sábado, 31 de octubre de 2020

Diputados de la Unidad desmontan el show de Jorge Rodríguez por caso de Roland Carreño 


LA PATILLA


La tarde de este sábado, diputados de la fracción de la Unidad, se pronunciaron sobre la detención del periodista y activista de Voluntad Popular, Roland Carreño el pasado lunes 26 de octubre por parte del régimen de Nicolás Maduro.

Ante esto, la diputada a la Asamblea Nacional, Delsa Solorzano, expresó que todo lo comentado por Jorge Rodríguez – al que señala de “monta ollas” – en una rueda de prensa este viernes 30 de octubre, es mentira.

Denunció además que a Carreño “le dieron un guión para grabar el video bajo coacción”

“Quiero reiterar que Jorge Rodríguez ha violado la constitución, “¿es acaso usted fiscal del Ministerio Público?”, se preguntó Solorzano.

Además, instó a los delegados de la oficina de la Alta Comisionada de la ONU para los derechos humanos, Michelle Bachelet, a pronunciarse por el suceso.

“Tuvimos una larga reunión con los representantes de la señora Bachelet en Venezuela y los hemos instado a que se pronuncien. Resulta absurdo que hasta ahora no se hayan pronunciado; no es que no lo saben (…) lo saben porque se los comentamos. Corresponde un pronunciamiento inmediato“, indicó.

La diputada consideró que la detención arbitraria de Carreño es “una venganza” por el escape de Leopoldo López de Venezuela.

Asimismo, el diputado Freddy Guevara, señaló que si alguien tiene duda de que se utilicen fondos públicos recuperados de la corrupción en Venezuela, expresó que “no nos pregunte a nosotros, pregúntele a la legislación americana, ingrese a la página de la Fundación para constatar los datos.

“Cuando Centro Nacional de Comunicaciones invitó a todos a la página de la Fundación Simón Bolívar para constatar cada centavo, la web fue bloqueada en Venezuela”, dijo.

Refirió también que los partidos de la unidad democrática no tienen acceso a los recursos de la Fundación Simón Bolívar de CITGO.


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CRÍTICA Y VENENO


       Ismael Pérez Vigil


Difiero en varios puntos con las propuestas políticas de varias de las personas que mencionaré en este artículo, con el cual hago una pausa en el análisis político para reflexionar sobre un tema que también tiene su trasfondo político, pero de manera indirecta.

Con respecto a Leopoldo López, aunque difiera en varias de sus propuestas políticas, me alegra sobremanera que se haya fugado. Sí, fugado, porque soy de los que cree que los capitostes del régimen no son estúpidos como para haber dejado libre a alguien tan carismático como Leopoldo López, que les puede hacer tanto daño ante la opinión pública internacional, con solo relatar su experiencia de siete años privado injustamente de libertad, tras un juicio totalmente amañado.

Su fuga y posterior viaje a Madrid no creo que se merezca los comentarios y diatribas que se levantaron en su contra en las redes sociales, tratándolo de traidor, vendido, insinuando y dejando entrever sucias negociaciones, omitiendo cualquier tipo de argumento, pero si emitiendo cientos de insultos y descalificaciones. Por ejemplo, pienso en lo ruin y miserable que deben tener el alma los que criticaron a Laureano Márquez por comentar favorablemente la foto de Leopoldo con sus pequeños hijos. A mí también me conmovió mucho esa foto de Leopoldo con sus hijos y esposa y aprovecho para decir –ahora en serio–, algo que siempre dije en broma a mi esposa, hijos y amigos: que si algún día –caso muy improbable, espero– a mí me metieran injustamente preso como a Leopoldo López, yo quiero que me defienda Lilian Tintori.

No logro entender la mezquindad y juicios que se hicieron, hoy contra Leopoldo, pero ayer contra Henrique Capriles y Juan Guaidó y antes de ayer contra Julio Borges, Ramos Allup y así sucesivamente, sobre tantos otros que han pasado por esa “molienda de líderes” –la “liderofagia” de que habla Tulio Hernandez– en que algunos han convertido a la oposición venezolana. En muchos casos ni siquiera se argumenta sobre sus posiciones políticas, pues lo que se profiere son meros insultos y descalificaciones.

De esa debacle no han escapado, entre otros, Moisés Naím y Ricardo Hausmann recientemente; uno por haber hecho comentarios negativos sobre Donald Trump y el otro por defender a su hija y el derecho que tiene de decir que votará por Biden. En realidad, ni siquiera hace falta decir que se apoya a Biden, basta con que al hablar de las elecciones norteamericanas no se grite: ¡Viva Trump!, o ¡Biden comunista!, para ser insultado. Las elecciones norteamericanas, en las que nos hemos involucrado –como si fueran nuestras o no fuera para nosotros lo mismo, en el fondo, cualquier resultado–, afortunadamente concluirán la semana que viene y el pueblo estadounidense se verá finalmente librado de esa pava que le cayó de tener que escoger entre el malo y el peor, sin pronunciarme sobre quien es el malo y quien el peor, para ahorrarme insultos.

Pero no es necesario ser político en Venezuela o candidato presidencial en los Estados Unidos para caer bajo la ira de la “santa inquisición, savonaroliana, indignada”, otros han caído por otras cosas. Por ejemplo, la Conferencia Episcopal Venezolana, o el Papa, blanco favorito de muchos, esta vez con su reciente encíclica, Fratelli Tutti, que probablemente sus críticos ni siquiera han leído las más de 80 páginas y se conforman con las interpretaciones erradas de algún periodista norteamericano. Pronto caerá también en esa diatriba el padre Luis Ugalde, que tuvo la osadía de comentar favorablemente al respecto en su penúltimo artículo (Libertad y Fraternidad, El Nacional, 16 de octubre de 2016) al decir que a algunos “Les escandaliza que el Papa diga que “el mercado no resuelve todo” y que “la libertad de mercado no basta”. Yo creía que este principio defendido por los clásicos liberales era obvio.”, escribió el Padre Ugalde.

Pero si se libra de esa el Padre Ugalde, no se librará por lo que dijo en su último artículo (Capitulación Revolucionaria, 30/10/2020) que circula en las redes sociales desde ayer, en el cual afirma: “Empecemos el cambio lo más civilizadamente posible negociando los otros pasos para la transición, e iniciar el nuevo año poniendo los cimientos para la reconstrucción, incluyendo a toda la sociedad, excepto los que se excluyen aferrados a su conducta delincuencial… Fueron y son legítimas las aspiraciones de la población que hace 22 años dieron el triunfo a Chávez.” ¡Qué horror!, ¡Hablar de negociación y legítimas aspiraciones de quienes votaron por Chávez!, ¡Como se ve que este es un jesuita comunista, compinche de Francisco!… En realidad, el Padre Ugalde se libra porque su artículo tiene dos páginas y muchos de los “críticos” no alcanzan a leer o reflexionar más allá de 280 caracteres. También se libra Bernardo Klisberg, por el momento, quien en su artículo de esta semana (La pregunta de Francisco, El Universal, 28/10/2020) se atreve a comentar favorablemente la encíclica, concluir con una frase de la misma e invitarnos a pensar al respecto.

Pero lo que hasta ahora he referido, y que pudiera seguir hasta el infinito, no es más que un síntoma. Lo grave, lo que quiero destacar, lo que es el centro de mi reflexión de esta semana es que todo esto no es más que la confirmación de que Hugo Chávez Frías triunfó.

