CLAUDIO SANDOVAL
¿Cuál es el escenario que está buscando Maduro? El de un candidato
que declare que perdió la “elección presidencial”, pero que esa derrota
no obedeció a un fraude electoral sino a la abstención y/o a su
incapacidad de cuidar y defender los votos robados por el régimen. Una
declaración de esta naturaleza inevitablemente llevaría al candidato a
caer en el juego del régimen. Al fin y al cabo qué culpa tiene la estaca
si el sapo salta y se ensarta.
¿Cómo evitar ese escenario deshonroso? Lo primero es tomar la firme
decisión de ponerle un límite a la candidatura. Este límite se obtiene
de dos indicadores fundamentales que son, a su vez, los dos grandes
retos de tu candidatura.
Antes del 20 de mayo debes tomar una decisión sobre tu repliegue
táctico, con base en las siguientes preguntas: ¿Lograste unificar a las
oposiciones en torno a tu liderazgo? ¿Tienes a tu disposición la
maquinaria electoral de la MUD-Frente Amplio? ¿Lograste revertir la
abstención favorablemente para tu causa?
En otras palabras, aunque Maduro tenga un 80 por ciento de rechazo
nacional y estés por encima en las encuestas, tus dos grandes retos son
defender el voto y derrotar la abstención. Si tu maquinaria electoral
se proyecta insuficiente para cuidar votos a lo largo y ancho de
Venezuela y tu liderazgo no detiene la abstención, queda claro que al
participar el 20 de mayo, lo harás con la intención premeditada de
cruzar la raya del colaboracionismo, es decir, tu rol sería el de hacer
exactamente lo que espera el régimen ¿Estás dispuesto a decirle al país
que Maduro ganó por culpa de la abstención?
Yo no crítico que como un político que quiere llegar al poder, hayas
hecho el cálculo pequeño de aprovechar la ausencia de candidatos-MUD
para tratar de ganar terreno, con miras a convertirte en un fenómeno
electoral de escala nacional.
Incluso, asumiendo –por mero ejercicio hipotético- que el 20 de mayo
representa una salida factible, estoy convencido que tú no estás a la
altura del compromiso. Esto no es personal. Tu problema es que aún no
tienes el liderazgo necesario para unificar a las oposiciones y revertir
la abstención.
A estas alturas es lógico que intentes convencer a la MUD y jugar a
líder nacional –aun cuando tu estatura actual es regional y vienes de
recibir la mamá de las derrotas ante una desconocida que te ridiculizó
con un mega fraude, del cual guardaste silencio. Tal vez, estás en
campaña para también quedarte con unos churupos, de los robados al
pueblo por tus financistas de la vieja guardia roja.
En fin, sólo tú sabes el alcance definitivo de tu cálculo político
personal. Sin embargo, te advierto que cruzar la raya del
colaboracionismo, significa que formas parte del régimen y,
probablemente te hundirás con éste cuando todo acabe.
Votar el 20 de mayo o la nada, no es dilema. Hacer algo o quedarse de
brazos cruzados tampoco es el dilema. La verdadera pregunta es si
tienes capacidad real de derrotar al régimen, pues si sabiéndote
incapaz, participas temerariamente el 20 mayo para decir que Maduro
ganó, a pesar del fraude ¿a quién le conviene esa capitulación, al
pueblo o al régimen?
Quizá, la elección no sea pospuesta bajo ninguna circunstancia. Pero
tampoco se trata de supeditar la conducta propia a especulaciones sobre
lo que haría la dictadura. Maduro hará todo lo necesario para mantenerse
en Miraflores. El punto es si uno, en el afán de hacer algo, termina
ayudando al régimen. Me da la impresión que entre no hacer nada y hacer
una declaración pro Maduro -es decir, quedar en ridículo ante todo un
país y el mundo-, la primera opción luce más sensata.
Es falso que la fraudulenta elección del 20 de mayo represente la
única salida para Venezuela en esta coyuntura. Existen otras hojas de
ruta, sólo que ustedes las consideran quiméricas. En un mes sabremos si
vuestra propuesta es factible. El 21 de mayo Venezuela amanecerá con un
abanico de alternativas mucho más definido, mientras que ustedes
quedarán en cuarentena, arropados por el repudio abrumador hacia el
régimen.
Los errores políticos tienen consecuencias. Jugar al vivo trae
consigo una desventaja –algunos quieren ver que consiguen y si no pescan
algo, entonces su plan B es regresar a este otro lado del río como si
nada pasó. No todos tendremos estómago para tolerar su contraída
pestilencia narco-madurista. Tal fetidez ni se quita ni se oculta
fácilmente. Cuando la paja se separa del trigo, cada uno recibe el trato
que merece y después de ojo sacado, no vale santa lucía. Todavía están a
tiempo…
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