miércoles, 31 de mayo de 2017

Historia natural del librito azul

 IBSEN MARTINEZ

¿Quiénes redactaron la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela? Corrientemente, se acepta que el librito azul que Chávez solía blandir admonitoriamente en su show de televisión se compuso a partir de una propuesta firmada por el propio comandante eterno.
La propuesta destilaba los tópicos de El árbol de las tres raíces, extravagante cacharrería ideológica integrada, a partes iguales, por máximas bolivarianas, citas de Simón Rodríguez y alguna doctrina igualitarista atribuida al general Ezequiel Zamora, el latifundista en quien la historiografía marxista venezolana ve una prefiguración de Emiliano Zapata. Los bigotazos de Zamora inspiraron, quizá, esa mitología.
Zamora fue muchas cosas, entre otras, un hacendado esclavista, caudillo de montonera del siglo XIX, pero en absoluto un Thomas Jefferson: si pudiésemos recorrer las galerías desiertas de su cerebro, el estruendoso eco de nuestros pasos, rebotando en las paredes desnudas de ideas, podría ensordecernos.
En esto de poner a rodar la bola de estiércol de una nueva Constitución, el escarabajo que fue Chávez no hacía sino seguir la tradición criolla según la cual bajo la piel de cada espadón golpista debe haber un Pericles. En 1999, Chávez se sentía Simón Bolívar en Angostura, 1819.
Tal como recuerdo la aurora de la revolución bolivariana, nutridos pelotones de expertos en derecho constitucional vieron llegar su día de suerte. Los programas de opinión se llenaron de aduladores doctores que llevaban agua al molino de Chávez. Oíamos hablar a toda hora del abate Sieyès, del Tercer Estado, de Benjamin Constant. El verbo “relegitimar” se conjugaba en todos los modos y tiempos.
Quizá alguien en Venezuela recuerde aún que el tránsito de la Constitución de 1961, vigente por entonces, a la “norma” bolivariana requería disolver el antiguo Parlamento bicameral y arbitrar un modo siquiera decoroso de elegir a los diputados constituyentes. Muchas reinterpretaciones del espíritu legislador de la Carta de 1961 se hicieron entonces para allanarle diligentemente el camino del poder omnímodo a Chávez.
El portaviones Chávez arrasó en la elección de la Asamblea Constituyente de 1999. La fórmula electoral, astutamente urdida por un socarrón Licenciado en Matemáticas, permitió que una cohorte de “desconocidos de siempre” ocupase las curules.
Al votar por Chávez votabas por todos ellos y alzabas hasta la Asamblea una horda obsecuente. En el populoso tarjetón electoral figuraban sus fotos de carnet y una escueta leyenda despachaba sus antecedentes con la fórmula “luchador social”. El matemático socarrón llegó a ser presidente del Banco Central de Venezuela.
Los contados opositores elegidos, menos del 10% de la Cámara, reunían en conjunto a los mejores expertos. Tanto así, que los chavistas se hacían instruir a escondidas por los diputados de oposición en los más elementales usos de la vida parlamentaria. Hay que decirlo todo: Chávez contó con algunos talentos sin probidad.
Los bolivarianos aprendieron a exigir campanudamente que a tal o cual materia de interés colectivo se le otorgase “rango constitucional”. Reclamaban que fenómenos como la inflación, los precios del petróleo o el cambio climático obedeciesen la normativa constitucional. ¡Era la feria de los disparates!
En la bancada bolivariana figuraban antiguos compañeros de ruta del Partido Comunista, entre ellos (¡horror!) muchos sociólogos. Menudeaban popularísimos cantantes de música llanera y actores de telenovela. También voces feministas. Un poeta aldeano presidió la comisión que redactó el farragoso y cursilísimo preámbulo del librito azul.
Esa mostrenca Constitución debía ser la viga maestra del legado de Chávez, aunque él no tuvo empacho en violarla canallescamente tan pronto le fue necesario. Es también la misma Constitución por la que se baten nuestros gallardos jóvenes y por la que son vilmente asesinados en las calles.
@ibsenmartinez
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EL ALMA DEL CUERPO DEMOCRÁTICO

RAMON GUILLERMO AVELEDO

Una nación sin Parlamento es como un cuerpo sin alma” declaró recientemente la Conferencia Episcopal Venezolana. Y tiene razón. Es una cuestión de lógica democrática elemental. Una sociedad nacional moderna es, necesariamente, una sociedad democrática. Nunca perfecta, siempre perfectible. Pero la inconformidad con relación a la sociedad que es nos acicatea para buscar la sociedad que puede ser.
Y es como dos y dos son cuatro: Sin parlamento no hay democracia y sin democracia no hay parlamento. No hablo de remedos escenográficos. De esos parlamentos postizos, uniformes, monocolores, diseñados para apoyar, aprobar y aplaudir. Hablo de cuerpos plurales que reflejen la diversidad nacional y que palpiten con los problemas de la vida real. Cámaras donde patriotas de distintas opiniones contrastan sus proyectos, discuten sus visiones de país, exponen y defienden lo que se está haciendo y escuchan la crítica a cuyo examen se someten, y desde la alternativa, se proponen soluciones.
Porque el parlamento es el único órgano del poder público plural, por eso es un cuerpo deliberante. Otros poderes no pueden serlo, dada su naturaleza, aunque deban servir a todos. La pluralidad parlamentaria nace del carácter representativo. Allí van aquellos que el pueblo elector decidió enviar. Con su variedad de regiones, opiniones, sectores e intereses. Por más ingredientes participativos que se incorporen para abrir el sistema político, una evolución muy positiva, la deliberación es tarea de una cámara de representantes con una mano en la sístole y la diástole populares, y la otra en los altos y perdurables intereses del Estado como gerente y garante del bien común.
Porque el parlamento es el órgano diseñado para controlar el poder. Poder limitado, distribuido e institucionalizado es uno de los datos claves de la civilización. Y el control del poder lo ejerce el parlamento al delimitarlo mediante las leyes que lo regulan y a través de los presupuestos, que establecen los ingresos y los gastos estatales. También lo controla en su gestión y su capacidad de gasto, mediante las autorizaciones, aprobaciones, asignaciones adicionales y endeudamiento. Y se lo controla políticamente, con los debates, preguntas, examen de las memorias ministeriales, seguimiento de las políticas públicas que se aplican.
Porque el parlamento es el órgano que existe para que se escuche la voz del pueblo. Para que el soberano, que dice la Constitución, no quede pintado en la pared. Para que ningún poderoso olvide que no es su dueño, esa tendencia que es como una pendiente resbaladiza por la cual es tan fácil caer, sino su servidor. Porque la democracia no es un sistema para ungir amos y señores, sino para escoger servidores.
El golpe continuado que desde diciembre de 2015 se viene dando para anular la Asamblea Nacional, tiene su apoteosis de descaro impúdico, en el fraude constituyente que se pretende imponer. Los ciudadanos no permitiremos ser expropiados.