No solo nos derrotó políticamente en varios procesos electorales y políticos; no solo nos destruyó el país y lo llevó a la más ignominiosa miseria. no. Lo más grave es que logró inocularnos su veneno de odio, rencor y resentimiento que hoy circula libremente por nuestras venas, se nos mete hasta los tuétanos de los huesos y nos empapa el alma.

Toda esa frustración que sentimos, toda esa rabia que reflejamos, todo el veneno que llevamos por dentro y que volcamos en Twitter y WhatsApp no hace ni mella en los “prohombres” de este oprobioso régimen, no los toca, pero se ha vuelto contra nosotros mismos, contra nuestros líderes, buenos, malos o mejores, contra nuestros partidos políticos, víctimas también del régimen, a los que algunos critican inmisericordemente, de los que hacemos burla y chistes fáciles, de humorismo barato y ramplón. No se trata de limitar la crítica, mucho menos suprimirla, se trata de que no se haga sin argumentar, ni dar razones y la oportunidad de que los criticados se defiendan, dándoles el beneficio de la duda.

Será mucho más difícil librarnos de ese veneno que reconstruir el país cuando hayamos salido de este oprobioso régimen. Se trata entonces de meditar y reflexionar acerca de que nos han llenado de odio, de amargura, de rabia…de miedo, que como bien dice una buena amiga, y con esto concluyo: “El veneno que los venezolanos llevamos por dentro es muy poderoso. Nos nubla la vista, nos carcome, nos impide pensar como adultos educados y racionales… ¡Qué difícil es pensar derecho con este veneno adentro!”

https://ismaelperezvigil.wordpress.com/


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Venezuela: Comunicado de la Fundación Simon Bolívar (CITGO)

Con el firme compromiso de defender los intereses de la Nación venezolana, con la responsabilidad y transparencia que obliga el mandato recibido por las instituciones legítimas, y ante las recientes acusaciones hechas por los voceros del régimen de Nicolás Maduro en contra de la Fundación Simón Bolívar, fundación privada sin fines de lucro de CITGO Petroleum Corporation (CITGO), hacemos público el siguiente comunicado:

Rechazamos de manera categórica los señalamientos esgrimidos por personeros de la dictadura en contra de la Fundación Simón Bolívar y su presidenta, la Sra. María Poleo.

Deploramos que el esfuerzo que realiza a diario la Fundación Simón Bolívar para contribuir a aliviar la Emergencia Humanitaria Compleja que se vive en Venezuela y que ha sido causada por el régimen de Nicolás Maduro, sea utilizado con oscuros fines políticos precisamente por la dictadura y sus adláteres judiciales Las únicas víctimas de este inexcusable intento de criminalizar la ayuda humanitaria son los ciudadanos venezolanos en condición de vulnerabilidad.

Ratificamos que la Fundación Simón Bolívar está registrada en los Estados Unidos de América como una organización privada sin fines de lucro 501 (c) (3) y por ende su desempeño está altamente regulado por las autoridades estadounidenses y bajo la legislación de ese país, lo que establece, entre otros términos, la prohibición de financiamiento a organizaciones políticas.

Precisamos que la misión fundamental de la Fundación Simón Bolívar es ayudar a mitigar los efectos de la Emergencia Humanitaria Compleja agravada por la pandemia del COVID-19, a través de la articulación con otras organizaciones privadas sin fines de lucro, a fin de contribuir a que las personas vulnerables, dentro y fuera de Venezuela, tengan acceso a la atención médica.

Ratificamos que todas las actividades realizadas por la Fundación Simón Bolívar han sido detalladas de forma transparente en cada uno de los reportes de desempeño de la Fundación a su accionista, así como en las comunicaciones de prensa que reposan en su página web: https://ww w.simonbolivarfoundation.org/ES/index.html

Desde la Junta Administradora ad hoc de PDVSA queremos destacar y felicitar la admirable labor que realiza la Fundación Simón Bolívar, junto a su personal y todo su equipo directivo. De igual forma ratificamos a la Nación venezolana nuestro compromiso de continuar ejerciendo la labor de control que garantiza la transparencia de la actuación de nuestras filiales y sus dependencias.


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VENEZUELA: El fascismo y la desestabilización del país


   HUMBERTO GARCIA LARRALDE


Increíble, pero cierto. El Madurismo sigue en sus cantinelas, impertérrito, mientras el país termina por desmoronarse sobre sus cabezas. Fascismo del subdesarrollo, porque al menos Hitler y Mussolini procuraban que sus países funcionaran, aunque fuese solamente para sostener el esfuerzo de guerra. Pero en la triste y trágica Venezuela de 2020, todavía se le ocurre al mamarracho de Tarek William Saab salir a denunciar que la detención de Roland Carreño –un desafuero más en la larga lista de atropellos a la justicia– era porque estaba incurso en una conspiración, con Voluntad Popular, ¡para desestabilizar el país! Tan sumergidos en su mundo ficticio de clichés y excusas autocomplacientes están estos capos de mafia –que han chupado al país seco–, que continúan culpando a otros por sus barbaridades, como si nada. ¡Pero si el país lo vienen desestabilizando ustedes desde hace años! Lo desmontaron desde sus cimientos; no queda piedra sobre piedra. Acabaron con PdVSA, con los servicios públicos, con la libertad, la justicia y la autoridad, para dejarnos en una anomia, regida por criminales de cuello blanco, verde oliva o de franela con tatuajes. ¿estabilidad? Se refugian en un callejón sin salida que, más temprano que tarde, les cobrará bien caro. Prefieren cortocircuitar las pocas neuronas que les quedan repitiendo estupideces hace tiempo agotadas.

¿En qué país viven? ¿A quiénes se dirigen?

Tal conducta es expresión de que el combo de pillos y torturadores, con Maduro a la cabeza, ha decidido tirar la toalla en cuanto a “legitimarse” con carantoñas al juego democrático, como aquello de liberar presos políticos –como si fuera una concesión—, cuando el mundo está más que claro que nunca debieron estar presos. El empeño, hasta ahora no abortado, de insistir en las elecciones trampeadas de diciembre, cuando ya se ha cantado por adelantado el fraude a los cuatro vientos, es muestra de que, desde hace tiempo, no saben donde queda el freno en su carrera alocada al precipicio. Pero así es el fascismo. Peor que Jalisco, ni el empate lo satisface. O aplastan al otro o se inmolan. Recordemos a Hitler en su bunker echándole pestes a sus compatriotas por no haber estado a la “altura” de sus designios de grandeza y prefiriendo suicidarse ante su derrota, que negociar una salida.

Quien esto escribe, a pesar de haber insistido siempre en la naturaleza fascista o fascio-comunista del régimen, aboga por su salida pacífica, negociada, en aras de ahorrarle al país mayores sufrimientos. Ya ha sufrido demasiado. Pero su actitud hace cada vez más difícil acordar las bases mínimas de tal negociación. Como Hitler, prefieren atrincherarse en su bunker –no de concreto, sino de fantasías ideológicas—, que enfrentar la realidad. Mientras quede algo por robar –y están raspando con ahínco el fondo del barril—no cederán.

Pero hace tiempo se les acabó la farsa. Su bancarrota se exalta ahora al encargar al esbirro militar, Reverol, ¡de la economía! ¡Ni gasolina son capaces de asegurar! Su monigote “revolucionario” no tiene vida, es absolutamente inviable y su único destino es la muerte. Lamentablemente, no sólo del proyecto en sí, sino de buena parte de venezolanos, si no salimos pronto de él. 

