domingo, 29 de mayo de 2016

EL PAÍS QUE UNA VEZ LLEGAMOS  A SER


Rafael Palacios/ Humberto Cedeño

Augusto Mijares, Ministro de Educación del gobierno de Delgado Chalbaud, quien además fue citado por el difunto en el 2012 momentos antes de su muerte, llegó a decir que muchos venezolanos veían a su país con el lente desdeñoso del turista. Mijares, quien gozaba de irrefutable optimismo, opinaba que nadie emitía una palabra de aliento ni aún de sano nacionalismo con respecto a Venezuela.
Como Mijares muchos otros venezolanos no vieron que Pdvsa, después de 25 años de haber sido fundada (1976) llegó a ser considerada por The Economist como la empresa petrolera estatal mejor gerenciada del mundo. Uno de sus Presidentes, Luis Giusti, fue nombrado en 1998 - en lugar del atleta del año - el "Ejecutivo Petrolero del Año” a nivel mundial. Para esa época Pdvsa llegó a estar en capacidad de estimular la creación de hasta 1 millón de empleos indirectos y junto a sus socios privados adquirió cerca de 12 millardos de dólares en bienes y servicios producidos en el país.
Entre 1930 y 1960 -  gracias al petróleo - el crecimiento económico anual del país rondaba 5%. Eran evidentes los progresos en materia de salud, educación, desarrollo urbano e industrial. Se creaban en Venezuela algunas bases para la transformación hacia un país moderno. Muchos de los logros en el campo de la infraestructura y en la formación de profesionales de alto nivel se alcanzaron entre las décadas de los ochenta y los noventa.
Aunque eran años caracterizados por los precios bajos del petróleo Pdvsa poseía una estructura administrativa eficiente, la actividad de exploración de petróleo aumentó considerablemente y la empresa llegó a contar con su propia flota de tanqueros. Según Calderón Berti, en la época de la Guerra fría, Pdvsa llegó a poseer junto con la Unión Soviética y los Estados Unidos una de las industrias del petróleo más complejas y modernas del mundo (12 refinerías, más de 60 plantas de inyección de gas, numerosas plantas de inyección de vapor y más de 40 mil Km. de oleoductos). El potencial de la industria le dio al país la posibilidad de fortalecer la Organizacion de Países Exportadores de Petróleo. Según la revista Resumen, publicada a principios de 1981, Pdvsa llegó a adquirir cerca de $1.500 millones en material y equipos, de los cuales 50% fueron generados en territorio venezolano. Se demostraba así la existencia de un conjunto de capacidades tecnológicas endógenas que fueron desarrolladas tanto al interno como al externo de Pdvsa.
En el 2003 aún con la situación conflictiva en el escenario político y donde se despidieron cerca de 20.000 empleados de muy alta calificación, Pdvsa fue considerada la segunda mejor empresa petrolera a nivel mundial. Pequiven, filial de  Pdvsa -  en palabras de Alí Rodríguez - fue la responsable de que en medio de la caída de los precios del petróleo en 1998, la crisis económica del país no haya sido “catastrófica”. Pequiven generaba un gran volumen de exportación de productos petroquímicos y derivados. 
Policarpo Rodríguez, venezolano y experto en petróleo, señalaba que Pdvsa logró transformarse en una empresa de primer orden a escala mundial. Pero más resaltante aún fue el hecho, de que el Estado venezolano con respecto a Pdvsa, actuaba con la lógica de un Estado empresarial; un Estado que había generado las condiciones para hacer de Pdvsa una empresa productiva, tecnológicamente capacitada y capaz de enfrentar tanto el actual dinamismo de la industria del petróleo con precios bajos, como afrontar los desafíos ambientales y los cambios tecnológicos. Intevep empresa de servicios tecnológicos, fundada también en 1976, llegó a producir cerca del 100% de las patentes otorgadas a Pdvsa.
Ciertamente, antes de 1999, se cometieron muchos errores. Pdvsa no transformó el rentismo petrolero en diversificación económica y productiva. Tampoco generó las bases para que el país desarrollara nuevos patrones de crecimiento, tal y como hoy son visibles en países con gran desarrollo energético y más penoso aún, en países que nunca produjeron una sola gota de petróleo. Aún así, es irrefutable que los tiempos de la cuarta – tal y como algunos los llaman - fueron los mejores tiempos que vivió Pdvsa. Hoy, Pdvsa produce menos petróleo que antes, importa combustibles y derivados desde Estados Unidos para el abastecimiento interno y encarga despachos desde Argelia, Nigeria y Angola. Pdvsa, de acuerdo a la lista Forbes del 2015 se ubica en el lugar 19 de las empresas petroleras y gasíferas detrás de Petrobras y Pemex.
Hoy, más allá de vanagloriarnos de ser un país con las mayores reservas de petróleo del mundo (más de 300 millones de barriles) no es posible decir algo más. El Estado acabó con lo que fue PDVSA y también acabó con los visionarios; con los de adentro y también con los de afuera.

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