HAUSMANN: “El salario mínimo venezolano equivale al precio de dos kilos de carne”
FELIPE SANCHEZ
EL PAIS
Ricardo Hausmann (Caracas, 1956) es uno de los principales
economistas de América Latina. Dirige el Centro para el Desarrollo
Internacional, es profesor de Economía del Desarrollo de la Universidad
de Harvard y fue ministro de Planificación de Carlos Andrés Pérez
en la década de los noventa. Hausmann delinea con cifras la catástrofe
de la economía venezolana a su paso por Madrid, a donde ha sido invitado
esta semana a dar una conferencia sobre tecnología y desarrollo
económico en la Real Academia de Ingeniería. “Hay muy pocos países que
han tenido un colapso de la magnitud del de Venezuela, pero los que han
tenido caídas semejantes no recuperaron el nivel inicial en los primeros
10 años posteriores al comienzo de la recuperación”, afirma.
Pregunta. ¿Cuál es el nivel de vida en este momento en Venezuela?
Respuesta. El PIB per cápita a finales de
este año va a ser la mitad de lo que era cuando Nicolás Maduro tomó
posesión [2013]. La inflación acumulada de los últimos 12 meses está por
encima del 4.000%. Pero esas cifras no comunican la magnitud del
desastre. El salario mínimo no llega a seis dólares al mes.
Y entonces la gente dice “bueno, pero es que los dólares en Venezuela
rinden mucho”. Creo que es mejor decir que el salario mínimo compra dos
huevos al día, que es equivalente a 60 gramos de carne al día. Y con dos
huevos al día no se alimenta una persona. Esto suponiendo que uno no
gasta en vestido, calzado, transporte, vivienda y, obviamente, que uno
no tiene familia. La magnitud del colapso de los niveles de vida se
refleja en el poder de compra de los salarios. Hoy en día el salario
mínimo en Venezuela es el que gana el trabajador mediano, porque con la
hiperinflación a todo el mundo le han estado subiendo los sueldos hasta
por lo menos el mínimo, 1,3 millones de bolívares al mes, menos de seis
dólares. El kilo de carne está en 650.000 bolívares, osea que alcanza
para dos kilos al mes. Y si divides 2.000 gramos por 30 días te da 67
gramos.
P. ¿Cuántos años tardará Venezuela para
volver a producir los 3,7 millones de barriles diarios de finales de la
década de los noventa?
R. Es difícil hacerlo en menos de 15 o 20
años. En la historia venezolana nunca ha habido un aumento de producción
sostenido de más de 125.000 barriles diarios por año. De modo que esa
sería una meta ambiciosa. A razón de 125.000 barriles te toma 10 años
llegar a 1,25 millones de barriles. Si ahora estamos en 1,6 millones, con eso llegamos a los 2,8. Y para llegar a los 3,7 millones te faltan siete u ocho años más.
P. ¿Y cuánto tardaría la estabilización de la economía?
R. Si Venezuela se estabiliza, se muere. Si
logras que dejen de caer la producción, las importaciones y el
desabastecimiento, nos morimos. Porque con este nivel de abastecimiento y
de producción no están las calorías, las proteínas, las medicinas para
que vivan 30 millones de personas. Si Venezuela no experimenta una
recuperación rápida, el desastre humanitario va a ser mucho mayor de lo
que ya es.
P. ¿En cuánto tiempo podría encarrilarse esa recuperación?
R. Detener la caída y comenzar la
recuperación se puede hacer relativamente rápido después de una
transición política firme en la cual haya un nuevo Gobierno que goce del
apoyo de la comunidad financiera internacional.
Pero no hay que hacerse ilusiones. La magnitud de la destrucción
nacional es realmente inconcebible. No solamente ha caído la producción
de petróleo, es que expropiaron cuatro millones de hectáreas y ha habido
un colapso de la producción agrícola, expropiaron más de mil empresas
manufactureras… La generación eléctrica está en el piso, de modo que
habrá que recuperar el parque eléctrico y esas cosas son complicadas y
toman tiempo. El sistema bancario venezolano, que en 2012 contaba con
depósitos del orden de 60.000 millones de dólares, hoy cuenta con
depósitos de alrededor de 1.000 millones. El capital de los bancos, de
todo el sistema bancario, apenas llega a 100 millones de dólares. Va a
ser un proceso de reconstrucción a partir de unos niveles muy bajos. Y
va a tener que ser también un proceso de retorno porque los
aproximadamente tres o cuatro millones de venezolanos que se han ido se
han llevado centenares de millones de años de experiencia. La
estabilización va a requerir que la gente sienta que se puede regresar.
El cambio de tendencia puede ser relativamente rápido, pero una
recuperación sustancial va a tomar tiempo.
P. ¿Cuál es la probabilidad de que la nueva criptomoneda del Gobierno le dé un poco de aire?
R. Ninguna. Esa criptomoneda en el fondo es como una emisión de deuda pública no autorizada
por la Asamblea Nacional [Parlamento]. El derecho de transformar el
petro [la divisa] en petróleo no va a ser reconocido en ningún momento,
además de que el Gobierno no tiene capacidad de producir petróleo para
respaldarla. Obligar a la gente a pagar con petros, cosa que el régimen
está diciendo, lo que va a hacer es que las empresas venezolanas, si les
pagan con esta criptomoneda, ¿quién se las va a recibir a ellas? Esto
es más un cierto mecanismo de lavado de dinero, más una distracción que
una solución.
P. ¿Qué tipo de sanciones considera más efectivas contra el Gobierno?R. Las principales sanciones son las individuales. Al vicepresidente de la República [Tareck El Aissami] le congelaron más de 900 millones de dólares en activos en Estados Unidos. Las sanciones financieras a Petróleos de Venezuela [PDVSA, la mayor empresa estatal] son menos impactantes de lo que se cree, esa compañía perdió hace mucho el acceso al sistema financiero porque sencillamente es una empresa quebrada. Antes de las sanciones se había endeudado al 52% en dólares. Se había endeudado al 22% con garantía en la empresa Citgo [su filial en Estados Unidos] para posponer unos pagos por dos años. Esa empresa estaba asfixiada por su propia incompetencia. No creo que el impacto marginal de alguna restricción financiera sea importante con respecto a la destrucción autoinflingida.
P. ¿Cómo califica la candidatura del opositor Henri Falcón para las presidenciales del 20 de mayo?
R. Henri Falcón es un candidato escogido por Maduro. En el fondo fue el presidente el que dijo “Leopoldo López no, Henrique Capriles no, saquen a Voluntad Popular de la lista de partidos, saquen a Primero Justicia, a Acción Democrática, yo escojo a Henri Falcón”, en unas condiciones que no son aceptables por ningún opositor ni por la comunidad internacional. Esto no son unas elecciones, son una farsa.
P. En México y Colombia hay dos candidatos presidenciales, Andrés Manuel López Obrador y Gustavo Petro, que han sido señalados por sus contradictores como continuadores del chavismo. ¿Hasta qué punto coincide con este diagnóstico?
R. En ambos casos el vínculo es relativamente claro. Entiendo que hace 10 años ninguno de los dos estaba en una actitud de negar su admiración y su vínculo con Hugo Chávez. En este momento la relación con Maduro no ayuda electoralmente a nadie ─empezando por Podemos, en España─, pero eso no quiere decir que el vínculo no exista.
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