miércoles, 30 de junio de 2010

La MUD avanza de alianza electoral a dirección política

En 451% crecieron importaciones de alimentos en período de Chávez

Designado, como ocurrió el sábado 26 de junio, el equipo de campaña de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD), les toca ahora definir un equilibrio entre las crecientes demandas de los ciudadanos -que pretenden que la alianza siga el ritmo declarativo del presidente de la República- y el uso de los limitados recursos de los que disponen para atender esa exigencia y divulgar las propuestas programática y legislativa de cara al 26-S.

En principio, según ofreció el coordinador del equipo, Ramón Guillermo Aveledo, la Mesa dará declaraciones semanales sobre los temas de mayor impacto público, sin embargo, dejó claro que no reproducirán el estilo del mandatario. "Nosotros no podemos guindarnos ni encadenarnos", recalcó. Esta semana, la MUD podría pronunciarse sobre las leyes relativas a las comunas.

Surgida como una alianza electoral -etapa que se cumplió con la inscripción de planchas unitarias en todo el país- la Mesa debe afrontar ahora su transformación en dirección política, cosa que no está clara a la fecha, admiten algunos de los miembros del equipo de campaña. Tampoco es fácil el asunto, puesto que no todos los partidos tienen la misma visión. Están desde los que quieren reproducir el estilo confrontacional de Chávez y los que quieren probar con líneas discursivas más eclécticas.

La exigencia ciudadana de que la MUD unifique la vocería parece obstaculizar la apreciación de los aportes y denuncias que individualmente hacen los partidos que la integran. Sobre eso llamó la atención Aveledo cuando rechazó el sábado, por considerarlas injustas, las acusaciones de que la "MUD es muda" y recordó que, solo en el caso de los alimentos descompuestos, se han producido denuncias desde el campo opositor en varias regiones del país, lo que dejó en evidencia el fracaso gubernamental del llamado caso "pudreval".

Conspiración criminal
El coordinador nacional de la Mesa Agroalimentaria y Desarrollo Rural de la MUD, Adonay Ochoa (AD), ha denunciado "la misión importación" que ha puesto en marcha el gobierno de Chávez y que ha implicado que durante su período las importaciones agroalimentarias crecieran en 451%.

Para que eso sea posible, recalcó, se ha desmantelado la estructura de producción agrícola y pesquera, "y de eso deriva la corrupción que se extiende por Cadivi, por los ministerios de Sanidad, Agricultura y Alimentación, por Pdval y Mercal, contando además con la pasividad de los distintos poderes del Estado que deberían ser los encargados de controlar estos desmanes". Ochoa citó como evidencia de la manipulación de unos pocos para enriquecerse, las cifras de alimentos que intercambia Europa con países centroamericanos, siendo en promedio anual de 50 mil toneladas, "el 60% de la cantidad perdida en los contenedores" en Venezuela. "Se ha pretendido restarle importancia a esta situación, bajo el argumento de que este daño prácticamente sería insignificante en comparación con los volúmenes de productos que el régimen compra. Gracias a esta confesión, hemos podido comprobar que Pdval ha adquirido diez mil millones de kilogramos de alimentos, de los cuales 70% son importados".

Elvia Gómez
EL UNIVERSAL


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martes, 29 de junio de 2010

La confesión de pudreval
Teodoro Petkoff

Tal Cual

Hace dos semanas publicamos en TalCual un conjunto de reportajes agrupados bajo el título “las confesiones de Pudreval”, en los que plasmamos el colosal fracaso que ha constituido, desde su nacimiento, la Productora y Distribuidora Venezolana de Alimentos (Pdval). La serie, que ahora ha sido continuada por otros medios de comunicación, se sustenta en un informe de gestión elaborado por la propia empresa a comienzos de junio, tras el hallazgo de los primeros lotes de contenedores con comida dañada.

Lo expuesto allí no es otra cosa que la versión de los hechos contada por la misma empresa a través de un documento que es la mejor prueba de la ineficiencia que corroe a la compañía estatal y constituye, de hecho, una confesión de su responsabilidad en la pérdida de al menos 100 mil toneladas de alimentos.

Parte del rosario de culpas que reconoce Pdval incluye retrasos en la emisión de cartas de crédito, deficiencias de la infraestructura portuaria no previstas; demoras en las emisión de los permisos de importación por entes oficiales, insuficiente capacidad de transporte para extraer los contenedores del puerto; así como limitaciones de almacenamiento y distribución.

En el maloliente fracaso de Pdval no faltaron los muchachos de Fidel. Según se lee en el informe, en octubre de 2007 la Vicepresidencia de la República asignó “un equipo de asesores cubanos que se encargarían de dictar los lineamientos” concernientes a “cantidades a comprar, cronogramas de entrega, permisología necesaria, especificaciones técnicas, panel de proveedores, logísticas de envío, entre otros”.

Las estimaciones, sin embargo, se efectuaron de una manera tan faraónica que al final se desbordó la capacidad de los puertos para manejar la carga, en especial la refrigerada, lo cual obligó a las líneas navieras a mantener “un número significativo de contenedores en varios puertos del Caribe” y a Pdval, a pagar por su almacenamiento.

Por si fuera poco, la empresa chocó de frente con los trámites de nacionalización.Las demoras en el otorgamiento de los permisos por parte del Seniat y los ministerios de Salud y Alimentación, impactaron “negativamente a la extracción de los alimentos” y generaron “cuellos de botella en los puertos, con riegos sanitarios, almacenes colapsados y afectados en la logística de extracción y deudas inmensas por demoras en la devolución de contenedores”, asegura el informe de la empresa.