Por más difícil que pueda parecer la situación de las fuerzas democráticas en estos momentos, el futuro –y no muy lejos—les pertenece. ¿Hasta cuándo los fascistas van a prolongar el sufrimiento, torpedeando toda posibilidad de una salida que pueda ampararlos en lo inmediato –la justicia tardará, pero eventualmente llegará–, para sumergirse en su burbuja de consignas copiadas, imaginándose “blindados” contra la realidad? ¿Es que realmente creen que así habrán de salvarse? ¿Es que no queda nadie sensato ahí, con los pies en la tierra? ¿Todos son criminales enceguecidos por la rapiña?


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viernes, 30 de octubre de 2020

 Capitulación Revolucionaria


           Luis Ugalde SJ


Autorizados juristas han demostrado de manera rotunda la monstruosidad de la “Ley constitucional” llamada “Antibloqueo”, inventada para desestatizar, desnacionalizar y privatizar. ¿Por qué la cúpula “revolucionaria” renuncia a su economía socialista que ofreció como modelo para entrar al paraíso, sin pobreza ni injusticias, con el pueblo montado en la carroza del triunfo?

Solución orwelliana. Encontraron una solución al acertijo: llamar “antibloqueo” revolucionario a ese antisocialismo privatizador y jugando con un neolenguaje orwelliano (que llama vida a la muerte y amor al odio) presentan como arma eficaz contra el bloqueo imperial lo que es una vergonzosa e irresponsable capitulación “revolucionaria”. Como el Estado arruinado no tiene una locha para invertir, urge traer capital de donde sea y como sea para sobrevivir en el poder. Para eso se han inventado esta ley anticonstitucional para vender a escondidas todos los activos nacionales, sin controles institucionales y sin ninguna transparencia.

La Academia Nacional de Ciencias Políticas y Sociales en documento contundente y categórico dice que esta decisión ni es ley, ni es constitucional, sino una descarada proclamación del poder dictatorial que autoriza “desaplicar” los arbitrarios decretos y leyes socialistas estatizadores, que eran el orgullo de la “revolución”. Esta monstruosidad anticonstitucional tiene como objeto aferrarse al poder como sea y evitar la caída final del régimen.

El Paraíso perdido y su laberinto. La revolución socialista que ofrecía el poder para los pobres fue una promesa, una intención, una ilusión de paraíso. Veinte años después no cuentan los deseos sino los resultados, y estos son de muerte y de huida del país. Ahora lo único sensato es reconocer la dramática realidad de la familia venezolana que sobrevive sin luz, sin agua, sin electricidad, cocinando a leña, sin escuela, sin servicios de salud, sin trabajo y sin ingresos. Con una dictadura armada que usurpa la soberanía de la sociedad, sin esperanza y sin libertad ni estado democrático.

Para salir de esto es imprescindible el cambio del modelo que nos ha traído la ruina. El primer paso es reconocer nuestra terrible realidad. El segundo abrir una negociación seria y efectiva - nacional e internacional – que, de manera responsable, transparente y con garantías jurídicas confiables proceda a desestatizar tantas empresas que se arruinaron en manos del Estado. La industria petrolera es la primera que necesita inversión y emprendimiento privado en toda su cadena, desde la extracción hasta la distribución, pasando por el procesamiento y la refinación. Pero con institucionalidad y transparencia. Según los entendidos, en Venezuela necesitamos un verdadero aguacero de inversiones, no inferior a los 100.000.000.000 $ (cien mil millones de dólares) en la primera etapa. Pero no basta hacer rogativas para que venga esa lluvia, ni ocurrirá en el actual marco político y con un Ejecutivo que miente diciendo que estamos muy bien y que ya hemos salido de la hiperinflación. ¿A quién van a engañar con 2.000 % de inflación en 2020 y el dólar sobre 1.000.000 de bolívares en enero próximo? El multimillonario refinanciamiento de la deuda y esa enorme inversión que necesitamos, solo serán posibles con un cambio de sistema, con un nuevo marco político y jurídico y un proyecto de reconstrucción descarnadamente realista y no hecho para engañar a bobos y traficar a escondidas con delincuentes. El régimen no tiene futuro.

Aspiraciones y producción de logros. Empecemos el cambio lo más civilizadamente posible negociando los otros pasos para la transición, e iniciar el nuevo año poniendo los cimientos para la reconstrucción, incluyendo a toda la sociedad, excepto los que se excluyen aferrados a su conducta delincuencial. Por supuesto, es imprescindible que los gobiernos democráticos levanten las sanciones y colaboren efectivamente en la reconstrucción del país. Pero ello no se dará sin abrir de veras la puerta a la transición democrática. Nada de juego orwelliano de palabras. Renacer de la sociedad civil con apertura al reto productivo de miles de empresas y de todos los servicios públicos.

Fueron y son legítimas las aspiraciones de la población que hace 22 años dieron el triunfo a Chávez. Todo el pueblo tiene derecho a una vida digna con oportunidades y con instituciones libres y democráticas, pero fue lamentable el camino mesiánico-militar, de economía sin libre iniciativa productora y un gobierno dictatorial dedicado a la expropiación y reparto de la supuesta “infinita” renta petrolera.

 Durante un siglo (1920 a 2020) el Estado petrolero modeló la sociedad venezolana con sus logros y deformaciones; al final prevalecieron estas últimas y el Estado repartidor quebró y arruinó su base petrolera. En consecuencia, es la sociedad civil la que tiene que modelar el nuevo Estado y de ella nacerá la nueva política. Este renacer profundo requiere tiempo y sobre todo una elevación de la productividad política ciudadana y de la productividad económica de bienes y servicios. Esta reconstrucción es mucho más que el “milagro alemán”, en su tiempo y circunstancia, y no se consigue con juego de palabras, ni complicidad de delincuentes, sino sumando y multiplicando voluntades y colaboradores nacionales e internacionales.


 



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 LA PÁGINA EN BLANCO


        LEANDRO AREA P.


Apreciado lector, confieso que cada vez que pienso en escribir estas cuartillas que te envío, que me envío, pues tengo el compromiso personal y naufrago de hacerlo, a través de generoso medio, el espíritu se tensa por encontrar un tema relevante en el que hacer coincidir tus demonios con los míos, ellos que son tantos.

En esas me debato irremediablemente, en el fango implacable que impone la realidad y sus veleidades, entre los temas que parecen de urgencia o trascendencia y una cierta condición autobiográfica que se niega rebelde a ser absorbida y sin respiro por esa agenda de los temas en curso, así la llaman los tan escrupulosos especialistas, cuando a lo que aspiro en verdad y supongo es a comprender y compartir contigo lo que siento y deseo más allá del oscuro e imborrable presente, incluyéndolo a él.

Como ves la página en blanco del título escogido no es tal, está tan preñada de vida previamente y de tal forma, que es difícil encontrar el camino en el que conjugar pensamiento y tinta sosegadamente sin quedar atrapado en la maraña de su provocadora blancura inexistente. Espinosa primera y compleja libertad de expresión.

Hay en estos trámites de escritor enjaulado un primer estado de vaguedad, confieso ese es mi caso, que me produce una cierta tensión nerviosa y que se expresa contradictoriamente en buscar distracción, atrayente en el fondo quizás, sin sentido concreto en apariencia, y que permite al principio garrapatear sin concreción alguna un bulto de ideas en una especie de borrador deforme e interminable mientras el reloj de la entrega de la virginal página en cuestión, ahora ya trocada en escritura, toca a la puerta y rezonga en el teléfono.

