Yo voto
EDUARDO FERNANDEZ
Yo quiero salir de Maduro y de su gobierno. Estoy convencido de que
la mejor manera de conseguir ese objetivo es votando. La alternativa es
dejar el destino del país en manos del azar: un golpe militar poco
probable y poco deseable o una intervención extranjera menos probable y
menos deseable.
He pasado toda mi vida diciendo y defendiendo aquellas cosas que
considero convenientes al interés nacional. Pienso seguir haciéndolo
hasta que Dios me conceda vida. A veces mis opiniones han sido premiadas
con aplausos. A veces han sido castigadas con críticas. En todo caso,
el único juicio que me importa es el de mi propia conciencia.
No soy de los políticos que dicen “lo que el pueblo quiere oír”. Mi
formación y mis principios me ordenan decir lo que considero conveniente
al Bien Común.
Votar es un deber y es un derecho. Yo cumplo mi deber y ejerzo mis
derechos. Yo no regalo mi voto. Yo quiero salir de Maduro y de su
gobierno de la mejor manera posible. Aborrezco la violencia. Me repugna
la actitud de aquellos que dicen que este gobierno no sale sin
derramamiento de sangre, en el entendido de que la sangre a derramarse
no será la propia, ni la de sus hijos, sino la de los tontos por no
decir otra cosa!
Como lo ha dicho José Antonio Gil Yépez Presidente de Datanálisis,
empresa encuestadora de gran prestigio, si todos votamos, ganamos, es
decir ganará la alternativa frente a Maduro; si todos votamos lograremos
salir de Maduro y abrirle una nueva esperanza y una nueva oportunidad a
Venezuela y a los venezolanos.
Para mí, la abstención equivale a regalarle seis años más a Maduro y a
su gobierno. Eso me parece insólito. Por supuesto me hubiera encantado
que el liderazgo opositor hubiera producido una candidatura de unidad
Nacional y una plataforma de unidad nacional, con una estrategia
concertada y con una política inteligente. Lamentablemente, no fue
posible. Prevalecieron los intereses partidistas y los egoísmos
personales y llegamos al año electoral sin candidato de unidad y sin
plataforma de unidad.
En esas circunstancias Henri Falcón decidió presentar su nombre con una
convocatoria a la unidad y con una propuesta programática adecuada para
resolver la crisis nacional. Por supuesto, Falcón, como toda persona
tiene sus virtudes y sus defectos. En todo caso, fue el que tuvo el
coraje y la decisión de poner su nombre a la orden del país para
enfrentar al continuismo de Maduro.
Falcón no se parece a Winston Churchill. Falcón es Falcón. Tiene sin
embargo una gran virtud. Es el único que puede salvarnos de una
reelección de Nicolás Maduro.
Lo tengo muy claro: Entre votar y no votar, prefiero votar.
Entre una solución pacífica y otra violenta, prefiero la pacífica.
Entre Falcón y Maduro, prefiero a Falcón.
Seguiremos conversando.
Eduardo Fernández
@EFernandezVE
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