Como guindas de la torta figuraron la falta de transporte para sacar los contenedores del puerto y la limitada capacidad de almacenamiento y distribución de Pdval.

Al final, en medio del desespero por la acumulación de contenedores en La Guaira y Puerto La Cruz, los responsables de Pdval pidieron auxilio al Seniat para que declarara en abandono legal la comida almacenada. Por este atajo, sólo en abril pasado se agilizó la extracción de “alrededor de 2.000 contenedores”. Casi la mitad de los que hallaron con comida podrida.

¿De quién es la culpa de este fracaso? Más allá de sus componentes económico, judicial y moral (que dejan muy mal parado al gobierno), el de Pdval, es ante todo un problema político. Es una prueba más de la mala gestión del chavismo en la conducción del país, cuyos ejemplos abundan: el descontrol inflacionario, el alto costo de la vida, las devaluaciones sucesivas del bolívar, el racionamiento eléctrico, el fracaso en la construcción de viviendas, la inseguridad galopante, el desempleo, la impunidad.

El caso Pdval es una muestra más del voluntarismo del actual gobierno, su improvisación y chambonería en la planificación de políticas públicas. Hablar de Pdval, en definitiva, es hablar de Chávez.



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lunes, 28 de junio de 2010

Informe de la Misión de la Internacional Socialista a Venezuela
20-23 de enero de 2010

Una Misión de la Internacional Socialista visitó Caracas del 20 al 23 de enero de 2010, encabezada por su Secretario General Luis Ayala, y compuesta por Peggy Cabral del PRD de República Dominicana, Renée Fregosi del PS de Francia, Paulina Lampsa del PASOK de Grecia, Emilio Menéndez del Valle del PSOE de España y Jesús Rodríguez de la UCR de Argentina.
Los miembros de la Misión sostuvieron una serie de encuentros con:
 los partidos miembros de la IS o cercanos a la organisación: AD, MAS, PODEMOS y UNT;
 el conjunto de los partidos miembros de la Mesa de Unidad Democrática: el grupo mencionado más arriba además de la ABP, COPEI y Primero Justicia;
 representantes de la Iglesia Católica: el Cardenal Jorge Urosa Savino, Arzobispo de Caracas y otros miembros de la Conferencia Episcopal;
 la Rectora de la Universidad Central de Venezuela, Cecilia García Arocha;
 las organizaciones estudiantiles de la Universidad Central de Venezuela;
 los dirigentes de las centrales sindicales CTV y FUT, y los sindicatos de la
prensa: SNTP y FIP;
 empresarios y dirigentes de la organización patronal FEDECAMARA;
 personalidades de izquierda, entre ellos, Teodoro Petkoff y otros intelectuales;
 representantes de importantes medios (los diarios El Nacional, El Universal y Ultimas Noticias, y algunas radios y canales de televisión privados), entre estos últimos, Globovisión;
 representantes de organizaciones de defensa de los Derechos Humanos y familiares de prisioneros políticos;
 representantes de la plataforma de ONGs, Alianza para la Democracia;
 el grupo de reflexión internacional de la Mesa de Unidad Democrática.