Cuando me apuro a escribir, siempre es así, la musa escasa y el sudor y la premura a borbotones, puede que busque en la agenda del hoy y no encuentre motivo o esté harto de ello o me ponga distraído a revisar en mis libros tentando inspiración, y abra casualmente como hoy el volumen perdido de “Ensayos y críticas” de Edgar Allan Poe que fue traducido por Julio Cortázar y en cuyo prólogo el autor de Rayuela o Las armas secretas o tantas y entrañables obras más afirma así y me distrae: “Pero esos neuróticos, esos monomaníacos, esos locos, no son cuentistas, no saben ser cuentistas, porque un cuento es una obra de arte y no un poema, es literatura y no poesía”. Pobre de los poetas pues que quisieron ser literatos o artistas. O a lo mejor los eleva por encima de estas rupestres ambiciones humanas y premiables. Sabrá Dios.

Lo cierto es que frente a tales afirmaciones mi mente cambia de geografía al reencontrarme con esas líneas subrayadas por mí hace más de cuarenta años cuando leí, devoré, el libro en cuestión, y siento hoy apresurado que mi mente divaga produciendo un cierto sentimiento de culpa al distraerme y substraerme de la realidad, que me obliga a encontrarme con el elusivo lector que casual me acompaña al que agradezco posarse sobre estos árboles espesos donde no sé si encontrará compartida su voz.

Ayer por cierto disfruté, es supongo una forma de amor, de una entrevista realizada a Hannah Arendt por el periodista Günter Gauss, en 1964, en la que afirma con espléndida alemana fruición que su vida había tenido como norte, más que cualquier otra ambición, la ilusión de comprender.

Ahora entiendo que la página en blanco, que como hemos visto es más oscura que lo que parece, a la que te enfrentas tanto como escritor como lector, te da esa posibilidad de comprender y comprenderte, al escribirla y al escribirte, al leerla y leerte. Que el amable Cortázar me haya tirado en la cara que un cuento es una obra de arte y no así un poema, me ha llevado a trompada limpia a una situación a la que no busqué desplazarme y aquí estoy comentando con la guillotina del tiempo a mis espaldas y le doy gracias.

Aprecio ahora que el reto de la página en blanco es como la del pasajero que se sube a un avión del cual desconoce su destino y aterriza en un país que ni sabía, a donde nunca deseo ir y donde además no tiene como pagarse la sopa del almuerzo. Página en blanco, vuelo incierto en busca de nido por comprender acompañadamente. Perdona que hasta ahora haya llegado hasta mis manos tu mensaje.


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 EL DIABLO EN MOSCÚ


                 JEAN MANINAT


Pleased to meet you
Hope you guess my name.


Simpathy for the Devil 
(Rolling Stones)



Una tarde tórrida en Moscú, dos funcionarios literarios soviéticos conversan con ánimo burocrático sobre la inexistencia de Jesús y los argumentos que habría que desarrollar para probar semejante hipótesis. Mientras discurren, un extraño de elegante y extranjera apariencia, de nombre Vóland, los interrumpe para asegurar que el Cristo no solo existió sino que el extranjero habría estado de cuerpo presente cuando fue condenado a muerte por Poncio Pilatos, procurador de Judea. La insólita tertulia que se establece entre los dos altos burócratas y el autoinvitado contertulio da inicio a una de las más grandes obras de la literatura rusa del siglo pasado y una de las más fieras y sofisticadas críticas desde la literatura al estalinismo: El Maestro y Margarita de Mijaíl Bulgákov. (Recién apareció una nueva traducción de Marta Rebón publicada por la Editorial Navona).

La novela narra la visita del Diablo a Moscú -en pleno estalinismo-, sí, es el mismo Vóland, acompañado de una cohorte de divertidos seres diabólicos: Faggoto, una especie de valet, Beguemot, un gato parlanchín, un esbirro de nombre Azazello y protuberante colmillo, Abbadona quien con la mirada causa la muerte y una hechicera llamada Guela. El cortejo se encargará -literalmente- de enloquecer a la nomenclatura literaria, y a los burócratas comunistas dejando varios cadáveres en el camino.

Luego la historia se entreteje con el libro sobre Poncio Pilatos que escribe el Maestro, el amor de su enamorada Margarita, el internamiento de uno de los burócratas del parque y las andanzas del mismísimo ángel caído. Un verdadero cóctel mólotov de literatura subversiva para el gusto del régimen estalinista.

Como buena parte de los escritores rusos bajo el estalinismo Bulgakov no pudo ver su novela publicada en vida. Establecería, curiosamente, una relación de dependencia con Stalin, a quien escribía cartas recurrentes reclamando libertad artística o permiso para salir del país sin que obtuviera respuesta. Una vez recibió una llamada del propio dictador que se truncó lo cual lo sumió en una desesperación mayor que cuando obtenía solo silencio. El dictador jugaba con él como el gato maula de Gardel con el mísero ratón.

La obsesión de Stalin con los “intelectuales” era enfermiza, a algunos los cortejaba para luego dejarlos al descampado o esperando el terrible golpeteo en la puerta que anunciaba la visita del temido NKVD y su sustracción del mundo. El genio musical Shostakovich solía dormir vestido y con la maleta hecha para no molestar a la familia el momento venido. Vivió buena parte de su vida aterrorizado -con toda razón- pensando qué pensaría Stalin de sus partituras. “Mero ruido”, mandó a escribir en Pravda el dictador sobre la segunda ópera del compositor, Lady Macbeth de Mtsensk.

Ni siquiera Vasili Grossman, el gran cronista de Stalingrado, escapó a la inquina de Stalin con los escritores y entró en el túnel de la persecución silente de su obra. Durante la discreta apertura de Nikita Jrushchov su obra más conocida, Vida y Destino, recibió la condena de Mijaíl Súslov, el gran inquisidor bolchevique: la novela -le dijo- no sería publicada ni en 250 años.

Ya sabemos lo que siguió, tan poderosas obras de arte continuaron su curso, fueron publicadas y están entre lo mejor que ha producido el espíritu humano. Quienes quisieron eliminarlas son basura cósmica, los huevos de una serpiente que se reproduce hasta nuestros días, mudando de piel para mimetizarse y socavar la libertad y la democracia desde adentro o desde afuera según la ocasión.

Quién quita, y por aquello de que vuelan, vuelan, Vóland y su justiciera y divertida pandilla de rufianes diabólicos regresen a Moscú y vuelvan a desquiciar a la nomenclatura y su nuevo Zar. In the Devil we trust.

@jeanmaninat


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 GRADUALISMO VERSUS TERAPIA DE CHOQUE


JOSÉ TOMÁS ESTEVEZ A.


EL NACIONAL


Durante muchísimos años, desde 1936 hasta 1957, la economía venezolana crecía y prosperaba. Luego, en 1958, con la sumatoria de una baja en los ingresos fiscales petroleros, más una rebelión golpista y posteriormente otra comunista, se produjo la primera crisis económica de Venezuela, la cual supo confrontar el gobierno de Rómulo Betancourt.  Su modo de conjurarla fue mediante una terapia de choque en la que medidas fuertes como reducción de sueldos de la administración pública, alza del precio de los combustibles, más ajustes impositivos dieron su fruto, y condujeron después a uno de los mejores gobiernos que el país haya tenido: el de Raúl Leoni en los años 1964-1969.

