EXTERMINIO
BERNARD HORANDE
Decía el brillante novelista alemán Goethe que "el cobarde sólo amenaza cuando está a salvo".
El
desenlace que ha tenido el caso del piloto Oscar Pérez nos revela a los
venezolanos hasta dónde está dispuesto a llegar este régimen
dictatorial para mantenerse en el poder.
Le dice al mundo que para estos siniestros personajes que han secuestrado a Venezuela, no existen límites éticos o legales.
Que quien piense distinto o actúe diferente a como se ordena desde el poder, está condenado a priori.
Es un régimen que pretende sembrar el terror en un país
geopolíticamente clave del hemisferio occidental en pleno Siglo XXI.
Insólito.
A veces las formas nos distorsionan el fondo. No nos permiten ver la esencia de las cosas. Nos hacen perder las perspectivas.
Oscar Pérez tuvo sus formas. Mucha gente lo juzgó en base a ellas.
Mucha gente no creyó en sus acciones. Mucha gente lo asumió como una
nueva maniobra de este régimen perverso.
Es comprensible. Nos han acostumbrado a no creer en nada ni en nadie.
Pero lo que va apareciendo es que el fondo de la lucha de Oscar Pérez
no difiere del de la mayoría de los que nos oponemos a que la pesadilla
venezolana continúe.
La ejecución criminal, seguida en vivo, de Oscar Pérez y su grupo,
constatablemente dispuestos a rendirse, nos da una idea de hasta donde
está inclinado este régimen a jugar este juego.
Ya sabíamos que eran capaces de mucho. Pero lo de ahora nos habla
acerca de la profunda maldad que los envuelve. Y también el profundo
miedo a no “quedar a salvo”, como decía Goethe. La manifiesta cobardía.
Adicionalmente, este terrible acontecimiento nos permite aclarar lo
que ya sospechábamos: que casos como los de los crímenes de Danilo
Anderson, Robert Serra, Otayza y otros, tanto de su lado como del
nuestro, están lejos de ser casualidades.
Que los 140 asesinados vilmente en las manifestaciones del 2017 no
fueron producto solamente de simples decisiones unipersonales de quienes
las cometieron, sino de una política de Estado.
Que el régimen venezolano se apoya en grupos del hampa organizada para ejecutar acciones en contra de la disidencia política.
Este caso, sumado a las graves amenazas de Maduro a obispos
venezolanos por expresar pública y valientemente verdades inocultables,
obliga a revisar el tablero en términos de derechos humanos.
Específicamente, sería impensable que no tuviera incidencia en la reunión de la mesa de negociación de este 18 de Enero.
En Venezuela está en marcha una política de exterminio.
Exterminio hacia quien no se arrodille ante este régimen. Exterminio
de instituciones. Exterminio de empresas privadas. Exterminio por
hambre. Exterminio por enfermedades. Exterminio de ideas. Exterminio de
valores.
¿Tendremos el coraje de apartar el miedo y seguir adelante?
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