presidente:
Sabemos que no pasa usted por su mejor momento, pero nuestro deber como asesores es tratar de sugerirle algunas ideas para minimizar los daños del vendaval popular del pasado domingo 6. Para eso nos pagan, y aunque es difícil después de tan contundente derrota, trataremos de hacer nuestro mejor esfuerzo.
1) Lo primero es inventarnos unas nuevas consignas para poder sustituir a las otras, que no sólo están ya gastadas sino que además resultaron ser pavosísimas. Es importante enseñarles a los ministros y a los que todavía asisten a nuestras reuniones nuevos griticos para darnos ánimo, por aquello de que silbar en la oscuridad a veces resulta. Proponemos cosas como “La patria no se vende, la patria se defiende”, o “Y más, y más, y más revolución”. Nosotros repartiremos papelitos entre los asistentes para que parezca espontáneo. Mientras, usted ensaye en el espejo y trate de creérselas.
2) Hay que insistir que se perdió por culpa del pueblo bruto que se dejó engañar, y no por nosotros que no sabemos gobernar. Habrá quien se pregunte que por qué cuando ganábamos era gracias al pueblo sabio y soberano, y cuando perdemos el pueblo entonces es bruto y engañado. Pero no le conteste, presidente. Amenácelo con cárcel por pensar mucho y ya.
3) La MUD fue más inteligente que nosotros y nos ganó con su estrategia de despolarización y de no caer en la agenda política. Es necesario que volvamos a lo nuestro y tratar de repolarizar urgente al país. Hay que vender que sólo existen dos caminos, y que la lucha es entre sólo dos facciones políticas. Si no tenemos éxito en esto, la MUD seguirá convenciendo a la gente que la única polarización que existe es entre la mayoría que es víctima de la crisis y los poquitos que estamos viviendo de ella. Y esto no podemos permitirlo. ¡Hay que polarizar y radicalizarnos! Además, si lo hacemos, no faltarán algunos opositores y hasta dirigentes que caigan en nuestro juego, y así los debilitamos.
4) Hay que hacer que el pueblo sufra. No sólo para que aprenda, sino para poder culpar a la oposición por ello. Tenemos que decirle: “Ah, ¿estás sufriendo? Quién te manda a votar por ellos?”. Hay que poner a la gente a hacer más cola, que no consigan nada, que la plata les alcance menos y que pasen bastante trabajo. Y todo el tiempo repitiendo: “Esa es la consecuencia por habernos traicionado”. Alguno se lo creerá.
5) Invente que la MUD viene con un plan macabro. Fabule que van a eliminar las misiones, quitarle lo poquito que todavía le queda a la gente, o cualquier fantasía que se le ocurra. Póngalos a la defensiva, trate de quitarles la iniciativa de la agenda, para que pierdan el tiempo teniendo que desmentir. Ese discursito de Chuo de que se acabó la campaña electoral y ahora comienza la campaña social, es muy peligroso para nosotros y para nuestros reales.
6) Dígale a Diosdado que perdieron los dos, y no usted solo. Ordénele que aproveche los pocos días que le quedan al frente de la moribunda, para tratar de amarrarnos algunas garantías. Sabemos que las lealtades posmorten no duran mucho ni son muy confiables, pero alguna esperanza hay que tener.
7) Recurra a los mitos de nuestro imaginario. Hable de un nuevo 4 de febrero. Eso a lo mejor emocionará a alguno de los nostálgicos. Grite siempre, alce la voz, amenace. Que le crean valiente y fuerte. Eso es una buena forma que no vean lo asustado que sabemos que está. El gentío que votó por el cambio no se comió nuestras amenazas, ni siquiera la estrategia aquella que inventamos del “como sea”. Pero quien quita que esta vez sí se asusten.
Mucha suerte, presidente, porque le va a hacer falta. Este pueblo resultó mucho más maduro e inteligente de lo que creíamos. Lo ideal sería que cambiásemos nosotros antes que nos cambien. Pero como eso va a difícil, intentemos primero con los consejos de arriba. Y que el diablo se apiade de nosotros.
Atentamente. su consejo asesor.
@angeloropeza182
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