El crecimiento económico, varita mágica para la democracia y la paz, continuó en los años setenta hasta 1983. El período 1974-1979, fue uno de los más controversiales tanto en la política venezolana como en la economía. Durante este lapso, coincidente con la primera presidencia de Carlos Andrés Pérez, la nación venezolana exportó un total de 45.489 millones de dólares en petróleo crudo y productos refinados, cantidad esta superior tres veces más a los 14.489 millones de dólares recibidos por el mismo concepto en el quinquenio anterior y prácticamente igual al valor total de las exportaciones petroleras efectuadas por Venezuela desde el año 1945 hasta el año 1973. Por si fuera poco, este torrente de divisas captadas por las exportaciones petroleras, también la República se endeuda irresponsablemente.

Así, pues, la prosperidad de la “gran Venezuela” se interrumpió en plena época de precios elevados del petróleo, en 1983, con la introducción de un control de cambios para “no devaluar”. Este control de cambios fue continuado irresponsablemente por el gobierno de Jaime Lusinchi que le sucedió en 1984, junto con controles de precio, aumento de los aranceles, gestando un ambiente de crecimiento endeble. Al final, en 1989 agotó las reservas internacionales, obligando al segundo gobierno de Carlos Andrés Pérez, a ejecutar un ajuste económico para recuperar además de las reservas internacionales el sendero de crecimiento, pero esta vez con bases sólidas. Lamentablemente, el país político no entendió que la famosa renta petrolera, que no era más que un superávit fiscal sin imponer aumento de impuestos al sector interno, se había terminado de una vez para siempre, y se sumó a una peligrosa rebelión, cuyas peores señales fueron el “Caracazo” y el intento de golpe de Estado del 4 de febrero de 1992.  De esta forma, se estableció un Consejo Consultivo de la Presidencia de la República, el cual preparó, dos semanas después de un proceso de consultas a los más variados sectores del país, un informe con ¡125 propuestas! Una recomendaba la suspensión del aumento del precio de la gasolina, otra estabilizar los precios de los productos que constituyen la cesta básica, otra recomendaba la estabilización de los precios de las medicinas, etc. Muchas de estas “propuestas” revelaban una serie de males que habían existido en el país desde casi siempre.

Sea como fuere, el siguiente gobierno, el segundo de Rafael Caldera, amaneció con una crisis bancaria que desembocó a su vez en problemas de salida de capitales, y de exacerbación de las presiones inflacionarias y de aumento del desempleo. Durante un tiempo, el gobierno acorralado por la pérdida de reservas internacionales volvió de nuevo al gradualismo, impuso de nuevo un control de cambios, además de una suspensión de importantes garantías constitucionales. Con todo y control de cambios, el 11 de diciembre de 1995 este gobierno se vio compelido a devaluar en 60%, lanzando los precios hacia arriba. Todo este ambiente obligó al testarudo Rafael Caldera a someterse a un programa de ajuste coordinado por el Fondo Monetario Internacional, y a decretar medidas como las de un aumento en la tasa de impuesto sobre las ventas de 16,6%, y quintuplicó los precios de la gasolina. Muchos de los analistas y opinadores de la prensa, se quejaron de que no se hubieran adoptado anteriormente. Pero poquísimos se recordaron que muchos habían apoyado en 1994, las promesas y decisiones del “estadista” Caldera de reversar las reformas orientadas al mercado.

El plan de ajustes del gobierno se llamó Agenda Venezuela. En este contexto, la apertura petrolera, puesta en marcha bajo el liderazgo de Pdvsa, redujo sensiblemente las necesidades de financiamiento solicitadas al FMI y la economía, de una tasa de crecimiento negativa en el año 1994 (-2,3%), que pasó a ser positiva en 1995 (3,9%) y volvió a ser negativa en 1996 (-0,2%),  mas logró un alto nivel en 1997 (6,3%). Sin embargo, en 1998 la caída de los precios del petróleo impactó negativamente las expectativas y el ánimo de los venezolanos. Así se produjo una recesión que fue aprovechada por los descontentos de la rebelión. De esta manera el teniente-coronel Hugo Chávez ganó fácilmente las elecciones de 1998.

El gobierno “revolucionario” que comenzó en 1999 revirtió todas las reformas y reinició de nuevo el tortuoso camino del gradualismo, volviendo a los controles de precios, y además con el ímpetu de una nueva Constitución –la cual promovió el propio presidente de la República– concentró todos los poderes públicos. En 2002, estalló el paro petrolero y empresarial como producto de un rechazo a su forma absolutista de dirigir la economía, y a pesar de que doblegó al paro, el aparato productivo salió golpeado, al punto de que al año siguiente se declara de nuevo un control de cambios. Después, al amparo de elevados precios petroleros, mantuvo subsidios a los combustibles, congelación de tarifas eléctricas, telefónicas, etc. El gasto público siguió creciendo al igual que la liquidez monetaria y la inflación. Es asombroso constatar cómo el gobierno de Chávez encontró una deuda externa ya refinanciada y manejable, la cual, en el año 1998, la relación deuda pública sobre el PIB (producto interno bruto) era de 24,6% y ahora para el año 2018 el FMI proyecta una relación de 162%. En los actuales momentos, según estadísticas de la Cepal, la deuda externa pública asciende a 129.260 millones de dólares y la deuda privada externa a 18.639 millones de dólares para 2019.

Así mismo, después de que su gobierno se jactaba de que estaba reduciendo la pobreza, de repente el Instituto Nacional de Estadística dejó de publicar estos datos, y la encuesta Encovi manejada por las tres principales universidades del país, ha expuesto que 80% de la población del país está en la pobreza, la tasa más elevada en América Latina. Por último, la inflación mal que ataca a la economía venezolana desde inicios de los setenta, ya se transformó en hiperinflación, destruyendo el total de poder de compra, y el gobierno bolivariano, apenas hizo un cambio cosmético de reducirle 8 ceros al bolívar y llamarlo ahora “bolívar soberano”. Por si fuera poco todo esto, el PIB per cápita de Venezuela registrará una contracción de 74,2% acumulada en 5 años, entre 2015 y 2019, según datos del Fondo Monetario Internacional, como resultado de la grave crisis económica resultante de hacer malas políticas económicas durante tantos años. En el año 2015 el PIB per cápita era de 10.586 dólares y para el año 2019 fue de 2.724 dólares.


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jueves, 29 de octubre de 2020

COLLAGE SOBRE RÓMULO BETANCOURT (XXXVI) 

        (Llegó la Dictadura: la Resistencia, el Exilio –y XII)


                     Carlos Canache Mata


El 1° de enero de 1958, muy temprano en la mañana, estalla una sublevación militar contra el régimen dictatorial que preside  el General de División Marcos Pérez Jiménez. A las 6 am. de ese día, aviones de la Base de Maracay aparecen sobre Caracas para anunciar a los militares comprometidos en la capital –era la señal convenida- que la insurgencia militar había comenzado. Maracay estaba en poder de los rebeldes. En forma previsiva, Pérez Jiménez había suspendido la dotación de municiones a algunos cuarteles, por lo que el cuartel Urdaneta de Caracas no se pronunció sino horas después, cuando el mayor Gilmond Báez, simulando lealtad al gobierno, logró el restablecimiento del suministro de municiones. Alrededor de las cuatro de la tarde, los aviones ametrallan el Palacio de Miraflores, donde se activan las baterías anti-aéreas y en cuyos sótanos Pérez Jiménez y algunos de sus principales colaboradores se habían puesto a resguardo de las incursiones aéreas. Debido a fallas en la coordinación –además de la  no participación de la resistencia civil- la intentona no tuvo éxito. A las 2 de la madrugada del día 2, en el DC-4 personal del Presidente de la República, piloteado por el mayor Martín Parada, 18 insurrectos viajan a Barranquilla, Colombia.