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BCV y el polémico bono: pateando el cadáver de PDVSA


Omar Zambrano


A mediados de octubre de 2014, en una operación que involucró solo intercambio de bolívares en una triangulación con el Banco de Venezuela, Petróleos de Venezuela emitió un bono denominado en dólares americanos por la cantidad de USD 3.000 millones. PDVSA no recibió ni un solo dólar de esta operación. El bono, denominado en divisas pero pagado en bolívares, fue adjudicado en su totalidad al Banco Central, quien desde entonces lo contaba dentro de sus activos.
Al principio nadie sabía con certeza cuál era la verdadera intención de esta emisión. En su interpretación más laxa, era una manera de “fortalecer” la posición del BCV en moneda extranjera, forrando su balance de estos activos denominados en dólares, pero que en realidad contablemente no pueden considerarse parte de las reservas internacionales.
Hoy sabemos que esta no era la intención.
La prensa internacional anunció ayer que el BCV, a través de un intermediario, decidió liquidar este papel con un descuento de 69%, recibiendo a cambio USD 865 millones por un bono cuyo valor facial es de USD 2.800 millones. El bono es comprado por una institución financiera internacional de primera línea, lo cual sorprende, a un precio de recuperación de bonos basura, lo cual no sorprende, dado el estado del naufragio económico de la revolución chavista.
En nuestra opinión, la operación produce un daño severo al ya precario estado financiero de PDVSA. Creemos que se equivocan los colegas que sostienen que la operación es “neutral” para PDVSA “porque esta deuda aparecía en sus balances desde 2015”. Tal afirmación puede ser cierta desde el punto de vista contable, pero no lo es desde el punto de vista económico y fiscal.
Desde el punto de vista económico, y como consecuencia del principio de unicidad del tesoro público, toda deuda pública que repose en manos de otro ente público, no constituye una carga financiera efectiva más allá de los asientos contables. Ese bono en manos del BCV tenía un impacto nulo desde el punto de vista del sector público en su noción más amplia. En cambio, en el momento en que dicho bono pasó a manos de Goldman Sachs, inmediatamente se empeoró la posición financiera neta del Sector Público, aunque no tenga impacto en el balance de PDVSA.
Cuando decimos que empeoró la posición del Estado venezolano, nos referimos a que el servicio de la deuda externa se hizo mucho peor con esta operación porque salió de las manos de un ente del Estado.
La operación tiene un agravante: PDVSA no recibió, ni antes ni ahora, un solo dólar adicional producto de esta transacción, lo cual viola los más elementales principios de prudencia financiera y operativa que dictan que la deuda debe adquirirse con principios reproductivos, es decir, para fortalecer hoy la capacidad de producir los dólares que permitirán pagar mañana esa deuda.
Por lo anterior puede afirmarse con certeza que la operación utiliza deuda vieja, para dar un nuevo golpe a las maltrechas finanzas de la industria petrolera. Venezuela está peor, enfrentará un servicio de deuda más oneroso, y no verá aliviar ninguno de los males que hoy la aquejan.
En un capítulo más de esta conducción económica desquiciada con la que el chavismo ha enfrentado su crisis de liquidez, el Estado-PSUV decide seguir dándole patadas al cuerpo ya moribundo de PDVSA.
Por último, una nota sobre Goldman Sachs, el banco de inversión que compró los bonos de PDVSA con descuento. No cabe duda de que es una operación rutinaria para un agente financiero que busca obtener rendimientos acordes con los riesgos que asume. No es menos cierto que es fútil pensar que las implicaciones éticas tienen algún peso en las decisiones económicas en general, y en el mundo de las finanzas internacionales en particular. Pero también es cierto que Goldman Sachs y el resto de Wall Street debe saber que esta línea de oxigeno que le otorga esta operación a la dictadura venezolana, implica la prolongación en el tiempo de un esquema de políticas que en este momento solo implican, por un lado, hambre, enfermedad, muerte y represión para 30 millones de venezolanos, mientras por el otro, acceso a oportunidades de captura de rentas mil millonarias para una élite enquistada en el poder.
Para nosotros los venezolanos, enfrascados en este momento en una lucha existencial por la dignidad y la democracia, cualquier acción como la de Goldman Sachs, que le oxigene al régimen resulta, por lo menos, una acción odiosa e inamistosa, y constituye un riesgo reputacional para una institución de clase mundial.
No podemos hablar por la oposición política venezolana, a quién no represento de ninguna manera, pero es bueno que el mundo vea las cosas en perspectiva e incorpore en sus decisiones el hecho de que más temprano que tarde, el péndulo cambiará y los que hoy protestan estarán al frente del Gobierno de Venezuela.


