miércoles, 26 de abril de 2017

DECLARACIÓN DE 7 VENEZOLANOS EN MIAMI: VENEZUELA REQUIERE SOLIDARIDAD EFECTIVA


En este mes de abril, el mundo está siendo testigo de la valiente resistencia de los venezolanos ante una de las peores satrapías que azotan al mundo hoy. Gente sencilla, pacífica, solidaria y hasta inocente, enfrentada en cada espacio de su territorio a un poder transformado en pandilla criminal que persigue y asesina a sus opositores mientras ejecuta el mayor saqueo de propiedad del que se tenga noticia en América latina, con nexos comprobados con el narcotráfico y el terrorismo internacional. Impostores que apelan a la soberanía nacional para ocultar su abyecta sumisión a una tiranía extranjera, asentada en La Habana.

La destrucción económica sembrada por Hugo Chávez y cosechada por Maduro ha conducido a la población a una tragedia humanitaria sin precedentes. Nuestro pueblo la ha resistido con sorprendente paciencia y vocación de paz; y en esta primavera, cuando las atrocidades del poder han devenido extravagantes, se ha echado a las calles a protestar en forma pacífica, con dignidad y determinación. Venezuela clama el derecho de votar libremente para decidir su destino, ante un hegemón que se vale de los más crueles expedientes para atornillarse en el poder.

El heroísmo de los venezolanos ha merecido la simpatía del mundo entero. Estadistas y ciudadanos comunes, intelectuales, artistas, deportistas, académicos, instituciones y medios de comunicación expresan desde todo el planeta su admiración y piedad por la causa de nuestro pueblo. Mas toda esa solidaridad resulta insuficiente para mover la soldadura de Maduro y sus secuaces con el poder. Cuando se requieren resoluciones concretas que ejerzan presión real, la conducta de los estados y organismos internacionales no logra trascender el plano retórico. La ejemplar dignidad del Secretario General Almagro luce solitaria en una OEA postrada por la insuficiencia de votos, la oratoria sin fin y las vaguedades procedimentales. Mercosur y Unasur –donde existe mayoría de votos para tomar acciones severas- se mantienen en una prudente observación; esta última no ha sido capaz de desmantelar o corregir la sesgada “misión negociadora” armada por el régimen con la cooperación de Samper, Zapatero, Fernández y Torrijos. Todo apoyo internacional a nuestra causa termina con el ritual llamado a un diálogo que ha demostrado ser tramposo e inconducente.

Pese a todo, Venezuela luce sola en su trágica circunstancia. Las demostraciones de dignidad de la sociedad civil y los dirigentes políticos que cada día reportan valientemente los periodistas, la pérdida de vidas y de libertad, el valor demostrado por nuestras mujeres, tantas lágrimas impotentes, el insondable sufrimiento acumulado, no logran conmover la flema de los militares venezolanos, cuya responsabilidad constitucional es, en primer lugar, proteger a la patria de toda agresión y amenaza. Y qué más patria que los hijos de la patria, sus jóvenes asesinados y heridos a diario por bandas paramilitares armadas por la dictadura. Entre los venezolanos se ha hecho normal el cálculo del número de muertes que hacen falta para que la Fuerza Armada intervenga en favor del pueblo inerme. Pues bien, dígase de una vez cuántos cadáveres de jóvenes y niños hacen falta en nuestras calles para poner fin a la tragedia; así cada quién sabrá si está en condiciones de ofrecer el sacrificio. Y no estamos pidiendo un golpe de Estado. Con firmeza les requerimos que acompañen al pueblo civil en la tarea histórica de reestablecer la Constitución, abolida por una dictadura desalmada.

Quizá, los venezolanos podamos ganar la libertad sin los apoyos que aquí estamos reclamando. El precio sería devastador en términos de sangre, destrucción, sufrimiento y sobre todo de caos e ingobernabilidad para los próximos años. Pero de ahí nos levantaremos, dignos y renovados, a reconstruir nuestro amado país. Serán otros los que no podrán mirarnos a los ojos.

7 Venezolanos en Miami

Alexis Ortiz - Abel Ibarra - Horacio Medina - José Antonio Colina José Hernández - Joaquín Pérez Rodríguez - Thaelman Urgelles

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