Como señala la historiadora Mirela Quero de Trinca, Rómulo Betancourt se preocupaba porque el final de la dictadura perezjimenista llegara por la vía de una acción exclusivamente militar, y, en consecuencia, planteó el regreso de exiliados al país para fortalecer la organización de la sociedad civil y de los partidos en la resistencia interna.  En carta, de fecha 6 de enero, que dirigió a un grupo de militares democráticos, les decía: “Varias circunstancias determinaron que este movimiento tan poderoso no triunfara. Aparte de las de carácter militar, creo que si los alzados hubieran dado armas al pueblo en Maracay triunfan definitivamnte. La gente se echó a la calle en esa ciudad, reclamando armas para pelear” (1).

 Por su parte, el historiador Ramón J. Velásquez, también tiene aprensión a la acción únicamente militar: “Lo que diferencia al 23 de enero de los episodios similares de nuestra historia es su carácter de jornada colectiva, tanto en lo militar como en lo civil…Si el movimiento del 1° de enero triunfa el mismo día de su estallido, distinto hubiera sido el rumbo del proceso histórico iniciado en el año de 1958, pues sorprendidos dictador y pueblo con el regalo de las libertades, la participación de los demás sectores nacionales habría sido nula. Los veintiún días que van de uno a otro acontecimiento, les permiten a las clases dirigentes de la nación tomar conciencia de la crisis y asumir su dirección. Naturalmente que la decisión final de las Fuerzas Armadas era determinante para poner fin a diez años de gobierno autocrático y personalista, pero el proceso de desajuste del aparato de represión del gobierno va a permitir que numerosos grupos profesionales y económicos abandonen su justo temor ante las conocidas represalias, colaboren con los activistas de los partidos políticos que integran la Junta Patriótica y den carácter de jornada nacional y no de golpe militar al histórico epísodio” (2). Betancourt sostenía que “el descalabro (no lo llamaba derrota, nota de CCM) del levantamiento militar del 1° de enero no ha fortalecido a la Dictadura, sino que está más débil que nunca. El ejército está anarquizado y el pueblo perdió el miedo…Ya lo dijo Maura, uno de los políticos más zamarros que ha dado España: las dictaduras son como los cilclistas, que cuando dejan de pedalear se caen. Soy pues profundamente optimista” (3). Y en carta, de fecha 11 de enero, le escribía a José Antonio Mayobre: “Estoy convencido de que dentro de pocos días, cuando mas dentro de pocas semanas, podremos regresar a Venezuela” (4).

No se equivocó el fundador de Acción Democrática en su consideración anticipativa. A partir del 1° de enero de 1958 se sucedieron los hechos con velocidad vertiginosa, con el telón de fondo de  manifestaciones de obreros y estudiantes, protestas callejeras y pronunciamientos de la Junta Patriótica. El 9 de enero se anuncia un alzamiento de las fuerzas navales. El día 10, por presión militar, Pérez Jiménez designa ministro de la Defensa al general Rómulo Fernández, destituye al Ministro del Interior Laureano Vallenilla Lanz (h), quien se asila en la Embajada de Brasil y luedo viaja al exterior,  y sustituye al Director de la Seguridad Nacional Pedro Estrada, quien viaja aSanto Domingo. El 13 de enero Pérez Jiménez da un contragolpe destituyendo al general Rómulo Fernández y expulsándolo del país,  y asume personalmente el ejercicio del Ministerio de la Defensa. El 14 circula el manifiesto de los intelectuales contra la dictadura. El 16  de enero circulan manifiestos contra el gobierno firmados por abogados, médicos, farmacéuticos, banqueros y estudiantes. El 17 la Junta Patriótica ordena para el 21 la huelga general, y continúa la agitación en los barrios, en los centros estudiantiles y los sindicatos. El 20 el gobierno maniobra y distribuye volantes falsos a nombre de la Junta Patriótica aplazando la huelga. El día 21, a las 12 del mediodía, las sirenas de las fábricas, las cornetas de los automóviles y las campanas de los templos anuncian el comienzo de la huelga; no circulan los periódicos;  la industria y el comercio suspenden actividades; y a las 2 de la tarde hay una concentración en la Plaza de El Silencio, que es ametrallada por la policía, con un saldo de muertos y heridos; se impone el toque de queda a partir de las 5 pm. El día 22, a las 10 pm., Pérez Jiménez es informado de la sublevación de la Marina y de la  guarnición de Caracas, envía un emisario a la Escuela Militar, donde se encuentran los dirigentes de la rebelión, y los cita a una conferencia en el Palacio de Miraflores. El contralmirante de la Marina, Larrazábal, quien se ha pronunciado a favor del golpe, le advierte a Pérez Jiménez que debe abandonar al país.

El día 23 de enero, a la 1 de la madrugada, en el  avión presidencial, ‘La Vaca  Sagrada’, el dictador Pérez Jiménez, acompañado de su familia, algunos ministros y amigos, parte del aeropuerto de La Carlota con rumbo a Santo Domingo.  Tuvo un olvido y ¡dejó una maleta! en el aeropuerto, la  maleta que después se hizo famosa. 

La democracia volvió a Venezuela.

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1-Rómulo Betancourt. Antología Política. Volumen Sexto 1953-1958. Fundación Rómulo Betancourt. Caracas. 2004. Pág. 699.

2-Ramón J. Velásquez. “Aspectos de la Evolución Política de Venezuela en el Ultimo Medio Siglo”. Venezuela Moderna. Fundación Eugenio Mendoza. Caracas. 1976. Pág. 157-158.

3-Rómulo Betancourt. Carta a Luis Muñoz Marín en Puerto Rico. Obra citada. Pág. 707.

4-Rómulo Betancourt. Obra citada. Pág.710.


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El reencuentro de Leopoldo López con la 

libertad 


                  Trino Márquez

 

El reencuentro de Leopoldo López con la libertad estuvo rodeado del misterio, la sorpresa y la espectacularidad de las operaciones planificadas con precisión milimétrica, con el fin de asestarles un golpe noble a enemigos  implacables e incansables. El gobierno quedó desconcertado. Tanto, que Nicolás Maduro destituyó al ministro de Relaciones Interiores, el siempre compañero de ruta Néstor Reverol.   Esa fue una acción sensacional y desconcertante, no importa lo que digan algunos cretinos de cierta ‘oposición’, envenenados por el odio, dedicados destruir a nuestros propios héroes y atacar las narraciones que exaltan el valor de quienes han pagado con cárcel y exilio su lucha por recuperar la democracia.

         López nunca debió ir a la cárcel. El régimen instalado en 1999 se ensañó contra él. En 2008, cuando se perfilaba como ganador de las elecciones para la Alcaldía Metropolitana, el cargo de elección popular más importante, luego del Presidente de la República, Hugo Chávez decidió inhabilitarlo por trece años. El entonces joven alcalde del municipio Chacao no podría aspirar a ningún cargo a través del voto ciudadano. El comandante se libró, con una zancadilla, de un serio competidor por un período bastante prolongado. En 2014, el método aplicado para acabar con el líder de Voluntad Popular fue aún más drástico: lo acusaron de ser el instigador y responsable fundamental de la violencia que acompañó ‘La Salida’, el movimiento que desató fieros enfrentamientos callejeros contra el régimen aquel año. Para demostrar que el discurso de López estaba cargado de odio y era una invitación clara a  la violencia, el gobierno contrató los servicios de una reconocida lingüista, la doctora Rosa Amelia Asuaje. En sus pesquisas, la doctora Asuaje no encontró ninguna evidencia que incriminara a López. Así lo declaró en distintas instancias en repetidas oportunidades.  Sin embargo, Maduro mantuvo la acusación.