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martes, 30 de mayo de 2017

Los sonidos del futuro

ALBERTO BARRERA TYSZKA
 
¿Cuál es la razón, cuál es el verdadero motivo? ¿Alguien sabe realmente por qué lo hizo? ¿Porque desde niño, por ejemplo, siempre anheló ser Richard Clayderman y ahora por fin logra cumplir su sueño? ¿Porque se cansó de bailar salsa? ¿O porque es un cretino atómico y piensa que el país entero ansía verlo martillando un piano? ¿Porque realmente cree que sabe tocar y no tiene ni un gramo de miedo escénico? ¿Porque un asesor cubano dijo que un mini recital de ese tipo deprimiría a la oposición? ¿O quizás porque quiere impresionar y reconquistar a Gustavo Dudamel? ¿O porque quiere que –de cualquier manera y en cualquier tono- hablen sobre él? ¿Porque tal vez desea mostrarle al país que, además de no tener carisma ni popularidad, tampoco tiene oído? ¿Porque anda en modo romántico y –tan cuchi– Cilia se lo pidió? ¿Porque maltratar un piano es una acción revolucionaria? ¿Porque no tiene absolutamente nada más ni mejor qué hacer?
Cualquier especulación es válida. Incluso la más incoherente, las más absurda. En la locura del oficialismo ya todo cabe. Voy a aventurar una teoría que probablemente no sea cierta pero que, al menos, me sirve para mudar un poco la esquina de este domingo. Yo creo que Ernesto Villegas, en otro arranque de honestidad periodística y de sagacidad comunicacional, ideó ese momento de inspiración musical para tratar de desviar la atención pública, para robarle interés y cámara a la Fiscal Luisa Ortega Díaz.  Esta semana, ella es nuevamente una noticia incómoda. Ya no saben qué hacer para callarla. Para la revolución, no hay nada más subversivo que un ciudadano independiente.
Es probable que, en su interior, Luisa Ortega Díaz simpatice aun con el chavismo. O al menos con algunos ideales e ilusiones que Chávez propuso a finales del siglo pasado. Es probable, por ejemplo, que personalmente Luisa Ortega Díaz se sienta mucho más cerca de Mari Pili Hernández que de María Corina Machado.  Y es natural y saludable que sea así. Y tiene además todo el derecho de sentirse de ese modo.  Pero la diferencia está en que ahora nada de eso define la actuación de la Fiscal General de la República.  Desde la institucionalidad, de pronto, Luisa Ortega Díaz le ha regresado al país la posibilidad de la verdad.
El trabajo de la Fiscalía ante la violencia que nos está sacudiendo es una hazaña sin precedentes en los últimos años. Sin ninguna alharaca, sin anuncios rimbombantes ni promesas grandilocuentes, sin otra pretensión que la de cumplir cabalmente con su deber, la Fiscalía está ofreciendo una alternativa ante la versión hegemónica que impone el poder, ante el mareo desaforado que produce la polarización. El caso del asesinato de Juan Pernalete no puede ser más emblemático. Sin proponérselo, tan solo tratando de hacer bien lo que toca, la Fiscalía desnuda otro crimen: el engaño de los poderosos, la calumnia y la difamación con que la que el gobierno distorsiona la realidad y manipula mediáticamente lo sucedido.
Una acción institucional que no se somete al control de las cúpulas, deja al descubierto todo el espectáculo de mentiras que construye la élite que domina al país.  Miente descaradamente el General Reverol cada vez que habla de la “violencia terrorista de la derecha”. Miente sin pudor Vladimir Padrino cuando oculta y niega la acción salvaje que ordenan ejercer a los soldados. Mienten groseramente Ernesto Villegas y Diosdado Cabello cuando deforman lo ocurrido y arman un caso falso para acusar de homicidio a 2 jóvenes inocentes. No lo digo yo. No lo dice la oposición. Lo dice el Poder Moral.
Basta con ver la reacción instantánea en contra de la Fiscal para constatar la idea que oficialismo tiene del Estado y de las instituciones.  Las últimas acciones de Luisa Ortega Díaz han servido también para –de manera involuntaria– mostrarle al país la irracionalidad con que funciona el gobierno.  No se han dado tiempo ni siquiera para construir un breve argumento. Han saltado, sin lógica y sin razones, a pedir la cabeza de la Fiscal, a descalificar, a acusar, a amenazar.  Y estos mismos enloquecidos, incapaces de respetar la autonomía de cualquier institución, son los que afirman que la Constitución del 99 ya no sirve, los que pretenden cambiar las leyes y reinventar un nuevo Estado.
Se acostumbraron a desacreditar fácilmente cualquier disidencia. Pero no pueden desautorizar las voces de la Fiscalía. Ahí están, esos son los sonidos del futuro. La diversidad política y la independencia institucional. El camino para reencontrarnos con una verdad común. Mientras, Nicolás Maduro frente al teclado representa el torpe ruido del pasado. El fracaso de un dictador que, después de ordenar que se reprima al pueblo, finge tocar piano en la inmensa soledad de un teatro vacío.
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Presidente de la AN denunciará a Goldman Sachs ante comunidad internacional por financiar al régimen de Maduro