La Misión ofreció una conferencia de prensa que reunió a un gran número de medios, de la prensa escrita particularmente. Los miembros de la Misión fueron observadores de las dos manifestaciones que tuvieron lugar el sábado 23 de enero en conmemoración del 52⁰ aniversario de la caída de la dictadura de Marcos Pérez Jiménez: manifestación de la oposición por una parte, y del oficialismo por la otra.
Además, los miembros de la Misión sostuvieron individualmente conversaciones privadas con venezolanos de su conocimiento y con diplomáticos y residentes extranjeros. A pesar de las solicitudes formuladas en los preparativos de la Misión y reiteradas más tarde a lo largo de la estadía, la Misión lamentó la imposibilidad que encontró para reunirse con representantes del partido en el poder, el PSUV, y con la mayoría presidencial en la Asamblea Nacional.
A partir de los encuentros, reuniones y conversaciones con diferentes actores de la vida nacional política y social, la Misión realizó una reflexión colectiva (puntualizada regularmente con sesiones de trabajo sólo entre los miembros de la Misión), dentro de una profunda comunidad de espíritu y una notable convergencia de puntos de vista. De esta manera y rápidamente, se logró acuerdo en cuanto a una expresión firme pero independiente que debía mantener la Misión frente a sus interlocutores.
La IS se encontraba allí para observar y escuchar a los actores de la vida pública venezolana con el fin de precisar su propia visión de la situación de la democracia en el país. No se trataba en ningún caso de calificar a priori al gobierno del Presidente Chávez, ni de entrar en polémicas y la dinámica polarizante de la vida política local.
Todo esto, reafirmando al mismo tiempo los valores de la IS y nuestra definición del socialismo democrático: democracia representativa, elecciones justas y transparentes, búsqueda del consenso social, el respeto a la oposición política y a las minorías, garantía de la libertad de expresión y de todas las libertades públicas e individuales sobre las que se basan las democracias modernas, la justicia social, la regulación de los Estados, la solidaridad internacional. En gran medida, la prensa se hizo eco, y con un gran rigor, de la presencia y de las declaraciones de la Misión.
En todas sus declaraciones, el portavoz de la Misión, Luis Ayala expresó su esperanza y su optimismo de ver a Venezuela recobrando el camino de la paz social gracias a una amplia participación ciudadana en las próximas elecciones legislativas de septiembre de 2010.
En estas elecciones legislativas, la oposición ha anunciado la presentación de candidatos únicos en cada circunscripción, cuyos nombres serán conocidos el mes de abril. Este tema de las próximas elecciones constituyó uno de los ejes centrales de la Misión: la necesidad de una búsqueda de acuerdos entre los actores políticos, la implantación de dispositivos sólidos de control electoral y de observación, pero también de inquietud en cuanto al establecimiento de nuevas divisiones de circunscripciones electorales en detrimento de la oposición y, por otra parte, las posibilidades de nuevas medidas que podrían entrabar la expresión de los ciudadanos.
En efecto, la apropiación del marco legislativo es un elemento clave del dispositivo gubernamental para asegurar su propia perpetuidad en el poder. En todas las áreas de sus intervenciones directas, el Presidente Chávez se preocupa de legalizar su acción: nuevas leyes son promulgadas por un Parlamento con una aplastante mayoría. De esta manera son legalizados procedimientos de expropiación (empresas, bancos, medios de comunicación, propiedades de bienes raíces), la creación de nuevas entidades administrativas (a nivel de ministerios, provincias, municipalidades), representativas (sindicatos, organizaciones patronales y estudiantiles) y ciudadanas (comités de barrios, de empresas, de administraciones públicas) y, por supuesto, nuevas medidas en materia electoral, judicial y administrativa. Algunas de estas nuevas leyes contravienen la Constitución aprobada por la Asamblea Nacional, con mayoría absoluta del oficialismo.
Esta forma de imponer legalmente la voluntad del Presidente Chávez, fue subrayada por el conjunto de los interlocutores de la Misión. Otro hecho notable consiste en la coincidencia de las declaraciones de los diferentes actores sociales escuchados por la Misión: los temibles instrumentos de un mecanismo autoritario de nuevo tipo, de una democradura (gobierno de origen democrático con un ejercicio real autoritario) moderna, fueron descritos de manera recurrente y convergente a lo largo de las reuniones y entrevistas llevadas a cabo por los miembros de la Misión. Expresiones tales como: "rutina autoritaria", "criminalización de la contestación", "constitucionalismo revolucionario", "inseguridad e impunidad", "terror y corrupción", reaparecen frecuentemente en las exposiciones.
Dentro del fraccionamiento sistemático de las estructuras administrativas y sociales, el poder tolera ciertos espacios de libertad, reducidos en su número y extensión y, sobre todo, limitados a sectores que no tocan al gran público, las masas populares y las capas más pobres de la sociedad. Así, la prensa escrita, dirigida esencialmente a los intelectuales y a una parte limitada de la clase media, muestra una libertad de expresión asombrosa, a pesar de estar estrechamente vigilada y siempre bajo la amenaza de un agotamiento de las existencias de papel, al arrogarse el gobierno el control de la distribución (además de toda una otra serie de productos y servicios estratégicos, como el petróleo, la electricidad, la siderurgia, la construcción, la agroindustria, las telecomunicaciones y el sector bancario).
Si las actividades de la sociedad civil y de la oposición política no son prohibidas categóricamente ellas están controladas y limitadas, particularmente debido a un tipo de autocensura que se instala bajo la amenaza permanente de ataques verbales del Presidente y de los representantes del poder, y física por parte de grupos paramilitares, algunos de ellos manifiestamente a las órdenes del poder, otros que

sobrepasan al Presidente "por su izquierda" y escapan de su control inmediato. La violencia de la cual son víctimas con regularidad la Universidad Central de Venezuela y otras universidades que intentan preservar la misión de formación profesional de alto nivel y el espíritu crítico de las generaciones jóvenes es, a este respecto, representativa del clima de inseguridad y de temor que reina en el país.
Como lo señala un manual de formación de trabajadores, publicado por un sindicato oficialista: "la violencia es el medio de implementación de las sociedades modernas (según Marx)”. Violencia, amenaza, intimidación, inseguridad, incertidumbre, inestabilidad de las leyes y de los procedimientos, constituyen el marco de la sociedad actual. Esto no solamente tiene consecuencias sobre la vida privada de la gente y sobre la vida ciudadana y política, sino también sobre la actividad económica nacional.
Resulta que, en efecto, una gestión centralizada arbitraria y a menudo ineficiente ha producido efectos desastrosos a nivel económico, con graves repercusiones sociales, particularmente para los más pobres. Con un 30% de inflación en 2009, Venezuela alcanza el índice más elevado del continente; con 15% del PIB, la producción de bienes manufacturados está en caída constante; desde finales del 2008 el país está en una recesión cada vez más acentuada; el sector industrial ha perdido el 36% de sus empresas, con la disminución proporcional de los correspondientes empleos; los ingresos del petróleo deben cubrir en su mayoría las importaciones y las inversiones de capital en el extranjero. Por último, la última devaluación, dividió por dos el ahorro y los ingresos de los venezolanos.
En la gestión global del país, la falta de concertación y la prevalencia de una lógica de confrontación en los diferentes sectores de la sociedad son de lamentar. Por otro lado, en el plano internacional, la política de confrontación con el vecino país de Colombia, por una parte, y la importación de conflictos de Oriente Medio, por la otra, se viven como serios riesgos de desestabilización regional y de amenaza a la paz.
Por último, varios interlocutores evocaron las responsabilidades y las fallas del sistema precedente que abrieron el camino a la situación actual.
Frente a esta realidad, la Internacional Socialista y sus partidos miembros tienen un deber insoslayable de solidaridad con la izquierda política y social de Venezuela.

