Ese vencimiento, junto con otro vencimiento para la semana siguiente de casi $1,200 millones tiene a los mercados en vela, especialmente ante señales de que el régimen está enfrentando dificultades en conseguir el efectivo y en contrarrestar las sanciones financieras impuestas por el gobierno estadounidense.
“Si no pagan este viernes van a haber muchas noches de insomnio para los inversionistas, especialmente durante el fin de semana”, manifestó desde Miami Russ Dallen, socio gerente de la firma Caracas Capital Markets.
“Sí llegan a pagar, entonces las fiestas van a ser espectaculares”, agregó.
Y es que aún cuando el régimen ya lleva bastante tiempo deambulando cerca del default —en medio del colapso de la economía provocado por años desacertadas políticas socialista— la situación parece estar llegando a nuevos extremos ante un recrudecimiento de la crisis de liquidez del gobierno y en consecuencia de las sanciones financieras aplicadas por Estados Unidos.
De hecho, el régimen bolivariano ya entró este mes en una serie de incumplimientos de pagos de obligaciones pequeñas pero que juntas suman $590 millones, haciendo uso del período de gracia de 30 días de esas emisiones, práctica que genera angustia entre los inversionistas pero que por si sola no activa formalmente la declaración de default.
La situación es diferente, sin embargo, con los $980 millones que vencen el viernes, y con los $1,200 millones que debe pagar el 2 de noviembre. Estas emisiones no cuentan con períodos de gracia y un incumplimiento permitiría a los tenedores de bonos a ejecutar de inmediato las previsiones legales que tienen para resguardarse.
No hay comentarios:
Publicar un comentario