El presidente del Parlamento de Venezuela, Julio Borges, criticó al banco estadounidense Goldman Sachs, quien recientemente compró unos 2.800 millones de dólares en bonos venezolanos, por considerar que la entidad ofreció alivio financiero al Gobierno de Nicolás Maduro, al que califican como una “dictadura”.
Según el diario Wall Street Journal, Goldman compró la semana pasada papeles de la estatal Petróleos de Venezuela (PDVSA) con un descuento de un 69 por ciento, a cambio de inyectar efectivo a las declinantes cuentas del país petrolero, que atraviesa una profunda crisis económica y política.
“Me preocupa y me indigna que Goldman Sachs haya decidido entrar en una transacción de compra de bonos con el dictador venezolano, Nicolás Maduro, que proporciona un alivio financiero a su régimen autoritario que sistemáticamente viola los derechos humanos”, dijo Borges el lunes, en una misiva al director ejecutivo del banco, Lloyd Blankfein.
“Tengo la intención de recomendar a cualquier futuro gobierno democrático en Venezuela a no reconocer, ni pagar estos bonos”, agregó.
El Banco Central de Venezuela, que mantenía en cartera los bonos PDVSA 2022, no habría vendido de forma directa estos papeles al banco estadounidense, dijeron tres operadores del sector financiero conocedores de la operación.
“Los intermediarios están en Europa”, apuntó una fuente de Goldman Sachs, sin dar más detalles, por no estar autorizada para hablar de la transacción públicamente.
Goldman Sachs no respondió de inmediato a llamadas y correos de Reuters solicitando información oficial.
La oposición sostiene que el gobierno de Maduro viola los derechos humanos, apresa a los disidentes y no quiere celebrar elecciones, por lo que protesta, casi a diario, en las calles.
Borges también viene liderando una campaña en Wall Street y con diversos gobiernos de la región para que se interrumpa cualquier ayuda económica a Maduro.
El mandatario, por su parte, asegura que las protestas opositoras sólo buscan desbancarlo y ha culpado de la aguda crisis que vive el país a una “guerra económica” llevada a cabo por la oposición.
“El pueblo de Venezuela y su futuro gobierno democrático no olvidarán que bando tomó Goldman Sachs cuando tuvo que elegir entre apoyar a la dictadura de Maduro o a la democracia”, amenazó Borges, asegurando que “pronto”, el Parlamento llevará a cabo una investigación sobre la transacción con Goldman Sachs.
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¿LA FANB EN DEFENSA DE LA CONSTITUCIÓN?
Carlos Tablante
El alto mando militar, en una reunión realizada la pasada semana, se manifestó mayoritariamente en contra de la falsa constituyente madurista por ilegal e inconstitucional. En los próximos días, el general Padrino deberá llevar el mensaje de los altos oficiales a Maduro.
El rechazo es total. La Fiscal General, la Asamblea Nacional incluyendo una gran parte de los diputados del PSUV, la mayoría de los gobernadores y alcaldes, es decir, la mayoría de los chavistas, consideran que cambiar la Constitución no es la prioridad y como se ha dicho, lo que va a traer consigo es más división y confrontación.
Como si fuera poco, el pasado viernes el diario El País de España publicó el artículo Una constituyente sin legitimidad firmado por Roberto Viciano Pastor y Rubén Martínez Dalmau, ex asesores de Hugo Chávez en el proceso constituyente de 1999, vinculados al partido hispano Podemos, quienes además han apoyado en el tema a Ecuador y Bolivia.
Su opinión es contundente al ratificar lo que ya todos sabemos: esa “constituyente” es ilegítima e inviable porque, como ellos reconocen, Maduro no puede convocarla sin consultar al pueblo. Afirman que la mayoría chavista ya no lo acompaña.
En la actualidad buena parte de los sectores contrarios al gobierno están formados por personas que participaron a favor del chavismo y que entienden que el madurismo ha traicionado los fundamentos democráticos del proceso iniciado en 1998, subrayan los constitucionalistas españoles.
Denuncian Viciano y Martínez que Maduro ha violado los Derechos Humanos y ha sumido al país en una ola de represión, mientras la corrupción acampa a sus anchas.
Compartimos con Ustedes otros puntos resaltantes del artículo de los expertos españoles:
1. La propuesta de Maduro arrasa con los avances de la Constitución del 99…dividiendo aún más al país
2. El decreto de Maduro es inconstitucional porque viola los artículos 347 y 348
3. Maduro tiene competencia para preguntarle al pueblo si quiere activar un nuevo proceso constituyente, pero no para convocarlo. Su propuesta no prevé un referéndum de activación del poder constituyente, como el que convocó Hugo Chávez en 1999. Se trata de una huida hacia adelante … un intento de mantener el poder a toda costa, a pesar de la imparable pérdida de popularidad y legitimidad
4. Los argumentos anteriores no pueden descartar que en un futuro no deba pensarse en un nuevo proceso constituyente que mejore y actualice la Constitución de 1999, dicen Viciano y Martínez, pero este proceso debería ser democrático, fruto del principio una persona-un voto, impulsado desde la ciudadanía, producto de un auténtico diálogo social donde se incluya a todos los sectores, y que evite la violencia y la confrontación.
5. Los constitucionalistas vinculados al partido Podemos de España están de acuerdo conque la corrupción se ha adueñado de Venezuela, al decir que “se ha conformado una nueva aristocracia petrolera bajo el paraguas de la impunidad”.
Contundente: La constituyente chimba de Maduro no suma apoyos porque es inviable y anticonstitucional. Todos debemos seguir luchando unidos en defensa de la Constitución!
¿Qué hará la FANB? ¿Dejará que se le siga utilizando como un instrumento al servicio de una parcialidad política que viola sistemáticamente la Constitución y los Derechos Humanos?

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lunes, 29 de mayo de 2017

MENSAJE A LOS MILITARES

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                     Edgardo Mondolfi Gudat
La Constituyente propuesta por Nicolás Maduro es simplemente un intento por aplastar la República en estado de ebriedad. Existe una sensación de inquietud, cuando no de incontenida alarma, sobre muchas de las intenciones que pudieran anidar detrás de esta desesperada treta por aferrarse del poder. Basta revisar para ello la opinión de dos analistas provenientes de mundos ideológicos tan dispares como el ex rector de la UCV, Luis Fuenmayor Toro, y José Ignacio Hernández, profesor de Derecho Administrativo en la UCV, UCAB y UMA, para así comprobarlo.
Hernández, cuyo trabajo ha circulado profusamente durante los últimos días a través de las redes, se centra en demostrar al detalle cómo esta forma tan arbitraria y precipitada de convocar a una asamblea nacional constituyente desnaturaliza el concepto constitucional de pueblo al someter al país a un proceso de escogencia basado en un censo electoral de tipo sectorial y secundario, contrario al principio de universalidad propio de nuestra tradición comicial desde hace setenta años.
Fuenmayor, a través de sendas entregas para el diario La Razón, también se detiene ante este mismo riesgo, sobre todo a la hora de observar lo que significa la igualdad como distintivo de ciudadanía en relación a los derechos que se poseen y se ejercen dentro de un sistema como el que hemos conocido hasta ahora. Por ello afirma: “Un ciudadano =un voto es el elemento central de esta igualdad, por lo que cualquier decisión que modifique esta condición violenta la igualdad política de los venezolanos”. Y agrega: “No tienen más derechos en esta materia los líderes comunales, parroquiales, gremiales, sindicales, universitarios, estudiantiles o de cualquier otro tipo, que quienes no lo son. Los derechos surgen no del papel que se tenga en la sociedad sino de la condición de ciudadanos”.
Sin embargo, al mismo tiempo, Fuenmayor explora otros vericuetos de esta artimaña aposentada en Miraflores para concluir que, constituyente mediante, entraríamos de manera inevitable en una fase mucho más restrictiva de las libertades ciudadanas. A su juicio, bastaría con suponer que la intermediación entre pueblo y poder cambiaría drásticamente puesto que el propio Poder Ejecutivo sufriría la modificación correspondiente a partir de elecciones de segundo o tercer grado que separarían mucho más a la sociedad de sus representantes. Pero, no contento con ello, a su parecer también quedaría implícito que una constituyente corporativa, de la cual emanaría una especie de Asamblea del Poder Popular como la que existe en Cuba, daría por sentado la eliminación automática de la actual Asamblea Nacional y la destitución de parte del Poder Moral, así como la suspensión de todos los gobernadores y alcaldes, diputados regionales y concejales, mientras se designan a sus sucesores a partir de la configuración de una nueva hegemonía de poder.
Pero de todo cuanto inquieta a Fuenmayor existe un aspecto que merece resaltarse: el destino de la Fuerza Armada. A este respecto, el ex rector de la UCV esboza apenas unas líneas breves pero valiosas, razón por la cual estimo que resulta conveniente, desde todo punto de vista, detenernos en el problema.
Hay quienes pudieran suponer que la constituyente fraudulenta actuaría como un mecanismo susceptible de ampliar aún más la órbita militar. Sin embargo, la lectura bien podría ser la contraria, es decir, que la Constitución que emanara de este modelo concebido entre gallos y medianoche propendiera a la progresiva sustitución de la Fuerza Armada por algún tipo de organización armada mucho más confiable para quienes actualmente detentan el poder. Varias suposiciones en ese sentido lo permiten aseverar así. En primer lugar, la tan mentada fusión “cívico-militar”, dentro de la cual se ha verificado un sostenido intento por partidizar a las fuerzas armadas, bien podría conducir a un cambio que haga que las milicias o el PSUV armado sean los que, a fin de cuentas, decidan el futuro de la institución armada. En segundo lugar, por tratarse de una organización jerárquica y de carácter meritocrático, amén de lo que significa su existencia de más de un siglo como institución regida por sus propias doctrinas, ello ya de por sí se erige como un elemento que seguramente despierta poca tranquilidad en el actual mandatario o, dicho como lo hace Fuenmayor, que las fuerzas armadas, tal cual existen, funcionan alejadas de su total control y respeto. Pero existe algo más que convendría tener en cuenta cuando, en este caso, se trata de hurgar en el pasado reciente. Me refiero al intento por hacer bueno el sueño acariciado por la izquierda insurreccional de los años sesenta en Venezuela de suplantar al Ejército por algún otro tipo de estructura, inspirado en la idea guevarista de que las Fuerzas Armadas actúan como un elemento poco proclive al auténtico compromiso revolucionario. De la detestación de las Fuerzas Armadas durante esa década, los artífices de la lucha armada pasaban a manifestar de una buena vez su detestación de un sistema entero, pluralista y democrático.
De modo que lo que hoy se propone desde lo alto del poder como una constituyente comunal, sectorial, o como quiera llamársele, nos colocaría en presencia, por paradójico que suene decirlo, de una solución democrática “totalitaria”, tal como justamente lo anhelaba esa izquierda de orientación castrista.
Esto de circunvalar nuestras más hondas tradiciones electorales, ganadas a pulso luego de medio siglo de combates ciudadanos, afecta por igual a civiles y militares. Por tanto, resulta preciso tener en cuenta que, de no hacerse respetar la Constitución a la cual nos debemos desde 1999, sin importar cuánto disenso ésta haya generado en el camino,el futuro de las FAN, como el de muchos otros sectores,seguramente no será el mismo.


