Un 84% de la población evalúa negativamente la situación general del país. Es lo que indica la última encuesta de Venebarómetro de Abril 2016.
Para algunas personas esa cifra es demoledora. A mi lo que me asombra es que aún exista un 16% que no lo evalúe así.
Me impresiona más aún que la Gestión de Nicolás Maduro sea evaluada positivamente por un 30% de venezolanos.
Que 33,8% diga que no debe renunciar.
Que un 37% opine que el socialismo de Chávez/Maduro no sea el responsable de lo que vivimos en Venezuela.
Y que un 42% piense que Chávez hizo las cosas bien y que su doctrina o legado deben ser mantenidos.
No es nada fácil entender el por qué de estas cifras.
Uno se pregunta qué debe pasar en Venezuela para que todavía una porción nada trivial de la población no comprenda, a estas alturas del partido, lo inmensamente negativos que han sido para Venezuela estos 17 años de régimen chavista.
El venezolano promedio hoy sufre todo tipo de racionamiento: de alimentos, de medicinas, de electricidad, de agua, de seguridad personal, de atención médica, de dólares, de viajes, de todo tipo de servicios públicos, y, por supuesto, de dinero en el bolsillo.
Hoy Venezuela bate todos los récord mundiales en mala calidad de vida, inflación e inseguridad. No contentos con esto, el régimen de Maduro hace lo imposible por asfixiar un importante conglomerado como Polar, dejando sin empleo a miles de familias.
Sin embargo, vemos que un número significativo de nuestros compatriotas aún se aferra a la idea de que en Venezuela las cosas están bien.
Las monstruosas calamidades que hoy se viven en el país deberían reflejar en las encuestas unos resultados a favor del gobierno - estimo yo por lógica - de no más del 3%, si tomamos en cuenta los ultra-radicales y ultra-enchufados, que uno calcula que son los que pueden decir que están "bien".
Pero no es así.
Ejemplos del hastío general es que, en la reciente recolección de firmas para el Referendo Revocatorio, vimos militares venezolanos, y hasta un Alcalde oficialista.
El régimen cuenta, increíblemente, todavía con apoyo.
Por su parte, a pesar de un trabajo intenso y nada fácil en procura de cimentar una unidad y una coherencia en sus acciones que se concretaron con la victoria electoral del 6D, a la oposición venezolana le queda mucho por convencer.
Por procurar que la cifra de 50,1% de venezolanos que, según la misma encuesta, no sienten que la MUD está enrumbada a generar el cambio prometido, se reduzca.
A pesar de tanto racionamiento, es evidente que algunos de nuestros compatriotas no han logrado alcanzar el esperado razonamiento.
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