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¿Para qué criticar a la MUD?

Editorial de Venezuela Analitica

El oficio, si así puede llamársele, de algunos opinadores en los medios de comunicaciones nacionales, consiste en quejarse de la presunta inacción de la Mesa de la Unidad Democrática. ¿Será eso cierto? ¿O no será más bien que cada cosa va a su tiempo? ¿De qué sirve entrar en un debate político circunstancial cuando lo que debe hacerse es organizar la campaña para ganar las parlamentarias del 26S? Declaraciones de los principales dirigentes políticos sobre "Pudreval" han sido copiosas y si la memoria no nos falla, fueron diputados de oposición en la Asamblea Legislativa del estado Carabobo quienes dieron la voz de alerta sobre los contenedores con alimentos podridos en Puerto Cabello.

Columnistas insatisfechos pretenden que la MUD actúe como un partido político en el que un líder lleve la voz cantante, ataque y contraataque al gobierno. Pero la MUD no es un partido político, sino una coalición de partidos y organizaciones civiles que tiene por meta lograr, con la unidad de candidatos opositores, ganar las elecciones del 26S. Para hacerlo debe coordinar, en todos los estados del país, las organizaciones locales que aseguren la vigilancia y el conteo de los votos en todas las mesas electorales.

Definir políticas de largo alcance es más una función de la campaña electoral presidencial que la de una elección parlamentaria en la que, por lo general, lo local priva sobre lo nacional. Esto no quiere decir que la MUD no oriente el debate que se desarrollará en todos los estados y municipios de Venezuela, pero esa responsabilidad recaerá en los candidatos de la oposición en cada circunscripción correspondiente. Recordamos, además, que oficialmente la campaña electoral no ha comenzado.

La labor de la MUD ha sido, hasta ahora encomiable; pero no le sigamos exigiendo que actúe como una organización político partidista, porque esa no es su función. Esa tarea le compete a los partidos políticos y así es en toda democracia funcional. Criticar sin fundamento a la MUD no es inteligente por parte de aquellos que se autocalifican opositores, porque una cosa es lo que se puede escribir en el papel y otra lo que se dice y se hace en las calles del país.

La MUD es uno de los grandes logros de la oposición. No le hagamos, por impaciencia, el juego al gobierno al descalificarla o exigirle más de lo que puede y debe hacer en esta difícil etapa de la democracia venezolana.


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domingo, 27 de junio de 2010

Mesa tendrá una "partitura con distintos arreglos"

Ramón Guillermo Aveledo presentó ayer a los once integrantes del equipo de campaña de la Mesa de la Unidad (Gustavo Bandres)

La Mesa de la Unidad Democrática (MUD) constituyó ayer su equipo de campaña -que no "comando" por aquello de que en la oposición prevalece lo civil a diferencia de la tendencia militar del Gobierno- que se encargará de coordinar con las instancias regionales y circuitales las líneas tácticas y estratégicas del mensaje para las elecciones legislativas del 26 de septiembre.

En plena época de fútbol, fue anunciada la oncena que coordinará Ramón Guillermo Aveledo y que integran, además, Luis Aquiles Moreno (AD), Arístides Hospedales (UNT), Armando Briquet (PJ), Roberto Enríquez (Copei), Evelio Armas (Podemos), Daniel Santolo (La Causa R), Carlos Berrizbeitia (Proyecto Venezuela), Jesús Alexis González (URD), Carlos Blanco (ABP) y Angélica Machado (Asociación Civil Ciudadanía Activa). De este grupo, Aveledo, Moreno y Briquet serán los responsables de asuntos táctico-operativos.

Se activará paralelamente un equipo para los contactos internacionales, que integran Ramón José Medina, Mary Ponte y Edmundo González Urrutia.

90 días para iniciar el cambio

Ayer, en rueda de prensa, Aveledo fue durante 40 minutos el portavoz del grupo. Insistió en que faltan apenas 90 días para que los ciudadanos con sus votos inicien a través de la Asamblea Nacional el cambio institucional del país y elija a un nuevo parlamento "que no se limite a adivinar el pensamiento" del mandatario nacional y cumpla los postulados constitucionales y haga del país un Estado de derecho y justicia.

Aveledo dijo que la MUD propone elegir una "AN tricolor", como el pabellón nacional, que integre a todos, "incluyendo al rojo que debe estar allí representado".

Destacó que a más de un año de haberse anunciado la alianza unitaria, ha quedado demostrado que la diversidad de las organizaciones que integran la Mesa es un valor, de allí que en la etapa que se inicia "vamos a tener una partitura con distintos arreglos". Sin adelantar opinión sobre cuál será el estilo que se aplicará en la campaña, Aveledo comentó la inconveniencia de mantenerse en una confrontación permanente a nivel discursivo con el presidente Hugo Chávez y con su gobierno "que existe para crear problemas".

Consultado sobre las expectativas crecientes que se hacen los ciudadanos sobre las respuestas que la MUD debe dar ante los problemas del país y las acusaciones que se le hacen de que no reacciona oportunamente, Aveledo negó que "la MUD sea muda", y atribuyó las exigencias de los electores al hecho de que ya nadie espera nada del Gobierno nacional, de allí que esperan cada día más de la alianza unitaria.

