¡Ganaron!
Eduardo Fernandez
…los que propusimos votar y mantenernos en la línea del cambio electoral
tenemos derecho a esperar que los vencedores, o sea, los
abstencionistas y Maduro, nos digan cómo vamos a resolver los problemas.
Ustedes ganaron… No nos queda otra que pedirle a Dios que los ilumine
para bien de Venezuela y de los venezolanos.
En efecto, ganó la abstención. Por tanto, se queda Maduro. En principio
se queda por un nuevo periodo constitucional que dura seis años. Junto
con él se queda la hiperinflación, el alto costo de la vida, la pobreza
creciente, las condiciones miserables de vida, el hambre, el
desabastecimiento, la falta de medicinas, el deterioro de los servicios
públicos, la corrupción, la inseguridad, los presos políticos y el
desconocimiento al estado de derecho.
Volvió a ganar la abstención. Lo curioso es que la fiesta para celebrar
ese triunfo se celebró en Miraflores y que los más felices eran el
presidente Maduro y su entorno que, gracias a la abstención, se quedarán
en Miraflores por un periodo constitucional más, por lo menos.
La abstención viene ganando las elecciones en Venezuela desde 1993
cuando superó 40% de los electores. En aquella oportunidad, el candidato
proclamado ganador sacó menos de dos millones de votos y la abstención
fue cercana a los cuatro millones de electores que se quedaron en su
casa y no votaron.
En el 98 Hugo Chávez sacó tres millones y medio de votos y la abstención
fue superior a los cuatro millones de venezolanos que se quedaron en su
casa y no votaron.
El proceso constituyente promovido por Hugo Chávez y sus amigos para
tener el poder absoluto fue aprobado gracias a la abstención. En efecto,
la mayoría se quedó en su casa absteniéndose de votar y una minoría de
nos impuso la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela.
En el Referéndum que aprobó la nueva Constitución, la Constitución
chavista, algo más de tres millones votaron a favor y, algo más de seis
millones de electores no fueron a votar. En todas las elecciones que
hubo en los primeros años de la democracia la abstención fue inferior a
un dígito. En 1993 y en 1998 la abstención fue superior al 40%. El
domingo pasado volvió a triunfar la abstención.
La diferencia entre esta abstención del domingo y las de ocasiones
anteriores es que esta vez fue promovida por una campaña de
descalificaciones a Henri Falcón, que tenía opción de ganar a Maduro.
Ahora los derrotados, es decir los que propusimos votar y mantenernos en
la línea del cambio electoral tenemos derecho a esperar que los
vencedores, o sea, los abstencionistas y Maduro, nos digan cómo vamos a
resolver los problemas. Ustedes ganaron. No puedo felicitarlos porque no
entiendo bien para qué ganaron. No nos queda otra que pedirle a Dios
que los ilumine para bien de Venezuela y de los venezolanos.
Eduardo Fernández
@EFernandezVE
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