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TIERRA ARRASADA: el final del régimen

EL NACIONAL, EDITORIAL

La enorme operación represiva que el régimen a punto de colapso ha puesto en marcha no ocurre sola: va acompañada de la virulenta destrucción del país. La política de tierra arrasada se produce en todos los planos de la realidad. Hace patente que el odio de Maduro, Cabello y Padrino López no se limita a los ciudadanos. También odian el paisaje, la infraestructura, los bienes públicos y privados, y el conjunto de la actividad productiva. Lo odian todo, lo que incluye a sus propios colaboradores. Es posible que, frente al espejo, cada uno sienta odio ante el color hormigón de su propia imagen.
La política de tierra arrasada se ejecuta de forma simultánea a la represión: mientras policías y guardias nacionales disparan, asaltan comercios y rompen todo cuanto encuentran a su paso, destruyen enrejados y ventanas protectoras; atracan en grupos a peatones, a quienes rodean con sus motos (las escenas de atracos que han sido filmadas por los ciudadanos muestran el gran entrenamiento que estos uniformados tienen en la práctica del ataque motorizado a mano armada); expropian fincas para incorporarlas a las decenas y decenas de fincas improductivas y destruidas que el gobierno posee en varios estados del país, que también fueron expropiadas y hoy no son más que extensiones desoladas y en ruinas.
Bajo esta política se queman locales; se utilizan tanquetas para arrollar a quienes protestan; se ejecutan asaltos a estacionamiento de edificios y se destruyen y desvalijan los vehículos estacionados; se dispara a los edificios, sin contención ni medida. En el país donde todo falta, sobran las bombas, las balas y los armamentos para usarlas.
Es bajo ese impulso, que actúa como un virus en el seno de las fuerzas represoras, que un hombre uniformado, envuelto por el poderío que le otorga su condición de hombre armado, sintiéndose superior al resto de la humanidad, se hace con violencia del instrumento de un músico, un pequeño violín, y lo destruye. Pero eso no termina ahí: la política de tierra arrasada debe ser mostrada, exhibida. El funcionario devuelve a su propietario, no el violín sino los restos del violín. Devuelve su trofeo, una elocuente muestra de su capacidad de destruir.
Esto es importante: el capítulo final de la política de tierra arrasada es el proyecto de constituyente comunal. El objetivo es consumar la destrucción de las instituciones; matar, de una vez por todas, la independencia de los poderes; darle un tiro de gracia al Parlamento; liquidar las potestades de la Fiscalía General de la República y convertirla en un apéndice de la política represiva. A partir de una base comicial que no representa a la sociedad sino a su pequeña oligarquía, se proponen crear una especie de Estado a su conveniencia, cuyo único propósito es lograr que Maduro y Padrino López gobiernen una Venezuela arrasada de forma indefinida.
La política de tierra arrasada no conoce límites. Guiada por el odio a todo, salvo a la riqueza mal habida y a la narco-corrupción generalizada, no puede parar. Como sabemos, el odio se alimenta a sí mismo. Lo que estamos viendo no deja lugar a dudas: el país entero rechaza al régimen. Son millones y millones de personas, de todas las edades, lugares de residencia y situación socio-demográfica, que tienen en común el objetivo de salir de esta pesadilla. No creo que en la historia venezolana de los siglos XX y XXI, se haya producido una convicción tan amplia y firme: el gobierno debe salir y dejar paso a un nuevo país.
Solo al gobierno le interesa mostrar lo que sucede en Venezuela como un enfrentamiento entre dos sectores de la sociedad, con visiones políticas diferentes. La realidad es otra: los más diversos sectores de la sociedad, casi la totalidad de ellos, están enfrentados a una minoría, cada vez más reducida y desesperada, dispuesta a todo por mantenerse en el poder. Si esa minoría se mantiene en el poder es solo porque se trata de una minoría armada. Armada y que ya ha hecho uso de esas armas en contra del pueblo, en decenas y decenas de puntos de la geografía venezolana.
El gobierno no tiene argumentos. Las dimensiones de su fracaso son inocultables e irreversibles. No hay en el país nada que no haya sido esquilmado, destruido, deformado. Lo único que lo sostiene son las armas de la Guardia Nacional, de los colectivos y de la Policía Nacional Bolivariana. El lector debe preguntarse si esto es sostenible: si con balas y bombas lacrimógenas, con francotiradores y bandas de atracadores, lograrán doblegar al país que exige un cambio. Me parece que la respuesta a la pregunta es evidente: no lo lograrán. El final está muy cerca.