Enumeró las muchas acciones y denuncias que candidatos, dirigentes y activistas de los distintos partidos de oposición han hecho en diversos estados sobre el caso de las miles de toneladas de alimentos descompuestos. "La comunicación tendrá que ser eficiente, con énfasis en la comunicación cara a cara. En eso estamos, es nuestro trabajo, y va a ir dando más y mejores resultados. Ya tenemos un programa común, una agenda parlamentaria común, candidatos comunes, un plan de defensa del voto común y, ahora, vamos a hacer campaña juntos", dijo Aveledo.

Elvia Gómez
EL UNIVERSAL


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ENTREVISTA A CARDENAL UROSA SAVINO

Para el cardenal Jorge Urosa Savino el ministerio de la palabra no solo es una posibilidad aún factible en Venezuela, sino un deber y, sobre todo en estos tiempos cuando, a su juicio, "el camino por el cual nos quieren llevar es el de la dictadura y la ruina del país". No sin advertir que desecha la exposición permanente en los medios, explica que en ocasiones sí se impone la necesidad de hablarle al país y esta, reflexión previa de por medio, es una de ellas.

-Llama la atención el comunicado de la presidencia de la Conferencia Episcopal sobre los alimentos descompuestos porque resurge la polémica según la cual los límites entre la misión espiritual de la Iglesia y su interferencia en la vida política se hacen tan indefinibles que se le acusa de entrometerse en asuntos ajenos a sus funciones.

-Eso lo denuncian los políticos cuando nos les conviene lo que uno dice. Las declaraciones de los obispos sobre la vida social y política van siempre en la línea de los grandes principios. No nos metemos en detalles circunstanciales, salvo cuando obedecen a una actuación errónea del gobierno. La manifestación a la que haces referencia está en concordancia con nuestra misión de pastores del pueblo de Dios. Además, los obispos tenemos pleno derecho, como ciudadanos, a emitir opiniones, sobre todo cuando está en juego el bien común, la libertad, la justicia y la paz.

-Luego la preocupación de la Iglesia no es solo por un tema coyuntural como el de los alimentos putrefactos.

-Es un tema coyuntural, pero muy grueso. No se trata solo de que se hayan perdido cientos de miles de toneladas de alimentos, sino de lo que eso significa. Primero una posible corrupción de tipo administrativo y luego la ineficiencia en el manejo de actividades que corresponden a particulares. Todo eso ocurre porque el Gobierno, que pretende copar todos los espacios, va en una línea totalitaria y mucho más allá de tareas que le son propias, como garantizar la seguridad personal y patrimonial de los ciudadanos, el buen funcionamiento de los servicios públicos, la soberanía y la independencia del país. Así, se ha metido a productor, distribuidor y comerciante de toda clase de productos. Se trata de intervenir en todos los aspectos de la vida de los venezolanos en la imposición de una línea marxista-comunista.

-Si el Gobierno hubiera sido eficiente y honesto en la administración de las propiedades asumidas, ¿tendría la Iglesia venezolana esa misma posición de denuncia?

-Aunque hubiera sido eficiente y honesto estaría ejerciendo funciones propias de particulares, quienes de acuerdo con la Constitución tienen derecho de participar en actividades económicas. Esa intervención en todos los campos de la economía, yendo más allá de los necesarios controles, es una manifestación de la línea marxista-comunista que el Presidente quiere imponer y que fue rechazada por el pueblo el 2D de 2007. El totalitarismo marxista permite, a quienes ocupan altas posiciones en el Gobierno, el dominio absoluto sobre el resto de la población y esto es algo que cuestiona la doctrina social de la Iglesia porque lleva a la consumación de grandes injusticias y a la sujeción de la gente al Gobierno.

-¿Al Gobierno o a quien lo comanda, si una característica de los regímenes totalitarios es el culto a la personalidad?

-Eso está ocurriendo. En Venezuela no se había dado nunca un culto a la personalidad tan grande como el que la gente del Gobierno le rinde al Presidente con profusión de supergigantografías y toda una parafernalia publicitaria. Eso es negativo, pero lo peor es que la línea marxista-comunista conduce a la ruina, a la destrucción de la economía, a una pobreza mucho mayor y a una dependencia alimentaria totalmente opuesta a la soberanía alimentaria. El problema es grave porque vamos camino a una nueva Cuba y el pueblo lo rechaza.

-Si bien los totalitarismos copan la vida política, económica y social, también se introducen en la vida familiar y en la intimidad del individuo. ¿Estamos llegando a esos extremos en Venezuela? ¿Está llegando la hora de la persecución a la religión católica?

-Espero que no, pero vamos por ese camino. Obviamente existe la intención de apropiarse de la conciencia de la gente, pero no lo han logrado porque hay un fuerte espíritu democrático en la mayoría de los venezolanos.

-¿No existe la pretensión de imponer una religión laica en la cual el máximo líder se convierte en una especie de "Nuestro Señor"?

-Lo que se está dando es la utilización de símbolos religiosos, incluso de la figura de Nuestro Señor Jesucristo, para respaldar la apropiación de todos los espacios de la vida.

-¿Fue Cristo, como lo proclama Chávez, el primer socialista de la historia?

-Ahí hay un gran error. Jesucristo no fue socialista ni monárquico ni republicano ni liberal ni dirigente político. Fue un líder religioso y de una manera más precisa el hijo de Dios hecho hombre. El está por encima de cualquier sistema, ideología o régimen. Con esas afirmaciones se manipula los sentimientos religiosos del pueblo. Lo que promueve Jesucristo es el amor fraterno, la justicia, la grandeza del ser humano. Valores que propone este socialismo, de manera forzada, colocando el poder no en el pueblo, como se proclama, sino en quienes lo dirigen, eliminando el pluralismo, cualquier tipo de disentimiento y opiniones diversas no necesariamente contrarias al pensamiento oficial.

