CARLOS TABLANTE
En las últimas horas, Maduro se quitó finalmente la careta y asumió el rol de dictador con el mega fraude de la falsa constituyente y la represión desbordada y vil contra venezolanos indefensos que perdieron la vida defendiendo sus ideales.
La vuelta forzada a la cárcel de Leopoldo López y Antonio Ledezma pretende ser un mensaje de intimidación para los líderes de la oposición y para la población en general. Se equivocan. Esta nueva agresión no evitará que el pueblo de Venezuela siga en rebelión contra la dictadura de Maduro y su casta incapaz y corrupta. Todo lo contrario.
Hoy están más des-legitimados que nunca al no haber podido reunir ni siquiera tres millones de votos a pesar de todos los métodos de presión canallescos que utilizaron contra empleados púbicos y ciudadanos en general.
Sus amenazas no tendrán resultado contra un pueblo que ya se decidió a cambiar. Si algo quedó claro en la Consulta Popular del 16 de julio es el inmenso deseo de los venezolanos de superar la crisis en paz y con un proceso electoral realmente democrático, totalmente diferente a la trampa constituyente de Maduro, de la que seguramente él será la primera víctima.
Con la falsa ANC elegida ilegalmente con la vergonzosa complicidad de Tibisay Lucena y su clan del CNE pretenden darle un falso rango constitucional al Estado delincuente e inoperante que ampara la corrupción del régimen.
Una minoría, como quedó demostrado con la alta abstención del domingo, ratificó la designación realizada por la cúpula del Psuv de 545 constituyentes chimbos que tal vez representarán los intereses del partido o más bien los suyos propios y no los de la inmensa mayoría que desea la plena vigencia de la Constitución y escoger libremente un nuevo gobierno que resuelva la escasez de alimentos, medicinas y seguridad, entre otras necesidades urgentes.
Mucho se ha hablado de las conversaciones que se habrían celebrado entre la oposición y el régimen. Algunos las han satanizado, otros las ven con cautela. No es para menos. El diálogo requiere de una real voluntad política para obtener acuerdos concretos.
Como hemos dicho, el que tiene mas poder tiene mas responsabilidad. No se puede mentir con tanto descaro. Por un lado, horas antes del nuevo fraude electoral, Maduro convocaba al diálogo y a las horas ordenaba el encarcelamiento de los alcaldes Ramos y Marcano.
La salida necesita calle y diálogo verdadero.
En estos cuatro meses de lucha a pesar de que no se han logrado los objetivos es innegable que estamos avanzando hacia una gran victoria. Debemos continuar resistiendo unidos en todos los escenarios.
Cualquiera sea el desenlace de un conflicto, siempre tendrá que efectuarse una negociación. Mejor antes que después de miles de muertos como pasó en Colombia, El Salvador y Guatemala, por ejemplo.
La presión de la admirable resistencia ciudadana debe continuar para lograr el cambio hacia un gobierno de unidad nacional, con una hoja de ruta definida y sin presos políticos.
El desconocimiento de la falsa e ilegal ANC por parte de la comunidad internacional y las sanciones a Maduro y trece de sus funcionarios más cercanos es una clara señal de que el fraude no logrará sus objetivos.
Los venezolanos debemos apoyar y resistir con visión de Unidad en las trincheras de la Asamblea Nacional y la Fiscalía General, únicas instancias del Estado que están legitimadas. Desde allí tenemos que fortalecer el proceso de cambio y transición.
Ahora más que nunca, la organización y la movilización requieren de una conducción política unitaria. Debemos sentirnos orgullosos de nuestros diputados. Un nuevo liderazgo que con unidad y valentía ha puesto en evidencia a un gobierno derrotado y sin legitimidad.
En política no hay una batalla final. Seguimos en la lucha por el cambio urgente que reclama el país. Debemos perseverar con unidad y resistencia!
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