Jose Curiel R.
¡Después de una larga noche empezó a salir el sol!
El pueblo de Venezuela en un torrente humano -un tsunami- salió el 16 de julio a decirle NO a la
dictadura comunista y SI a la nueva democracia. Un rechazo rotundo a la
constituyente propuesta por Maduro, siguiendo instrucciones de sus jefes
cubanos.
Nos mueven múltiples y poderosísimas
razones:
*Recuperar la soberanía nacional que
está comprometida por la injerencia de poderes extranjeros: rusos, chinos,
iraníes y cubanos castro-comunistas que se han apoderado de las riquezas del
país.
*Recuperar la libertad y la
democracia, cercenadas por las permanentes violaciones a la Constitución
Nacional por parte del régimen.
* Recuperar la libre elección a punto
de ser abolida por el intento constituyente, instaurando un régimen
fascista-comunista que niega el voto a los ciudadanos en general y los
concentra en organismos intermedios, tales como las comunas, designados desde
el poder central.
*Defender los derechos humanos
violentados permanentemente por la represión, las cárceles y las torturas que
el gobierno practica así como por el hambre y las enfermedades, que el gobierno
insensible pretende ignorar.
* Eliminar el tráfico de drogas y la
corrupción. Bajo el régimen de Chávez-Maduro nuestro país se ha convertido en
puente hacia otros países del 20% de la cocaína producida en Colombia, con
participación activa, se señala, de altísimos personajes de esta
administración.
*Evitar que Venezuela se siga
convirtiendo en centro de propagación del marxismo en el continente, financiado
con recursos que el gobierno le niega al pueblo, pudiendo establecerse aquí bases
militares de naciones comunistas que serían amenaza para otros países del área.
*Por último, pero no de último,
lograr la reconstrucción moral y material del país, que ha sido destruido
económica, social y políticamente.
La próxima administración democrática
debe sacar a Venezuela de la terapia intensiva en que se encuentra, ponerla a caminar
y posteriormente a correr. La nación cuenta con múltiples recursos, entre otros,
petróleo, minería y posibilidades agrícolas e industriales que pueden ser
desarrollados con el valioso personal que hay en nuestro territorio, así como
con la colaboración del múltiple talento de compatriotas que han emigrado y que
esperamos podrán regresar.
¿QUÉ HACER?
La Mesa de la Unidad Democrática y
otras instituciones nacionales y extranjeras han preparado muy valiosos diagnósticos
y recomendaciones importantes para tal propósito que hay que aplicar.
El punto está en la urgencia del
caso. La nueva administración se encontrará con un país devastado. ¿Qué va a hacer el próximo
presidente al no más encargarse? Debe tener clara una hoja de ruta. Unas prioridades,
urgentes no, URGENTÍSIMAS, para evitar un caos y pueda peligrar la estabilidad
del gobierno.
Me permito señalar algunas:
*¿Cómo pagar a los millones de empleados públicos si
el gobierno de Maduro deja las arcas vacías? Deben preverse medidas de emergencia.
*Debe tenerse listo un plan de emergencia
de alimentos y medicamentos, aceptando de inmediato la ayuda humanitaria que
han ofrecido diversos países e instituciones. En las escuelas garantizar el
suministro de al menos el almuerzo a los estudiantes.
*Debe aplicarse un plan de emergencia
de empleo rápido, en particular de reparaciones de hospitales, escuelas y vías.
*Disminuir al máximo los regalos
petroleros para dedicar esos recursos a las necesidades más urgentes.
*Plan inmediato de desarme de los
grupos irregulares y paramilitares.
*Bloquear el uso de celulares en las
cárceles e instalar teléfonos públicos controlados.
Y así podemos señalar algunas más.
Lo importante es tener claro lo que
hay que hacer de inmediato y hacerlo.
¡Dios mediante pronto brillará el sol en lo alto
del cielo!
JOSE CURIEL R
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