viernes, 23 de marzo de 2018

¿Cuáles serán los efectos de la nueva reconversión monetaria?
 


Víctor Salmerón

El presidente Nicolás Maduro anunció que a partir del próximo 4 de junio de 2018, se le restarán tres ceros a la moneda y el país adoptará un nuevo cono monetario que tendrá billetes de 2, 5, 20, 50, 100, 200 y 500 bolívares, además de las monedas de 1 y 0,50 bolívares.
“Decidimos activar una reconversión monetaria necesaria para la economía. Pondremos en circulación un nuevo cono monetario para garantizar al Pueblo de Venezuela sus actividades comerciales y monetarias. ¡Defenderemos nuestro bolívar!”, dijo Nicolás Maduro.
Los precios se ajustarán en la misma magnitud, de tal forma que la medida no impactará la capacidad de compra del dinero. Al menos temporalmente, la medida aliviará el problema que representa para los sistemas informáticos y para las transacciones diarias de la economía al procesar cifras con una gran cantidad de dígitos.
El efectivo
Los venezolanos padecen una severa escasez de efectivo porque la hiperinflación dispara los precios. El billete de cien mil bolívares, el de mayor denominación hasta el próximo 4 de junio, no alcanza para pagar un refresco de dos litros. Además, el Banco Central de Venezuela no ha sido capaz de emitir suficientes piezas y el efectivo representa en este momento 3,2% del total del dinero en la economía, cuando históricamente esta relación se ubicó entre 10% y 13%.
José Guerra, economista y miembro de la Comisión de Finanzas de la Asamblea Nacional, afirmó que era muy probable que se agravase la escasez de efectivo:
“Si los billetes actuales van a ser sustituidos por los nuevos, no tiene sentido que se emitan piezas adicionales. Por otro lado, dificulto mucho que en el corto tiempo que hay hasta el 4 de junio, el Banco Central sea capaz de imprimir los nuevos billetes o encargarlos al exterior y que lleguen al país”.
Agregó que “además los precios van a continuar aumentando por la hiperinflación en marzo, abril y mayo, por lo tanto, los billetes actuales serán más escasos y tampoco habrá suficientes piezas de los nuevos. Cuidado si no vamos a un problema mucho más severo en cuanto a la falta de efectivo”.
Un aspecto a tomar en cuenta es que en 2008 el Banco Central realizó una reconversión monetaria idéntica a la actual, restándole tres ceros a la moneda, pero tuvo plazo de un año para comenzar a introducir los nuevos billetes. Además, durante seis meses circularon de manera simultánea los billetes con la escala antigua y los nuevos, a fin de asegurar una transición sin problemas en momentos en que no había escasez de efectivo.
Precisó el diputado Guerra que “en aquella época el Banco Central tenía recursos para pagar la impresión de billetes en el exterior y la casa de la moneda contaba con tinta y papel suficiente. Esto no es lo que ocurre actualmente”.
La hiperinflación
Venezuela está inmersa en un proceso hiperinflacionario donde los precios están aumentando a una tasa mensual de entre 80% y 100%. Ronald Balza, decano de la Facultad de Economía de la Universidad Católica Andrés Bello, señaló que “si no se detiene la hiperinflación, en menos de un año los precios tendrán nuevamente los tres ceros que se van a restar con la reconversión. Se estaría incurriendo en un costo inútil”.
“Aparte de imprimir los nuevos billetes, la reconversión obliga a las empresas a ajustar los sistemas de cómputo, a los bancos a calibrar los cajeros automáticos y a los comercios a modificar las máquinas para el cobro del IVA, por ejemplo”, explicó Balza.
La firma Síntesis Financiera advirtió en un reporte difundido el 23 de febrero que “en ausencia de soluciones al problema inflacionario, el elevado costo de producir y poner a circular los nuevos billetes y monedas y ajustar los sistemas de procesamiento de datos será en vano. La creación de una nueva moneda usualmente ocurre como parte de un plan de estabilización para salir de la hiperinflación. No hay indicio alguno de que el gobierno esté avanzando en esa dirección”.
Sus proyecciones son bastante severas: “El alivio operativo al sistema de pagos será efímero si persiste el actual desempeño en materia fiscal y monetaria. Según nuestros cálculos, al ritmo que están subiendo los precios en la actualidad, los tres dígitos que se estarían eliminando en los precios con una reconversión hoy se habrán perdido en menos de tres meses”.
El desequilibrio
De acuerdo con la medición que realiza el Parlamento, solo entre enero y febrero de este año la inflación acumuló un salto de 231%. Analistas coinciden en que la causa principal del desequilibrio es que el Banco Central crea grandes cantidades de dinero, las cuales generan un fuerte desajuste entre la oferta y la demanda a fin de tapar una enorme brecha en el presupuesto del gobierno.
Indicó Balza que “la reconversión que se anunció hoy no tiene ningún sentido en medio de la hiperinflación. Se necesita un programa de ajuste estructural que permita eliminar el financiamiento monetario del déficit fiscal, así como una política cambiaria transparente. En vez de ir en esta dirección, el gobierno opta por decirnos que va a eliminar el efectivo existente para supuestamente sustituirlo en menos de tres meses”.
Por su parte, José Guerra señaló que “ya tenemos la reconversión de 2008 como muestra de que este tipo de medidas no hacen nada para contener la inflación. El aumento de los precios es el déficit fiscal y su financiamiento a través del dinero que crea el Banco Central; la reconversión debería ser en dado caso, parte de un plan estructural para sacar a la economía de la hiperinflación y la recesión, no una medida aislada”.
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