ENRIQUE VILORIA
Cualquier
preponderancia de la fantasía sobre la razón es un grado de locura.
Recordemos que la comuna - en su acepción original - era una organización política popular,
de carácter local, basada en principios de cooperación y transparencia; donde los delegados eran elegidos por sufragio
universal por un tiempo fijo, pudiendo, sin embargo, ser revocados en cualquier
momento. Tanto comunistas,
como socialistas
de ala izquierda, anarquistas y otros movimientos revolucionarios,
concibieron a la comuna como la base de un modelo de sociedad libre que se instauraría una vez que las
masas se independizaran del capitalismo:
una sociedad basada en una democracia participativa efectiva y eficiente.
Nuestra excelsa y original revolución, los socialistas del siglo
XXI, han dado un paso más allá - como es de usanza - en su fervor bolivariano, ahora
la comuna no será local sino nacional,
intercontinental, planetaria y sideral. En efecto, los continuos
desvaríos de nuestros descabellados e inmaduros dirigentes revolucionarios
propugnan, a mazo limpio, a perorata interminable y a macha martillo, que la
comuna será la base de todo lo conocido y por conocer.
Ya han contratado, - en
euros - con los asesores españoles de turno, los estudios necesarios para la Revolución Mundial
Comunal del siglo XXI. Las pautas que
les han dado a los poderosos podemistas son simples: acabar con todas
las instituciones capitalistas e imperialistas y sustituirlas por la perfecta e
impoluta organización comunal que tanto éxito viene teniendo en la Bolivariana Patria ,
dechado de eficiencia socialista y felicidad suprema.
De esta forma el FMI será ahora el Fondo Comunal Internacional, la ONU ya no estará integrada por
los 190 y tantos países que la componen, dejarán de existir, la Magna y Soberana Comuna
Nacional será la gran unidad político – territorial del socialismo mundial del siglo XXI. La INTERPOL será disuelta
para denominarse la COMUPOL
que integrada por representantes de las comunas de los colectivos armados
nacionales que tendrán a su cargo la lucha contra el tráfico de drogas, el
blanqueo de capitales y la corrupción.
Ya nuestros comuneros socialistas están tomando cursos avanzados
en la UNEFA
para ser los pioneros astronautas bolivarianos que llevarán la Buena Nueva , la Epifania del siglo XXI a
los mundos por descubrir e ideologizar. En fin, muy a nuestro pesar, con
Nietzsche constatamos:
“La demencia en el individuo es algo raro; en los grupos, en los
partidos, en los pueblos, en las épocas, es la regla”.
COMUNA
PARLAMENTARIA Y PLANETARIA ¡VENCEREMOS!
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