-Jesús murió por esos valores que ahora, según lo que usted dice, corren peligro. ¿No le toca a la Iglesia actuar en su defensa?

-A nosotros no nos corresponde el papel de operadores políticos. No somos un partido, aunque se nos acuse de serlo. Estamos al servicio del pueblo en la perspectiva religiosa, profética, litúrgica y eso incluye la proclamación de los grandes valores y derechos del hombre. Por eso debemos participar en el debate. El papel político corresponde a los seglares y la gente debe comprender que no puede permanecer pasiva ante la violación de los derechos humanos y los problemas del país. Los sacerdotes no debemos usar nuestra investidura para apoyar una parcialidad política.

-¿No jugó el papa Juan Pablo II un papel crucial en la caída del comunismo?

-Sí. El cardenal Dziwisz, quien estuvo al lado del Papa por 30 años, me dijo que este, en Polonia, nunca actuó como operador político. Solo se manifestaba por los derechos del pueblo y eso es lo que nosotros hacemos como pastores del Pueblo de Dios.

-¿No debe jugar la Iglesia un papel más beligerante tratándose de su sobrevivencia?

-En la defensa de los derechos de los fieles, de los religiosos y de la propia Iglesia, por supuesto. Pero también estamos obligados a defender los derechos del pueblo.

-¿Está unida la Iglesia en esos propósitos? ¿No hay sacerdotes chavistas?

-Es notorio que hay sacerdotes que adhieren al proceso del Presidente y algunos tienen participación activa. Esto es algo indebido porque una cosa es la simpatía porque ven en el Presidente un Robin Hood que quita a los ricos para dar a los pobres y otra que promuevan una parcialidad política. Ningún sacerdote puede ser activista de un partido. En cuanto al Episcopado, hay gran unidad sobre el papel de los obispos al servicio del pueblo.

-¿Incluyendo a monseñor Moronta?

-Incluyendo a monseñor Moronta. Siempre manifestamos opiniones, llegamos al consenso y se plasma una declaración.

-¿No acuden a un principio cristiano los sacerdotes al apoyar a Chávez porque le quita a los pobres para darle a los ricos?

-No se trata de quitarle a unos para darle a otros, sino de una actividad económica ejercida en libertad y que estimule el crecimiento de todos. El Estado no puede actuar de manera arbitraria, aunque, como decía Juan Pablo II, sobre la propiedad privada pesa una hipoteca social. Esos bienes deben tener proyección social y creo que la responsabilidad social de los empresarios ha crecido mucho.

-¿Son las elecciones parlamentarias la oportunidad de lograr un cambio político?

-Las elecciones van a promover una Asamblea Nacional plural más acorde con los postulados de la Constitución. No sabemos en qué medida se logrará, pero no habrá un Parlamento monocolor que fue resultado, entre otras cosas, de un error de la oposición en el año 2005. En esa oportunidad fui a votar y me insultaron públicamente, pero lo hice porque creía que no se podía dejar esa elección en manos de una parcialidad.

ROBERTO GIUSTI
EL UNIVERSAL

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sábado, 26 de junio de 2010

LA TOMADURA DE PELO DEL YUAN


PAUL KRUGMAN

La semana pasada, China anunció un cambio en su política monetaria, una jugada claramente destinada a quitarse de encima la presión de Estados Unidos y otros países en la cumbre del G-20 de este fin de semana. Desafortunadamente, la nueva política no hace frente al problema real, que es que China ha estado fomentando sus exportaciones a costa del resto del mundo.

De hecho, lejos de suponer un paso en la dirección correcta, el comunicado chino fue un acto de mala fe, un intento de aprovecharse de la moderación de EE UU. Para rebajar el tono de las discusiones, la Administración de Obama ha empleado un lenguaje diplomático en sus esfuerzos por persuadir al Gobierno chino de que ponga fin a su mal comportamiento. Los chinos han captado el estilo del lenguaje de EE UU y se han aferrado a él para evitar llegar hasta el fondo de las quejas estadounidenses. En resumen, están jugando.

Para comprender lo que está pasando, hay que remontarse a los orígenes de la situación. La política china sobre los tipos de cambio no es complicada o algo sin precedentes, excepto por su tremenda escala. Es un ejemplo típico de un Gobierno que mantiene artificialmente bajo el valor en moneda extranjera de su dinero vendiendo su propia moneda y comprando divisas extranjeras. Esta política es especialmente efectiva en el caso de China porque hay restricciones legales al movimiento de fondos tanto de entrada como de salida del país, lo que permite que la intervención gubernamental domine el mercado monetario.

Y la prueba de que China está efectivamente manteniendo el valor de su moneda, el yuan, artificialmente bajo es precisamente el hecho de que el banco central esté acumulando tantos dólares, euros y otros activos extranjeros (más de dos billones hasta ahora). Ha habido todo tipo de cálculos que pretenden demostrar que el yuan no está realmente infravalorado, o al menos no demasiado. Pero si el yuan no está tremendamente subvalorado, ¿por qué ha tenido China que comprar diariamente alrededor de 1.000 millones de dólares en moneda extranjera para impedir que el yuan subiera?

El efecto de esta devaluación monetaria es doble: hace que los productos chinos resulten artificialmente baratos para los extranjeros, a la vez que hace que los productos extranjeros sean artificialmente caros para los chinos. Es decir, es como si China estuviese simultáneamente subvencionando sus exportaciones e imponiendo un arancel proteccionista a sus importaciones.

