miércoles, 14 de octubre de 2009

Las cadenas cómicas del chavismo

Elides Rojas, El Universal

Jorge Giordani, Nelson Merentes, Alí Rodríguez, Jesse Chacón, Diosdado Cabello y Rodolfo Sanz. Seis próceres de la revolución. Seis funcionarios multiministerio. Saben de todo, especialmente los militares. Están enchufados desde que empezó este cuento y, como ya lo ha dicho el líder intergaláctico en más de una ocasión, no tienen la más mínima intención de desenchufarse. Nada de eso. Esta gente es capaz de hacer el papel de ingenieros aeroespaciales si el jefe lo pide. Toeros construyendo socialismo. Y lo peor es que deben calarse los regaños en vivo y en directo sin pena ni sudores incómodos. Debe valer la pena el esfuerzo.

Ahora el jefe los puso a tirar medidas económicas que no son medidas. Los puso a hablar pistoladas en cadena. Los puso a hacer el ridículo con cara de serios y pose de circunstancia. Si algo tienen estos socialistas del siglo XXI es una enorme capacidad para actuar. Son actores natos. Dignos ayudantes del dueño de la alfombra roja, el héroe de la batalla de Venecia. Pero, más allá de las obras de teatro en cadena nacional, hay una realidad que contrasta con cada uno de los repetidos planes, ideas, proyectos, o lo que sea, que anunciaron en esos días.

¿Qué anunciaron?
Subsidios para la producción de rubros estratégicos, mientras invaden fincas en plena producción y amenazan con tomas y expropiaciones. Más créditos para actividades productivas, mientras impulsan el comunismo y la apropiación de los medios de producción. Ajustes a la política comercial para incentivar la producción nacional, mientras un atajo de locos autodenominados sindicalistas paraliza las empresas y chantajea a los empresarios. Por si fuera poco, cada dos días, desde Miraflores le abre las puertas a una especie de toro enfurecido, el señor Samán, para que tome su dosis de comunismo cerrando unas 15 empresas o comercios por jornada. Impulso a la construcción, mientras le montan cacería a lo poco que se construye para apropiárselo, como el Sambil. Recuperación de infraestructura, mientras le dan los contratos a cooperativas rojas ineficientes y corruptas. Vean el parque La Paz, en Caracas, tres años para hacer unos caminitos y sembrar una grama a un costo mil millonario. Realidad socialista. Construcción de viviendas, mientras se roban los reales de los proyectos. No perdonaron ni las casitas uruguayas. Liquidación eficiente de divisas. Será para viajes y giras presidenciales o para maletinazos que caminan por América Latina. Programas de cultivos controlados, como los que gerencian los cubanos. Ya estamos importando hasta café. Nuevas tecnologías para la productividad vegetal y animal, como la que aplicaron en el Caaez de Barinas donde se robaron dos veces el presupuesto. Desarrollos turísticos. Vayan a Los Caracas para que conozcan las mejores piscinas verdes del ALBA.

Buena idea: cadenas cómicas.

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