         Poco tiempo después que López fuese sentenciado a casi catorce años de prisión, Franklin Nieves, el fiscal designado por el Ministerio Público para llevar su causa, huyó del país. Desde el exterior declaró que a lo largo del juicio había sido presionado por el régimen para responsabilizar al exalcalde, que los testigos habían sido comprados y que todo el juicio había sido una patraña urdida por los jerarcas del régimen para decapitar la carrera política de López. Nieves pidió perdón por haberse prestado a semejante maniobra. Su confesión no tuvo ninguna repercusión legal. Ni la Fiscalía General ni el TSJ se dieron por enterados. El gobierno lo tachó de traidor y agente de la ultraderecha. Nada original. López permaneció aislado en un calabozo en Ramo Verde, la cárcel destinada a quienes son acusados y encontrados responsables de rebelión militar.

         En su primera  rueda de prensa en Madrid, López demostró saber cuál es el papel que le corresponde: se desmarcó de cualquier tipo de invasión extranjera a Venezuela; aspira a convertirse en un factor  de cohesión de los líderes opositores que se encuentran en el exterior, entre quienes existen deferencias notables de criterios acerca de cómo encarar la situación nacional; trabajará por conseguir el mayor apoyo internacional con el fin de lograr en el menor lapso posible unas elecciones presidenciales libres, justas y verificables; y tratará de que las relaciones entre los dirigentes que se hallan en el exterior  y los líderes nacionales se sincronicen, de modo que todas las acciones apunten en la misma dirección.

         Estos retos no son nada sencillos de satisfacer. Las diferencias de opiniones, concepciones políticas y métodos de lucha entre los líderes en el exilio son abismales. Acoplar el exterior con la fuerza doméstica tampoco resulta fácil. La oposición interna se encuentra muy debilitada y dispersa. Además, la tozudez del régimen es granítica. A Nicolás Maduro no le importa para nada que el país termine de arruinarse Su único objetivo consiste en permanecer abrochado al poder. Cuenta con aliados poderosos dentro y fuera de la nación. Rusia, China, Irán y Cuba le proporcionan el respaldo que requiere en el tablero internacional. Los militares, el inmenso aparato represivo que montó, los colectivos y los grupos paramilitares, le suministran el apoyo suficiente para sembrar terror y conservar el mando.

         Leopoldo López ha demostrado poseer una enorme sagacidad y sentido de la oportunidad. Se ha escapado de dos de los sitios donde ha estado recluido. Conoce los obstáculos que menciono y sabe que deben ser removidos cuanto antes, con la participación de numerosos sectores, para evitar que el país siga rodando cuesta abajo.

Por ahora, hay que celebrar que otro dirigente recuperó la libertad para sumarse a la dura batalla por reconquistar la democracia en Venezuela. Bienvenido.

@trinomarquezc

        

   


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miércoles, 28 de octubre de 2020

Porqué la Antibloqueo y daños colaterales


           GONZALO GONZALEZ


Hay quienes sostienen que Maduro no necesita autorización de ningún tipo para gobernar a discreción, y que por tanto la Ley Antibloqueo fue una operación redundante e innecesaria. No les falta razón a quienes han manifestado tal criterio, solo que el asunto es más complejo y diverso. En mi criterio, la razón de tal iniciativa del régimen no proviene de la necesidad de autorización sino de la urgencia del usurpador de dar un golpe de autoridad contundente hacia dentro del chavismo por los ruidos de disidencia interna, hacia la comunidad internacional democrática por su posición contraria a reconocer los comicios del 6 de diciembre, hacia sus aliados internacionales,  bolichicos y tiburones del capital internacional en el sentido de que viene un cierto viraje en materia económica  (de innegable inspiración putiniana)  favorable a sus intereses.

Aparte, pero concomitante con lo anterior,  evitar que su constituyente muera sin algún saldo positivo de cierta importancia amén de  reforzar la épica del discurso sobre el supuesto bloqueo –al respecto hay que decir que no hay en progreso ningún bloqueo, ni siquiera un embargo como el aplicado a Cuba–; y como la constituyente roja no elaboró ninguna Constitución, la Antibloqueo (calificada de Ley Constitucional) por la magnitud, discrecionalidad y opacidad de ejercicio del poder  otorgado al dictador funge y será utilizada como carta magna por el régimen.

La operación política de marras tiene costos asociados y daños colaterales, fue una suerte de fuego amigo sobre la legitimidad, utilidad y competencia del Parlamento a elegir en diciembre. En la práctica la Antibloqueo confisca de antemano las competencias de legislación y control propias y definitorias de cualquier parlamento que se considere como tal. Deja a sus aliados de la mesita desnudos y sin discurso para continuar justificando su falaz contubernio con el régimen alegando  que ahora sí habría una Asamblea Nacional honradora de sus funciones y competencias y de que ellos serían garantía de tal comportamiento.

Si algunos ya teníamos la convicción de que el órgano resultante de los comicios de diciembre no iba a tener más utilidad práctica que la de tratar de ser una fachada democrática de la dictadura, ahora esa convicción se ha reforzado y lo que viene es un parlamento eunuco, vaciado de contenido  y conformado por paniagudos y colaboracionistas del régimen. Parlamentarios sin nada útil que hacer por el país, solo disfrutar de canonjías y privilegios crematísticos.

Lo ocurrido justifica, ratifica y fortalece la decisión, por demás acertada, de las fuerzas democráticas de boicotear los comicios convocados por la dictadura.

Saludo la fuga y libertad de Leopoldo López, perseguido con saña como el que más por el chavismo. Deseo que desde su nueva situación pueda contribuir con esfuerzos reales y eficaces a la liberación nacional de Venezuela como Estado y sociedad. La reacción del régimen al respecto pone de manifiesto su condición tiránica y su soberbia; me refiero a los atropellos  perpetrados contra humildes trabajadores de la Embajada de España y en lo segundo a sus destempladas e impolíticas acusaciones en contra de ese Estado, tensar las relaciones con España, precisamente con España, no creo les sea conveniente.

 



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Caracas «secuestra» a un íntimo 


colaborador de Leopoldo López


ABC 

El régimen de Nicolás Maduro sigue tras la pista del responsable que colaboró con Leopoldo López para que saliera de Venezuela, y en su incansable búsqueda ha detenido a cuanto inocente se encuentra en su camino. El pasado lunes, la oposición denunció la desaparición de Roland Carreño, íntimo amigo del dirigente político y periodista. Carreño desapareció junto con dos acompañantes, y el equipo de Juan Guaido, no descarta que haya sido capturado por las fuerzas del régimen.

El Gobierno de Venezuela confirmó ayer martes la detención del periodista y coordinador del partido opositor Voluntad Popular (VP), por presuntamente estar vinculado en «planes conspirativos contra la paz democrática» del país. El fiscal general, Tarek William Saab, ha informado de la detención tras 24 horas en las que Carreño permanecía en paradero desconocido y se habían producido denuncias por parte de medios de comunicación locales, así como del Colegio Nacional de Periodistas, por su desaparición.

El presidente encargado, Juan Guaidó, señaló a través de Twitter que «el periodista Roland Carreño, Yeferson Sarcos y Elías Rodríguez, llevan 24 horas desaparecidos. La residencia de Roland está siendo allanada ahora mismo». Por su parte, Saab informó que «al momento de la detención, las autoridades policiales le hallaron 12.000 dólares (poco más de 10.000 euros) en efectivo y un R15. De dichas investigaciones en marcha daremos detalles con los elementos probatorios de rigor en las próximas horas».