Esta política es muy perjudicial en un momento en que gran parte de la economía mundial sigue profundamente deprimida. En tiempos normales, se podría argumentar que la compra de bonos estadounidenses por parte de China, aunque distorsiona los intercambios comerciales, al menos nos está proporcionando crédito barato, y se podría alegar que China no tiene la culpa de que usemos ese crédito para hinchar una gigantesca y destructiva burbuja inmobiliaria. Pero ahora mismo estamos anegados en crédito barato; lo que nos falta es una demanda suficiente de bienes y servicios que genere los puestos de trabajo que necesitamos. Y China, al mantener un superávit comercial artificial, está agravando ese problema. Esto, por cierto, no significa que China se esté beneficiando de su política monetaria. Un yuan devaluado es bueno para las empresas exportadoras políticamente influyentes. Pero estas empresas acumulan dinero en lugar de hacer que los beneficios reviertan en sus trabajadores, y de ahí la reciente oleada de huelgas. Mientras tanto, la debilidad del yuan genera presiones inflacionistas y desvía una parte enorme de los ingresos nacionales de China hacia la compra de activos extranjeros con una rentabilidad muy baja.

¿Y cómo encaja en todo esto el comunicado de la semana pasada sobre la política monetaria? Pues bien, China ha permitido que el yuan suba (pero muy poco). El jueves, la moneda solo estaba medio punto porcentual por encima de su nivel habitual antes del comunicado. Y todo indica que observar los futuros movimientos del yuan será algo parecido a mirar cómo se seca la pintura: las autoridades chinas siguen haciendo declaraciones en las que niegan que una subida de su moneda pueda contribuir en algo a reducir los desequilibrios comerciales, y los precios en el mercado a plazo, en el que los agentes acuerdan intercambiar moneda en diversos momentos futuros, indican una subida del yuan cercana al 2% para finales de este año. Esto es, en esencia, una broma.

Lo que los chinos afirman que han hecho para aumentar la "flexibilidad" de su tipo de cambio es hacer que fluctúe más de un día para otro que en el pasado, unas veces hacia arriba y otras, hacia abajo. Ni que decir tiene que los responsables políticos chinos saben perfectamente que, aunque es cierto que las autoridades estadounidenses han pedido una mayor flexibilidad monetaria, esto solo era un eufemismo diplomático para referirse a lo que Estados Unidos, y el mundo, quieren (y tienen derecho a exigir): un yuan mucho más fuerte. Hacer que la moneda oscile ligeramente hacia arriba o hacia abajo no representa ninguna diferencia en cuanto a los fundamentos económicos. Entonces, ¿qué va a pasar ahora? Está claro que el Gobierno chino trata de tomarnos el pelo a todos los demás, y está aplazando su intervención hasta que surja algo (es difícil decir qué). Eso no es aceptable. China tiene que dejar de darnos largas e imponer un cambio de verdad. Y si se niega a hacerlo, habrá llegado la hora de hablar de sanciones comerciales.



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viernes, 25 de junio de 2010

Cambios ministeriales y desastre gubernamental


Cada cierto breve tiempo, el presidente cambia (o rota) ministros, crea nuevos ministerios o elimina alguno de los existentes, los divide en varios o los reagrupa en uno solo, les cambia de nombre y de logo, les quita o les pone funciones o se las agrega a otro ministerio o cambia la adscripción del organismo y todo esto, repito, en muy breve tiempo. En fin, todas las combinaciones son posibles en este proceso inintelegible de permanente cambio organizativo del gobierno. Los funcionarios y la ciudadanía no terminan de aprenderse los nombres cuando ya suceden otros cambios. En otros casos, a los ministros se les asignan responsabilidades simultáneas en dos o más ministerios o instituciones publicas Con esos –continuos- cambios el presidente busca distintos objetivos. En el más reciente, se busca sustituir a algunos ministros para que se dediquen a la campaña como candidatos a diputados a la AN. Pero, la mayoría de las veces se cambian ministros para buscar, suponemos, mejorar la gestión de esos despachos buscando hombres (y mujeres) más activos, que garanticen logros, o se busca refrescar al gabinete, o premiar (o castigar) a determinadas personas por su desempeño, lealtad o capacidad política; o cualquier otra razón política y/o anímica que a bien tenga el presidente de la república.

Frente a un ministro que el presidente considera que no da la talla o mete la pata o cae en desgracia, la solución más rápida y efectiva es cambiarlo y se espera que a partir de ese momento las cosas comiencen a mejorar. Si el nuevo ministro a los tres o cuatro meses, o antes, es percibido como incapaz o existe un mejor candidato que más se adapta al ritmo trepidante de trabajo del presidente, se procede a cambiarlo; o bien se envía a otro ministerio o destino (incluso una embajada), o simplemente se le despide, sin aviso y sin protesto.

Cuando un cambio de ministro se anuncia o se realiza, a la velocidad y con las modalidades que estos ocurren en este gobierno, toda la estructura organizativa de los ministerios tiembla; los directores subordinados se preparan para ser despedidos o ser cambiados y los subordinados de estos se ponen en ascuas esperando el despido o el cambio o la ratificación y así a través de toda la estructura del organismo se propaga la terrible ola que genera el cambio súbito. Con el temblor del cambio de ministro, se paralizan o se enlentecen las actividades del ministerio y por supuesto los resultados se reducen, o se postergan o se paralizan indefinidamente a la espera de las nuevas prioridades y de los nuevos directores del recién nombrado ministro, que usualmente llega cambiando a todo el tren directivo como si se tratara de un nuevo gobierno. ¿Alguien ha calculado cuanto nos cuesta esta cambiadera?

