Comento un par de cosas que nos dejó este período de asueto de Semana Santa.
Una comunidad apacible es la del sector El Playón vía Páramo de La Culata, en Mérida. Una comunidad tranquila, como toda la que habita la zona. Una comunidad de gente amable y calurosa, a pesar del frío reinante.
Una comunidad acostumbrada a recibir turistas. A darles calidad de servicio y hacerles disfrutar de días agradables.
Una comunidad que ante los atropellos, sacó las garras de la corajuda estirpe gocha, y decidió hacerse respetar.
Las consecuencias: las autoridades, comandadas por una Guardia Nacional más devaluada que nuestra moneda, los agredió con bombas lacrimógenas y armas.
¿A quién defendían? ¿De dónde venían las órdenes? Solamente responder que entre el grupo de "turistas" malvivientes se comenta que se encontraba una miembro (¿o será miembra...?) del entorno familiar de la esposa de quien todavía funge con el título de Presidente de la nación venezolana.
Es el abuso de poder al que han estado acostumbrados a ejercer durante los últimos 17 años. Con razón ya nadie en Venezuela los quiere.
En otro plano, el país se enrrumba hacia un posible apagón. Mejor dicho, la mamá de los apagones.
Años de negligencia, ineficiencia, falta de mantenimiento y rampante corrupción nos pueden pasar a los venezolanos una factura de dimensiones trágicas nunca vistas.
Sobran los estudios y los análisis de expertos que indican que el chavismo-madurismo no se ocupó del tema eléctrico. Las inversiones necesarias nunca se hicieron. Cero previsión. Total improvisación.
Se crearon cosas con rimbombantes nombres como "Ministerio del Poder Popular para la Energía Eléctrica", "Estado Mayor Eléctrico" y "Misión Eléctrica Venezuela". Palabras impactantes sin sustancia real. ¿Resultados positivos? Ninguno.
Le echaron la culpa a los "golpes eléctricos" y a las iguanas por los constantes apagones. Mentiras.
La bandita de los "bolichicos" hizo de las suyas, estafando a la nación al serles asignados a dedo contratos multimillonarios en dólares para construir plantas termoeléctricas con ingentes sobreprecios.
Otro de los responsables de esta debacle logró un plácido destino: Embajador de Venezuela en Austria. Clásico ejemplo de los premios que el chavismo otorga a sus ineficientes y corruptos.
Ante la Asamblea Nacional, hace días el Vicepresidente Aristóbulo Istúriz insistió que para derrotar la escasez, lo clave era producir más.
Bien, pues en la acostumbrada coherencia a que nos tiene acostumbrados el régimen chavista, el gobierno decretó feriados toda la Semana Santa. Es decir, cero producción.
¿La excusa? "ahorrar" electricidad. ¿El resultado? Ya lo dijo el Viceministro de Energía: el consumo eléctrico no se redujo. Al menos, gracias por su sinceridad, Sr. Viceministro.
Las lluvias no se pronostican en lo inmediato. La cota del embalse que alimenta la Central Hidroeléctrica de Guri - la cual junto con otras centrales del Bajo Caroní proporciona el 60% de la energía del país - está descendiendo a niveles alarmantes, nunca vistos.
Si Guri se llega a paralizar, la amenaza de un apagón total del país por tiempo indefinido es una posibilidad real. Las consecuencias podrían ser terribles. El país a oscuras.
Sin embargo, bajo un régimen oscurantista venimos viviendo los últimos 17 años. El apagón que realmente el país está esperando con ansias es el de este repugnante gobierno.
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