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La ex defensora del Pueblo de Venezuela rechaza la propuesta constituyente de Maduro

EWALD SCHARFENBERG

EL PAÍS

La ex Defensora del Pueblo de Venezuela, Gabriela Ramírez Pérez, difundió este domingo por Facebook una declaración en la que rechaza el llamamiento del Gobierno para una Asamblea Nacional Constituyente (ANC).
Ramírez, exdiputada por el oficialista Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), tuvo a su cargo la Defensoría desde 2007 a 2014, cuando fue relevada por el actual ombudsman, Tarek William Saab.
Es la quinta personalidad que en pocos días se expresa desde el seno del chavismo contra la convocatoria hecha por Nicolás Maduro y en la que su Gobierno parece haber puesto todas sus esperanzas de supervivencia frente a la aguda crisis socioeconómica y de gobernabilidad que atraviesa Venezuela.
Los pasados jueves y viernes se conocieron las discrepancias frente a la iniciativa gubernamental de tres magistrados del Tribunal Supremo de Justicia y de una influyente ex ministra de Hugo Chávez.
En su manifiesto en las redes sociales, la ex defensora del Pueblo aseguró que "ninguna asamblea puede catalogarse como Constituyente si primero no bebe de la soberanía popular. Sus bases comiciales deben pasar por la aprobación universal y directa de todo el país".
Los dardos críticos lanzados desde el chavismo contra la Constituyente apuntan a la renuencia del Gobierno a llamar a un referendo consultivo sobre la puesta en marcha de la asamblea. Hugo Chávez llamó a referendo en 1999, cuando impulsó una Constituyente, así como en 2007 y 2009, cuando propuso reformas constitucionales. En 2007, salió derrotado.
El Gobierno teme que su propuesta de Constituyente sea derrotada en las urnas, tal como anticipan los estudios de opinión. Por ello, busca eludir ese requisito y descarga sobre los asambleístas la decisión de si votar o no el texto constitucional resultante. A pesar del intento, la explícita omisión de las formas no ha sido bien recibida al interior del chavismo, donde ya nada puede contener las expresiones de descontento que empiezan a brotar en público.
El miércoles pasado, durante el acto de firma por parte del presidente Maduro del decreto de las llamadas "bases comiciales" de la Constituyente, Elías Jaua, ministro de Educación y jefe de la comisión nombrada por Maduro para impulsar el proceso constituyente, dijo que la asamblea solo podría ser adversada por "los reaccionarios, los conservadores y los reformistas". Al día siguiente, en otro evento, advirtió sobre los daños que podrían generar "las exquisiteces jurídicas del iluminismo de izquierda", en una alusión al ala del chavismo que se resiste a cohonestar la huida hacia delante de la Constituyente.
A Jaua le respondió desde Twitter el politólogo Nicmer Evans, una de las caras visibles del movimiento Marera Socialista –escisión por la izquierda del oficialismo, quien este domingo, al enterarse de la denuncia de la ex defensora del Pueblo, escribió: "Confío en que el goteo institucional erosione, junto a la protesta, la negociación y el surgimiento de nuevos actores, al autoritarismo".
"Si tanto la consulta de elaborar una nueva Constitución como su texto íntegro fueron sometidos a referendo popular en el año 1999, fustigando el pasado absurdo en el que una cúpula se encerraba a pensar cómo creían ellos que nosotros queríamos ser gobernados, ¿no es acaso una regresión en materia de Derechos Humanos retornar a esa práctica?", reflexiona la ex defensora, Gabriela Ramírez, en su escrito dado a conocer este domingo.
Ramírez no ahorró críticas a la actuación ante las recientes protestas callejeras de su sucesor, Tareck William Saab, a quien señala como alguien "que parece más interesado en defenderse a sí mismo que al pueblo".
A pesar de las tensiones que el llamamiento ha generado y la amenaza de que estas fracturen al chavismo, el Gobierno está convocando a que el próximo miércoles y jueves se registren en línea aquellos ciudadanos que deseen postularse como candidatos a diputados de la Asamblea Constituyente. Para tal fin, el Consejo Nacional Electoral (CNE), controlado por el Gobierno, pondrá a disposición del público una planilla electrónica.
El CNE ya ha anunciado que se dispone a celebrar las elecciones para la Asamblea Constituyente a fines del próximo mes de junio.
En las bases comiciales dadas a conocer el pasado miércoles, promovidas por el Ejecutivo de Nicolás Maduro y ya aceptadas por el CNE, se establece explícitamente que los candidatos a diputados constituyentes no representarán ni serán propuestos por partidos políticos, sino que podrán postularse por sí mismos o a través de grupos de electores. El Gobierno intenta hacer desaparecer las siglas de partidos para desorientar al electorado y con ello ampliar las oportunidades para dominar las curules en la asamblea. De acuerdo a la mayoría de los estudios de opinión, la intención de voto para el Gobierno de Maduro y candidatos que patrocine solo rondaría entre 20% y 30% de los votantes

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domingo, 28 de mayo de 2017

Almagro: 59 manifestantes asesinados con balas que intentan sostener la dictadura

Mayo 27, 2017

Secretario general de la OEA, Luis almagro. REUTERS/Edgard Garrido

El secretario de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, se refirió este sábado sobre los 59 venezolanos asesinados durante las protesta contra el régimen de Nicolás Maduro.
Almagro expresó que las muertes de esos manifestantes se cometieron con “balas que pretenden sostener la dictadura” en el país.
Además, dijo que quienes entienden la política basada en la ética no pueden dejar de condenar a opresores que asesinan para detener la disidencia de un pueblo.
Más temprano, condenó la muerte de Manuel Sosa en Valle Hondo estado Lara a manos del régimen. “Es hora d la democracia y la paz. No más muertes del pueblo luchando por democracia”, escribió en su cuenta de TWitter.
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OJOS SOBRE VENEZUELA.
Boletín número 6

ASAMBLEA NACIONAL DE VENEZUELA

(Actualización del 21 al 27 de mayo de 2017)


Se cumplen 57 días de protestas antigubernamentales. La cifra oficial de muertos llegó a 58 (55 civiles y 3 militares) el viernes 26.

La Fiscal General de la República, quien constitucionalmente tiene el monopolio de la acción penal, indicó que para el miércoles contabilizaban 1.000 heridos (761 civiles y 229 funcionarios de organismos de seguridad del Estado), 2.664 personas imputadas por homicidios, saqueos, lesiones y hurtos. 284 quedaron privadas de libertad. Hay 16 investigaciones en curso sobre grupos civiles armados (paramilitares denunciados por la Oposición). La Fiscal acusó al Estado de más de la mitad de las lesiones, incluyendo el homicidio de un joven por el impacto a corta distancia de una bomba lacrimógena en el pecho.

