GUSTAVO LINARES BENZO
EL UNIVERSAL
Las mayores victorias de la MUD han sido en elecciones, la más reciente el plebiscito del 16J. Entonces, no parece una locura participar en otra, esta vez la de gobernadores. Para ser más precisos, no parece descabellado inscribir candidatos para esas elecciones, cosa que para nada obliga a participar, entre otras cosas porque lo más posible es que nunca se celebren. De hecho y por el contrario, si la oposición no se hubiese inscrito, las hubiera habido para mostrar al mundo 23 gobernadores chavistas.
Electoralmente hablando la oposición reina soberana. Si hay elecciones con mínimas, muy mínimas condiciones, basta un testigo por mesa, los candidatos de la democracia arrasan a tal grado que la trampa contando los votos es imposible, como se viene demostrando desde hace varios procesos. El fraude aquelárrico de las elecciones de la Constituyente sólo fue posible porque no había presencia de la oposición, que era lo que se decidió pues se trataba de un atraco a la institución del voto democrático.
La mayoría que los partidos democráticos han construido desde el 2006 para acá se encuentra en un momento estelar: los errores de un actor o candidato produce disminución de votos, pero éstos migran inmediatamente al otro candidato opositor. El voto castigo en la oposición se cambia para otro candidato de la misma oposición y nunca se le da a los candidatos chavistas.
Tan catastrófico ha sido el desempeño del gobierno, de los peores del mundo, que su expectativa de victoria electoral es mínima. Estos anuncios sobre eventuales reformas económicas seguramente serán peores que la enfermedad, pues serán más de lo mismo, controles, registros y sanciones que paralizan a los productores y los lleva a cerrar y a irse del país.
Esta catástrofe social única en el hemisferio solo la desconoce el gobierno, que vive mintiendo y creyendo sus propios mentiras. La más brutal, afirmar una altísima popularidad que lo llevaría a consolidar veinte o más gobernaciones. La verdad está muy devaluada en el mundo chavista, tanto que oyendo a los constituyentes se ven convencidos de los 8 millones de votos. En Maduro ello es notorio, cada frase es una mentira dicha con convicción, aún sabiéndose que el hecho es falso. Basta que se celebren elecciones correctas y la oposición las gana. Inscribirse era necesario para luego participar.
@glinaresbenzo
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