El lunes por la tarde, el Servicio de Inteligencia Nacional (Sebin) allanó la vivienda de Diana López, hermana del dirigente opositor, pero al no encontrarla, fueron a casa de su cuñada que vive en el mismo edificio y se la llevaron detenida. Nathaly Sifontes fue trasladada al Helicoide, sede del Sebin ubicada en Caracas, desde la 6 de la tarde del lunes para ser interrogada y liberada ayer martes.

En España

Pese a que Diana López se encuentra en España, al igual que su hermano, los funcionarios irrumpieron en su vivienda para allanarla. Lo mismo hicieron con su residencia en la playa. Leopoldo López estuvo preso desde el 18 de febrero de 2014 por incentivar las protestas contra Maduro, que se extendieron en todo el territorio venezolano hasta mediados de ese año, y dejaron 43 personas fallecidas. Y tras protagonizar el levantamiento cívico-militar del 30 de abril de 2019, el Gobierno de España le ofreció protección, por lo que estuvo desde ese momento como huésped en la residencia del embajador Jesús Silva Fernández, hasta el sábado cuando sorprendió al mundo con su huida.

A partir de ese momento, varias personas han sido detenidas para ser interrogadas. Entre ellas, Nubia Campos, encargada de preparar y entregar al líder opositor la comida en la residencia diplomática, y también a José Jerjes Neira, vigilante de la embajada. Entre el grupo de detenidos por el Sebin se encuentran Ibrahim Sojo y José García, ambos trabajaban como escoltas de López y su esposa Lilian Tintori. Salvo Sifontes, el resto de las personas se encuentran en libertad, tras ser llevados al Helicoide.

Recientemente, el Gobierno de Pedro Sánchez anunció el relevo de Silva por Juan Fernández Trigo, quien cumplió sus funciones como embajador de España en Cuba. De acuerdo con el Ministerio de Asuntos Exteriores, este cambio «normal» correspondía hacerse este año, y la situación de López no debía ser alterada.

El mismo día que se conoció la salida de López de la embajada y de su país, los funcionarios del régimen también tomaron el edificio donde reside el personal del cuerpo diplomático de la embajada de España en Caracas. Diosdado Cabello, acusó el domingo a Silva Fernández por «facilitar» la huida de López. Ese mismo día, el perseguido político más importante en la era chavista apareció en España junto con sus tres hijos y su esposa que año y medio atrás se habían instalado en el país tras el acoso del Gobierno chavista.

El único que ha guardado silencio por esta noticia ha sido Nicolás Maduro, quien no ha pronunciado palabra alguna sobre López. Sin embargo, el canciller Jorge Arreaza emitió un comunicado el domingo por la tarde denunciando vía Twitter «la flagrante violación integral de la Convención de Viena».


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 Elogio a la intolerancia


                        Marta de la Vega 


“Por lo tanto, debemos reclamar, en nombre de la tolerancia, el derecho a no tolerar a los intolerantes”.

Karl Popper

En el patio de honor de la Universidad de París I, La Sorbona, el lugar del saber universal y del humanismo desde hace más de 8 siglos, como precisó el presidente de Francia, Emmanuel Macron, se realizó un homenaje fúnebre al profesor de historia y geografía, Samuel Paty. Fue víctima, a los 47 años, de la peor barbarie, al ser salvajemente asesinado el 16 de octubre de 2020, por su vocación, su pasión y su oficio: enseñar, decapitado por un joven refugiado de origen ruso checheno, militante radical del fanatismo religioso islamista.

En un curso sobre la libertad de expresión, la libertad de conciencia, mostró el 5 y 6 de octubre unas caricaturas de Mahoma, publicadas por el periódico satírico Charlie Hebdo, que lo llevaron a la muerte. Este nuevo atentado, dijo Macron, es una funesta conspiración terrorista y gratuita, arbitraria y absurda, instigada por el odio al otro, que no detendrá la defensa y enseñanza de la libertad, la igualdad y la fraternidad, triple consigna presente desde la revolución de 1789 en la cultura política francesa, que ha irradiado en la mentalidad republicana, democrática e ilustrada de Occidente. Ser republicano, en las palabras de Jean Jaurès, que citó en su discurso el presidente Macron, significa aprender a pensar por sí mismos, no obedecer a ninguna fe ni a nadie que nos imponga pasivamente las verdades, sino que las busquemos nosotros mismos, sin resignarnos a la violencia y la intimidación. No podemos renunciar a ser republicanos, al respeto por las virtudes cívicas, ni a someternos a la locura sectaria de los islamistas que cultivan el odio a los otros, la mentira, la idiotez del separatismo fundamentalista. Es inaceptable que haya grupos islamistas siguiendo sus propias leyes dentro de la República. 

Desde su muerte, el profesor Paty encarna el rostro de la república, de su autoridad y su firmeza, de la justeza de sus argumentos, de la voluntad de quebrar el terrorismo islamista, de reducirlos, de vivir como una comunidad de ciudadanos libres, de defender la sociedad laica, de nuestra determinación a comprender y enseñar a ser libres, tarea esencial de los profesores que dejan huella.

Paradójicamente, fue asesinado por un joven que buscaba protegerse del miedo, la persecución y la intolerancia al llegar al país de la pluralidad y el libre flujo de las ideas más diversas. Fue abruptamente cortada la vida y valiosa experiencia de Samuel Paty por haberse interesado en la civilización islámica, en respeto a sus alumnos de este origen cultural para transmitirla como parte del saber universal, por descubrir las riquezas de la alteridad, por haberles enseñado a “devenir ciudadanos”; no sumisos creyentes, sino pensadores críticos; a aprender el deber, para cumplirlo; las libertades, para ejercerlas; el respeto, porque todos somos ciudadanos; la grandeza del pensamiento libre, en fin, por enseñar a hacernos republicanos, sin ninguna discriminación.

Entre 1689 y 1690, a fines del siglo XVII, fue publicada la correspondencia de John Locke con su amigo cercano Philipp Van Limborch. Rápidamente traducida del latín a otros idiomas, Una Carta sobre la Tolerancia, resuena en nosotros hoy, vigente y poderosa, decisiva para asegurar en un espacio común y compartido, el futuro variopinto de la humanidad en la globalización. Dice, en uno de sus pasajes sobre la tolerancia religiosa:

“En la cuestión de la libertad de conciencia que durante estos años ha sido tan debatida entre nosotros, una cosa que ha confundido principalmente el asunto, mantenido la disputa y aumentado la animosidad, ha sido, según pienso, que ambos bandos, con igual celo e igual desacierto, han tratado de extender demasiado sus pretensiones: el uno ha predicado la obediencia absoluta, y el otro, la libertad universal en materias de conciencia, sin determinar las cosas que pueden aspirar a la libertad, o sin mostrar los límites de la imposición y la obediencia.”

Las leyes son instrumentos de cohesión social, para el bienestar, la preservación y la paz de la sociedad que las produce. No se puede concebir una “legislación de guerra” contra el islamismo, como parte de una estrategia republicana de reconquista y no solo de contención, de manera reactiva, según propone la dirigente Marina Le Pen. Ni tampoco se puede admitir la justificación del horror convertido en norma, según la ley de la Sharia, como afirma el erudito musulmán Al-Yousuf. A más libertad, mayor respeto, para derrotar anarquía y anomia, que provocan violencia y destrucción.


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