Según las denuncias de la Unidad Democrática, más de 40 diputados han sido agredidos por funcionarios policiales y la Guardia Nacional (GN) y se han producido 13 mil heridos. La ONG Foro Penal denunció que desde el 1 de abril al 25 de mayo se han producido 2.815 detenciones; 1.240 permanecen detenidos y 341 civiles han sido presentados en tribunales militares.



Poderes Públicos

El Consejo Moral Republicano (Fiscal General, Contralor General y Defensor del Pueblo) aprobó, sin la partición de la Fiscal, Luisa Ortega, la asamblea nacional constituyente convocada por Nicolás Maduro. La Fiscal profundizó su distanciamiento del Gobierno. Junto con la Asamblea Nacional, considera inconstitucional la constituyente propuesta por Nicolás Maduro.

El Consejo Nacional Electoral (CNE) aprobó en tiempo récord las bases comiciales (condiciones de elección) presentadas por Maduro para escoger a 540 constituyentes por sectores. Fijó la inscripción de aspirantes para el 1 y 2 de junio y la elección para julio. Tibisay Lucena, presidente del CNE dijo que la decisión fue unánime, pero el rector Luis Emilio Rondón, la desmintió y dijo que votó en contra.

El Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) declaró constitucional la séptima prórroga del decreto de estado de excepción y emergencia económica. La Constitución exige aprobación del Parlamento, que la ha negado. Dos magistrados del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), Danilo Mojica y Marisela Godoy, manifestaron su rechazo, en declaraciones a la prensa, a la propuesta de constituyente. Exigen que se cumpla el requisito constitucional de hacer referendo.

Gobierno de Venezuela acusó a Colombia de ejecutar una “provocación” con el despliegue de vehículos blindados “a escasos metros de la línea fronteriza”. Colombia dijo que esos vehículos cumplen labores de control del delito y acusó a Venezuela de intentar crear una distracción con un incidente diplomático.

Asamblea Nacional (AN) rechazó el decreto con las bases comiciales entregado al CNE e instaló el Frente de Defensa de la Constitución, que organizará a la sociedad civil. La AN aprobó convocar el referendo que el Gobierno se niega a hacer, sobre la pertinencia de una constituyente.

Sala Constitucional del TSJ aprobó la sentencia 355 relativas a la elección de representantes municipales, que abre las puertas a la elección de segundo grado para cargos públicos, como aspira la constituyente corporativa que impulsa Maduro.

Ministerio de Educación amenazó con sanciones civiles y penales a propietarios de centros educativos que permitan a sus alumnos participar en actividades de protestas.

Nicolás Maduro acusó al gobernador y excandidato presidencial, Henrique Capriles, de repartir armas en su residencia a manifestantes. Capriles solicitó a la Fiscal General que lo investigue.

Nueve alcaldes de Oposición ratificaron que permitirán el derecho constitucional a la protesta pacífica en sus municipios capitales y rechazaron la amenaza del TSJ de encarcelarlos (de 6 a 15 meses) si no las impiden.

El presidente de la Asamblea Nacional, diputado Julio Borges, reiteró el llamado a la Fuerza Armada Nacional (FAN) para que “se ponga del lado de la democracia, de la libertad y de la Constitución”.



Entorno sociopolítico



El partido de Gobierno (PSUV) amenazó con usar la constituyente para “voltear patas arriba” a la Fiscalía General de la República y destituir a Luisa Ortega. Nicolás Maduro felicitó personalmente a funcionarios de la Guardia Nacional mientras obstaculizaban una marcha de la Oposición. Se filtra a la prensa presunto plan del Gobierno para socavar apoyos a la Fiscal General en el Ministerio Público mediante sobornos a subalternos. Ministro del Interior acusa a la Fiscal Ortega de ser responsable del aumento de la inseguridad ciudadana por permitir impunidad.

Gobierno devaluó 200% el bolívar, según el tipo de cambio oficial bajo control. El dólar en el mercado negro subió a más del triple de ese valor. 

Manifestantes hicieron llegar mensaje a la FAN. Exigen cesar la represión y dejar de ser sostén de Nicolás Maduro en su golpe de Estado.

La encuestadora Datincorp determinó que 73% rechaza la constituyente de Maduro y 80% apoya continuar las protestas. 

Mayor general (retirado) Clíver Alcalá, solicitó a la Fiscalía investigar plan de la FAN para usar francotiradores contra manifestantes.

Gremios de la prensa registraron 256 casos de violaciones, restricciones y agresiones a la libertad de expresión desde el 1 de abril. 17 periodistas fueron detenidos arbitrariamente, uno de ellos durante 16 días. Aumentan lesiones graves e incapacitantes causadas por la GN y la Policía a los periodistas. 

Aumenta violencia en zonas del interior del país, especialmente fuertes en la región natal de Hugo Chávez, donde hubo seis civiles muertos en una sola jornada.

Médicos hicieron marcha para denunciar grave crisis sanitaria que pone al país en situación de crisis humanitaria. Fue reprimida violentamente por el Gobierno.

Federación de Agricultores (Fedeagro) alerta que se agudiza la escasez de alimentos por caída de la producción. Gobierno amenaza con expropiaciones a ganaderos que se sumaron a las protestas. También presionó a aerolíneas nacionales para que no vendan boletos a diputados opositores.



Entorno internacional

El presidente del Parlamento Europeo, Antonio Tajani, expresó preocupación por la crisis en Venezuela, en encuentro del Eurolat. "No se puede hacer oposición desde la cárcel, faltan medicamentos, hay niños que no pueden comer". Pidió instalar a la brevedad una "mesa de diálogo". El presidente de la Asamblea Nacional, Julio Borges, fue invitado a participar el 31 de mayo en una reunión de la Comisión de Asuntos Exteriores de la Eurocámara.

Agencia Reuters revela, según documentos militares confidenciales, que Venezuela posee 5.000 misiles tierra-aire de fabricación rusa, el mayor arsenal en Latinoamérica. Esto preocupa a los Estados Unidos.

El secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, dijo que el pueblo de Venezuela sufre una “guerra sucia y sin cuartel” por su lucha contra la “dictadura” del presidente, Nicolás Maduro.

Antigua y Barbuda se distanció de la línea de apoyo al gobierno de Maduro. Propuso en una reunión preparatoria de la reunión de cancilleres, prevista para el 31 de mayo, que la OEA exhorte a la cancelación de la constituyente.

