EWALD SCHARFENBERG
EL PAÍS
La ex Defensora del Pueblo de Venezuela, Gabriela Ramírez Pérez, difundió este domingo por Facebook una declaración en la que rechaza el llamamiento del Gobierno para una Asamblea Nacional Constituyente (ANC).
Ramírez, exdiputada por el oficialista Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), tuvo a su cargo la Defensoría desde 2007 a 2014, cuando fue relevada por el actual ombudsman, Tarek William Saab.
Es la quinta personalidad que en pocos días se expresa desde el seno del chavismo contra la convocatoria hecha por Nicolás Maduro y en la que su Gobierno parece haber puesto todas sus esperanzas de supervivencia frente a la aguda crisis socioeconómica y de gobernabilidad que atraviesa Venezuela.
Los pasados jueves y viernes se conocieron las discrepancias frente a la iniciativa gubernamental de tres magistrados del Tribunal Supremo de Justicia y de una influyente ex ministra de Hugo Chávez.
En su manifiesto en las redes sociales, la ex defensora del Pueblo aseguró que "ninguna asamblea puede catalogarse como Constituyente si primero no bebe de la soberanía popular. Sus bases comiciales deben pasar por la aprobación universal y directa de todo el país".
Los dardos críticos lanzados desde el chavismo contra la Constituyente apuntan a la renuencia del Gobierno a llamar a un referendo consultivo sobre la puesta en marcha de la asamblea. Hugo Chávez llamó a referendo en 1999, cuando impulsó una Constituyente, así como en 2007 y 2009, cuando propuso reformas constitucionales. En 2007, salió derrotado.
El Gobierno teme que su propuesta de Constituyente sea derrotada en las urnas, tal como anticipan los estudios de opinión. Por ello, busca eludir ese requisito y descarga sobre los asambleístas la decisión de si votar o no el texto constitucional resultante. A pesar del intento, la explícita omisión de las formas no ha sido bien recibida al interior del chavismo, donde ya nada puede contener las expresiones de descontento que empiezan a brotar en público.
El miércoles pasado, durante el acto de firma por parte del presidente Maduro del decreto de las llamadas "bases comiciales" de la Constituyente, Elías Jaua, ministro de Educación y jefe de la comisión nombrada por Maduro para impulsar el proceso constituyente, dijo que la asamblea solo podría ser adversada por "los reaccionarios, los conservadores y los reformistas". Al día siguiente, en otro evento, advirtió sobre los daños que podrían generar "las exquisiteces jurídicas del iluminismo de izquierda", en una alusión al ala del chavismo que se resiste a cohonestar la huida hacia delante de la Constituyente.
A Jaua le respondió desde Twitter el politólogo Nicmer Evans, una de las caras visibles del movimiento Marera Socialista –escisión por la izquierda del oficialismo–, quien este domingo, al enterarse de la denuncia de la ex defensora del Pueblo, escribió: "Confío en que el goteo institucional erosione, junto a la protesta, la negociación y el surgimiento de nuevos actores, al autoritarismo".
"Si tanto la consulta de elaborar una nueva Constitución como su texto íntegro fueron sometidos a referendo popular en el año 1999, fustigando el pasado absurdo en el que una cúpula se encerraba a pensar cómo creían ellos que nosotros queríamos ser gobernados, ¿no es acaso una regresión en materia de Derechos Humanos retornar a esa práctica?", reflexiona la ex defensora, Gabriela Ramírez, en su escrito dado a conocer este domingo.
Ramírez no ahorró críticas a la actuación ante las recientes protestas callejeras de su sucesor, Tareck William Saab, a quien señala como alguien "que parece más interesado en defenderse a sí mismo que al pueblo".
A pesar de las tensiones que el llamamiento ha generado y la amenaza de que estas fracturen al chavismo, el Gobierno está convocando a que el próximo miércoles y jueves se registren en línea aquellos ciudadanos que deseen postularse como candidatos a diputados de la Asamblea Constituyente. Para tal fin, el Consejo Nacional Electoral (CNE), controlado por el Gobierno, pondrá a disposición del público una planilla electrónica.
El CNE ya ha anunciado que se dispone a celebrar las elecciones para la Asamblea Constituyente a fines del próximo mes de junio.
En las bases comiciales dadas a conocer el pasado miércoles, promovidas por el Ejecutivo de Nicolás Maduro y ya aceptadas por el CNE, se establece explícitamente que los candidatos a diputados constituyentes no representarán ni serán propuestos por partidos políticos, sino que podrán postularse por sí mismos o a través de grupos de electores. El Gobierno intenta hacer desaparecer las siglas de partidos para desorientar al electorado y con ello ampliar las oportunidades para dominar las curules en la asamblea. De acuerdo a la mayoría de los estudios de opinión, la intención de voto para el Gobierno de Maduro y candidatos que patrocine solo rondaría entre 20% y 30% de los votantes
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