GIL YEPES: O EL GOBIERNO PONE FIN A SU PROYECTO SOCIALISTA O ENTREGA LA PRESIDENCIA
José Antonio Gil Yepes, Directivo Datanálisis y analista político,
fijó posición sobre los encuentros en República Dominicana entre el
gobierno y la oposición venezolana. Mostró optimismo al decir que el
juego no está trancado, y que el régimen debe cambiar drásticamente sus
políticas económicas y las antidemocráticas dando fin a su proyecto
comunista, o tiene que entregar la Presidencia.
“La primera noticia es que el diálogo se convirtió en negociación, y
que la MUD aprendió que no podía sentarse ‘sin agenda y sin límites’,
como definió el oficialismo diálogos anteriores, con resultados
catastróficos para la oposición, particularmente el descarrilamiento del
referendo revocatorio presidencial en 2016”.
Recalcó que los opositores también han tenido el acierto de hacerse
acompañar de expertos en negociación. Y el fruto de su trabajo se está
viendo. “Una de las herramientas para conducirse en una negociación
imposible es controlar el proceso; por eso la oposición no asistió a la
primera convocatoria porque el gobierno no invitó a los cancilleres de
México, Paraguay y Chile, a quienes la oposición había solicitado para
equilibrar al grupo original de facilitadores”.
A juicio del analista, otra expresión del control del proceso es la
exigencia de una agenda clara de temas. “Esta agenda fue formulada y
contiene los cuatro requerimientos de los opositores y los dos del
gobierno. También revela una sofisticación profesional en el manejo del
proceso la utilización del método del Texto Único para llevar a cabo las
deliberaciones, el cual redactado por consenso por todos los
cancilleres mediadores, y en él se ven favorecidas las posiciones de la
oposición”.
Señaló Gil Yepes que el nudo clave a desatar en estas negociaciones
es que ambas partes quieren lo mismo: la Presidencia de la República y
así es imposible llegar a un acuerdo.
“Las opciones son, de parte del gobierno, que su interés por
mantenerse en la Presidencia se sustituya por el interés de pasarle el
manejo de la crisis a otro grupo. De parte de la oposición, su interés
por la Presidencia puede ser sustituido por el cambio de las políticas
económicas, evitando empezar a gobernar en condiciones muy riesgosas”.
En cuanto al tema de las sanciones de los EE.UU., recalcó que están
acentuando la crisis e incidiendo en la necesidad de un cambio de
políticas económicas. En este sentido, luce coherente la mayor
visibilidad que le ha dado la oposición a la exigencia en la negociación
de que se acepte la ayuda humanitaria. El cambio de políticas
económicas gubernamentales también es inducido por la necesidad de
renegociar la deuda. Esta renegociación, aunque el gobierno la ha
enfocado “de a poquito”, tendrá que ser encarada con más profundidad
porque se lo imponen la acumulación del deterioro económico, la
renuencia de los precios del petróleo a dar un salto significativo y el
desiderátum de evitar caer en default.
“Esta última condición es la que más obliga a cambiar la política
económica y se debe a que Venezuela sólo produce el 40% de los alimentos
que consume. Si el país cae en default no podría importar ni pagar
porque le serían confiscados sus bienes en el exterior para cobrarse la
totalidad de la deuda, unos US $ 120 MMM, de los cuales, al menos US $
89 MMM, vencen en los próximos 10 años”.
Finalmente manifestó que el juego no está trancado: “o el gobierno
acepta cambiar drásticamente sus políticas económicas y las
antidemocráticas dando fin a su proyecto comunista, o tiene que entregar
la Presidencia”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario