La solución política
Eduardo Fernandez
Sólo hay dos vías para abordar la solución de una crisis tan grave
como la que estamos viviendo los venezolanos: la de las armas o la de la
política, la razón y la inteligencia.
Las armas pueden ser nacionales o internacionales. Desde hace mucho
tiempo he venido sosteniendo que la vía de las armas no es probable y
mucho menos aconsejable. No soluciona nada y agrava todo. Sería trágico
que para resolver un problema tan grave como el que padece Venezuela
haya que apelar a más violencia de la que ya hemos sufrido.
En estos días escuché a un vocero de la oposición que decía: “A Maduro
ni agua”. Eso para reclamar más sanciones contra Venezuela. No se da
cuenta quien así se expresa que el último venezolano a quien le faltará
agua, comida o gasolina es precisamente, al señor Maduro.
Todos los venezolanos estamos padeciendo por la falta de agua, de
comida, de gasolina y de muchas cosas más. Lo que los venezolanos
necesitamos no son más sanciones sino una solución. Más sanciones nos
conducirán eventualmente a un destino como el de Cuba. Un país
abandonado a su suerte, con muchas sanciones y sin ninguna solución.
La solución de la crisis venezolana debe ser por la vía de la razón, de
la civilización, de la inteligencia y del patriotismo. Esa solución pasa
por la conformación de un gobierno de emergencia nacional, un gobierno
de unidad nacional, un gobierno que pueda abordar la solución de los
problemas de hambre, de colapso de los servicios públicos, agua,
electricidad, gas doméstico, gasolina, salud, seguridad, etc… con
eficiencia y con la cooperación de la comunidad internacional.
Para que ese gobierno de Unidad Nacional pueda tener éxito debe contar
con el apoyo de todos los venezolanos, de los que hoy respaldan al
gobierno y de los que hoy estamos en oposición al actual gobierno.
Debe contar con el apoyo de los factores importantes de la vida
nacional. Empresarios y trabajadores. Civiles y militares. Profesionales
y técnicos. Hombres y mujeres.
Para lograr ese objetivo hay que abandonar la cultura de la
confrontación agonal. Es decir, aquello de que “si yo gano tú estás
muerto y si tú ganas yo estoy muerto”. Esa cultura debe ser sustituida
por una de inteligencia y patriotismo. Para resolver la crisis todos
somos necesarios.
Seguiremos conversando.
Eduardo Fernández
@EFernandezVE
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