viernes, 11 de agosto de 2017

Ajustar la estrategia y unir al país



SIMON GARCÍA

No existen motivos objetivos para el desánimo. Aunque se encuentre gente, más de la deseable, que se siente derrotada. Muy curiosamente debilita su voluntad de rescatar la democracia y dirige sus ataques contra dirigentes de la MUD. Transmiten una pérdida de confianza en las posibilidades de cambio, haciendo lo que quiere Maduro, que desarma espiritualmente a la oposición.
La insatisfacción con nuestros avances es un tobogán por el que tiramos al suelo importantes logros. Al desvalorizarlos concedemos una ventaja a la maraña de intereses que están constitucionalizando fraudulentamente una dictadura.
La MUD, la oposición existente más allá de ella y la resistencia del conjunto de la sociedad contra la cúpula militar civil simbolizada en Maduro, no sólo se han fortalecido sino que han protagonizado la protesta con más duración y más gente de todo el planeta en el siglo XXI. Una  admirable gesta llevada a cabo frente a la represión brutal de un gobierno ocupado en un mismo objetivo: perpetuarse en el poder y seguir disfrutando de sus privilegios a costa del hambre, el empobrecimiento y la explotación de la población.
La épica que hemos vivido ha contado con diputados, dirigentes de la MUD y jóvenes sin adhesión partidista que han estado, a riesgo de su vida, en la primera fila de la acción. Se ha comenzado a combinar una dirección política (MUD), una dirección institucional (AN) y una dirección de la sociedad civil (Comité de Defensa de la Constitución). Una conquista valiosa que hay que ampliar, principalmente hacia las expresiones provenientes del chavismo, consolidar y dotar de un programa que satisfaga las aspiraciones de quienes se han movilizado día tras día durante más de 4 meses.
Hay problemas que debemos dedicarnos a superar: convertir a marchas y trancas en modalidad exclusiva de la presión pública; el casi inexistente legado organizativo de las formidables manifestaciones; la ausencia de vínculos con las calamidades sociales y los débiles esfuerzos por desarrollar el carácter pacífico de la lucha mediante nuevas formas.
Una parte de la dirección volvió a prometer el derrocamiento de Maduro y a levantar la ilusión de que se evitaría la instalación de la fraudulenta ANC. La prédica extremista de esta parte de la dirección, que llegó a ser preponderante en la MUD, fue derrotada por los hechos.  Esta es la raíz de la frustración que ha golpeado a sectores del movimiento.
Pero si uno examina la situación de la cúpula de poder, a pesar de su aparente fortaleza por el control sobre la FAN, apreciará su absoluta debilidad estructural porque no podrá frenar la crisis económica y el agravamiento extremo de las calamidades de la población y porque su apelación a la represión tiene un límite. Al cerrar todos los caminos pacíficos y electorales está abriendo paso a unas primeras respuestas en el terreno militar que pueden gestar el inicio de una guerra civil. Entonces la MUD será una alternativa para unir al país.
@garciasim

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