EDUARDO FERNANDEZ
Hay cosas que son urgentes. Otras son importantes. Algunas son urgentes e importantes. En el caso de la Venezuela actual, hemos llegado al punto de que nada es más importante que la comida. Hay mucha gente en Venezuela para quien el tema de la comida se convierte en una angustia agónica. Hay muchos venezolanos que están sustituyendo una o dos comidas al día por mangos. Hay una inquietud generalizada y creciente por el asunto de satisfacer la más básica de todas las necesidades que es la comida.
Nada hay más urgente que resolver ese problema que está estrechamente vinculado con el tema del abastecimiento.
No tenemos comida por varias razones. En primer lugar, porque de una manera deliberada y consciente se destruyó el aparato productivo interno incluyendo a todo el sector agropecuario. En segundo lugar, porque el gobierno aprovechó la bonanza fiscal que resultó del aumento del precio del petróleo en los mercados internacionales, para comprar en el exterior todo lo que se necesitaba para la alimentación del pueblo venezolano. Ahora que, como era previsible, cayeron los precios del petróleo, nos encontramos con la dura realidad: no podemos alimentarnos con la producción interna porque se destruyó el aparato productivo y no podemos comprar los alimentos que necesitamos en el exterior porque se despilfarraron los dólares que teníamos y ya no tenemos más dólares, ni para pagar lo que ya nos comimos ni para comprar lo que necesitamos comernos en los próximos días, semanas y meses.
Lo que decimos de los alimentos puede decirse también de las medicinas, de todo lo que necesitamos para nuestra salud y de todos los insumos que requerimos para tratar de restablecer el aparato productivo venezolano que a duras penas habíamos logrado construir.
El tema del abastecimiento de los artículos fundamentales para la existencia misma es urgente e importante. No aguanta más dilaciones. Exige un cambio radical en la actitud del gobierno y en las políticas públicas. No se podrá resolverse sin financiamiento externo y ese financiamiento no lo vamos a obtener sin un cambio radical por parte del gobierno o en el gobierno mismo. Lo mismo podríamos decir en materias básicas para la existencia humana como el servicio de agua, de electricidad, y de seguridad.
Hay problemas políticos que pueden resolverse dentro de algún tiempo. Hay problemas existenciales que son importantes y urgentes y que tienen que resolverse, ¡ya!
Seguiremos conversando
Eduardo Fernández
@efernandezve
Nada hay más urgente que resolver ese problema que está estrechamente vinculado con el tema del abastecimiento.
No tenemos comida por varias razones. En primer lugar, porque de una manera deliberada y consciente se destruyó el aparato productivo interno incluyendo a todo el sector agropecuario. En segundo lugar, porque el gobierno aprovechó la bonanza fiscal que resultó del aumento del precio del petróleo en los mercados internacionales, para comprar en el exterior todo lo que se necesitaba para la alimentación del pueblo venezolano. Ahora que, como era previsible, cayeron los precios del petróleo, nos encontramos con la dura realidad: no podemos alimentarnos con la producción interna porque se destruyó el aparato productivo y no podemos comprar los alimentos que necesitamos en el exterior porque se despilfarraron los dólares que teníamos y ya no tenemos más dólares, ni para pagar lo que ya nos comimos ni para comprar lo que necesitamos comernos en los próximos días, semanas y meses.
Lo que decimos de los alimentos puede decirse también de las medicinas, de todo lo que necesitamos para nuestra salud y de todos los insumos que requerimos para tratar de restablecer el aparato productivo venezolano que a duras penas habíamos logrado construir.
El tema del abastecimiento de los artículos fundamentales para la existencia misma es urgente e importante. No aguanta más dilaciones. Exige un cambio radical en la actitud del gobierno y en las políticas públicas. No se podrá resolverse sin financiamiento externo y ese financiamiento no lo vamos a obtener sin un cambio radical por parte del gobierno o en el gobierno mismo. Lo mismo podríamos decir en materias básicas para la existencia humana como el servicio de agua, de electricidad, y de seguridad.
Hay problemas políticos que pueden resolverse dentro de algún tiempo. Hay problemas existenciales que son importantes y urgentes y que tienen que resolverse, ¡ya!
Seguiremos conversando
Eduardo Fernández
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