No estamos seguros de que el presidente gaste un minuto en evaluar, antes de proceder a hacer los cambios, los posibles trastornos organizativos, financieros y personales que ellos causan en los Ministerios, en los objetivos y funciones que ellos tienen desempeñar, en los ministros, directores y personal de esos organismos, en los programas, presupuestos y proyectos que ellos adelantan o deberían adelantar y en los resultados que se esperan este o el próximo año. ¿Es importante esto o es simplemente una exquisitez prerevolucionaria?

Hay que recordar que el cargo de presidente es el primero que Hugo Chávez ocupa en su ya larga vida, durante la cual no tuvo, lamentablemente para nosotros los venezolanos, aparte de dirigir una cantina militar, la oportunidad de aprender el oficio y el difícil arte de la gerencia, disciplina considerada por nuestros, por ahora, dirigentes burguesa, neoliberal e imperialista.

Si a la dinámica permanente de cambio ministerial y organizativo que caracteriza al presidente se suma que los ministros tienen que asistir al programa Aló Presidente, a los Consejos de Ministros, a las cadenas presidenciales, a los actos en el Teresa Carreño, giras nacionales e internacionales, reuniones con el Psuv y actividades comunitarias y de solidaridad social y, por último, las funciones de su cargo, comprendemos que el resultado de los pobres ministros, ministerios y gobierno bolivariano tiene que ser un soberano, endógeno y revolucionario desastre.


M. GUEVARA



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CHAVEZ: ENTRE LO PEORCITO

En un trabajo titulado “Lo peor de lo Peor” de la revista Foreign Policy (“The Worst of the Worst”, july-august 2010), George B N Ayittey, Presidente de la FundaciónFree África, presenta a los 24 peores gobernantes autoritarios del planeta.

Allí desfilan, por supuesto, los de Bielorrusia, Zimbabwe, Etiopía, Cuba, Uganda, Guinea Ecuatorial, Camerún, Corea del Norte, Sudán y Venezuela, entre otros.

En este “Hall de la fama” bochornoso y repugnante, se encuentra el señor Hugo Chávez en el puesto 17º. En el texto que se refiere a éste se lee: “el líder charlatán de la revolución bolivariana que promueve una doctrina de democracia participativa en la cual él es único que participa, ha encarcelado a líderes de oposición, extendido su mandato indefinidamente, y clausurado medios independientes.

Salir reseñado en esta importante publicación con tal calificación no es poca cosa. Es la exteriorización de lo que en casi todo el mundo ya es una opinión extendida. Chávez es un tirano, un déspota, un dictador, para lo cual no hacen falta muchas pruebas.

Obviamente, muestra unas características formales, adjetivas, que lo diferencian de otros fenómenos autoritarios tradicionales, pero en el fondo, sin lugar a dudas, es lo que es.

Para algunos, incluso partidarios de él de la primera hora, hasta hace poco no lo catalogaban de tirano. Le daban el beneficio de la duda. Es un poco alocado, atrabiliario, sin modales políticos; es militar, tenemos que llevarlo a pulso, canalizar sus ímpetus, pero no es un déspota que quiera acabar con la democracia y la libertades, decían estas buenas almas.

Pero para los que lo combatimos desde aquella mañana de febrero en que salió por vez primera en tv, el desastre al que hemos llegado no nos resulta una gran sorpresa.

Ya se le veía entonces por donde quería llevarnos. Su discurso nos resultaba demasiado familiar al de la izquierda anacrónica y fracasada, para no percatarnos de sus fines solapados.

Sin ser pitonisos, el devenir de los acontecimientos, desgraciadamente, ha confirmado nuestras reservas y temores.

Así las cosas, el otro elemento que corrobora todas nuestras aprensiones son las amistades internacionales que se ha buscado el líder de la revolución, a saber: Sadam Hussein, Qadaffi, Mugabe, Ahmadinejad, Fidel Castro y Lukashenko, todos incluidos en la lista de Foreign Policy.

Pero hay uno que vale la pena mencionar de manera especial porque pesa sobre él un mandato de arresto porla Corte Penal Internacional: OMAR HASSAN AL-BASHIRde Sudán.

Al gobierno de Venezuela no le ha importado nada que esté acusado de los más horrendos crímenes de guerra y de lesa humanidad, y ha permitido la apertura de una Embajada de aquel país en el nuestro y ha abierto una venezolana en Darfur.

Cualquier lector se preguntará ¿cuales son los negocios comerciales que ha tenido o tiene Venezuela con Sudán? ¿Se justifica, pragmáticamente hablando, abrir una embajada nuestra allá? ¿Que razones de interés nacional pueden apoyar tal decisión?

¿Un gobernante serio ligaría su ejecutoria diplomática a un movimiento como éste, que lo vincula a un gobernante impresentable y perseguido por la justicia internacional?

¿Que explicación podemos dar a esto, sino la de otra aberración motivada por una ideología demencial que supone que con ello se golpea al imperialismo?

¿Cómo es posible que nos prestemos a darle aire a un gobierno de asesinos permitiendo que abran operaciones diplomáticas desde nuestro país, cuando lo que deberíamos hacer es contribuir a su aislamiento?

No nos extraña entonces que a Chávez lo pongan en el mismo saco de lo peorcito de este mundo. Ha ganado “credenciales” para ello.

EMILIO NOUEL V.


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