Comisión Interamericana de Derechos Humanos exige al Gobierno suspender enjuiciamiento de civiles en tribunales militares. Gobierno de Canadá reiteró su preocupación por escalada de violencia y muertes de manifestantes en Venezuela.



EG/eg

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EL KREMLIN HA VUELTO

YOANI SANCHEZ

Después de décadas de intenso contacto, los rusos dejaron escasas huellas en Cuba. Algunos jóvenes con el nombre de Vladimir o Natacha y las matrioskas decorando unas pocas salas son los últimos vestigios de aquella relación. Sin embargo, en los últimos años los vínculos entre La Habana y Moscú han ganado fuerza. El Kremlin ha vuelto.
Rusia lleva tiempo desembarcando en América Latina de la mano de esos mismos Gobiernos que reclaman en los foros internacionales por un mayor respeto a la soberanía y a “la libre elección de los pueblos”. Sus líderes populistas, en parte para molestar a Estados Unidos, hacen alianzas con Vladimir Putin bajo la premisa de que “el enemigo de mi enemigo es mi amigo”.
 Ese tipo de asociación permitió al Palacio de Miraflores, en Venezuela, pertrecharse con 5.000 sistemas de defensa aérea portátil (Manpads, por sus siglas en inglés), según un documento publicado recientemente por la agencia Reuters. El arsenal comenzó a acumularse en la época del fallecido presidente Hugo Chávez, pero resulta ahora más peligroso en medio de la inestabilidad política que hace tambalearse a Nicolás Maduro.
En Centroamérica, Nicaragua funciona como la puerta de entrada para la voraz superpotencia. Daniel Ortega cuenta con medio centenar de tanques de combate enviados por Moscú y su territorio sirve de emplazamiento para asesores militares rusos. El corrupto sistema en que ha derivado el sandinismo crea un escenario propicio para las ansias de expansión del exoficial del KGB.
Esta vez, Moscú se ha quitado la máscara ideológica que envolvía sus ansias geográficas
Sin embargo, La Habana sigue siendo el principal aliado en este lado del mundo. La suspicacia que surgió entre ambos países, tras el desmembramiento de la Unión Soviética y la llegada al poder de Boris Yeltsin, se ha ido despejando. Con Putin al mando, algo de aquella URSS ha renacido y los vínculos diplomáticos vuelven a estrecharse.
En la barriada de Miramar, al oeste de la capital cubana, la embajada de Rusia parece haber ganado en importancia en el último lustro. Con la forma de una espada clavada en el pecho de la ciudad, la construcción es llamada jocosamente “la torre de control”, desde donde la severa madrastra escruta todo lo que ocurre en su antiguo y añorado dominio.
Rusia acaba de sacar del atolladero a Raúl Castro tras el recorte de los envíos petroleros desde Caracas. En los años del idilio con Chávez, Cuba recibió unos 100.000 barriles diarios de crudo venezolano, pero en los últimos meses esa cantidad se ha reducido en más de un 40%. El Gobierno se vio obligado a recortar la entrega de combustible a los vehículos del sector estatal y restringir la venta de gasolina premium o especial.
La petrolera rusa Rosneft ha llegado en auxilio de Castro y se comprometió a proveer a la Isla con 250.000 toneladas de petróleo y diésel, unos dos millones de barriles. La operación de salvamento deja un reguero de dudas sobre la forma en que la Plaza de la Revolución pagará a Moscú, en medio de la falta de liquidez y de la recesión que padece el país.
Rusia está recibiendo en la zona información de inteligencia que la hará “más grande otra vez”
Se le suman a las señales alarmantes el hecho de que en los últimos días el hijo del presidente cubano, el coronel Alejandro Castro Espín, se reunió con el secretario del Consejo de Seguridad de Rusia, Nikolái Pátrushev para abordar la cooperación entre ambas naciones en la esfera de la seguridad informática. En 2014, el delfín había firmado en Moscú un memorando de cooperación en el área de inteligencia.

El reencuentro entre los viejos aliados lo ha sellado un gesto simbólico. Rusia se está ocupando de la reparación de la cúpula del Capitolio de La Habana a la que cubrirá con piedra natural, nuevas planchas de bronce y láminas de pan de oro que relucirán bajo el sol tropical. Un desafiante mensaje dirigido directamente a Washington, la ciudad donde se erige el hermano -casi gemelo- del imponente edificio cubano.

Mientras la avanzadilla rusa se despliega en varios puntos de América Latina, Donald Trump mira hacia otro lado. Envuelto en el escándalo de una posible interferencia de Putin en las elecciones que favoreció su llegada a la Casa Blanca, el magnate se muestra más interesado en el Medio Oriente o en levantar un muro fronterizo con México que en acercarse a esa región que discurre más allá del Río Bravo.
Su indiferencia se evidencia no solo en sus palabras. El mandatario estadounidense acaba de proponer sustanciales recortes presupuestarios a la asistencia proporcionada a todos los países del continente, una postura que contrasta con el terreno que gana el Kremlin en la esfera económica y militar, apuntalando regímenes autoritarios y decadentes. La Guerra Fría está renaciendo en tierras latinoamericanas.
Pero esta vez Moscú ha vuelto sin aquella máscara con la que envolvía sus ansias geopolíticas y que adornaba con frases al estilo del “apoyo a los proletarios del mundo” o “la desinteresada ayuda al desarrollo de las naciones más pobres”. Ahora muestra una diplomacia más descarnada y directa. No está dispuesta a subsidiar sino a comprar. No se esconde ya bajo el ropaje ideológico, sino que se exhibe con ese crudo pragmatismo que rezuma el capitalismo que terminan por hacer los comunistas.
Si una vez perdió posiciones y debió refugiarse -puertas adentro de su propio orgullo- para lamerse las heridas, ahora Rusia quiere apurar el paso y recuperar el terreno perdido en América Latina. Sabe que cuenta con aliados en la región dispuestos a saltarse todos los considerandos éticos y patrióticos para ayudarla a plantar cara a los Estados Unidos. Debe apurarse, porque muchos de esos compadres cada día se vuelven más impresentables.
Sus compinches de este lado necesitan a un Moscú que les provea de armamentos y les cuide las espaldas en los organismos internacionales. Lo ven como un fornido oso dispuesto a enseñarle los dientes a Washington todas las veces que haga falta. A cambio, le están dando posicionamiento en el terreno, información de inteligencia y la calculada fidelidad de quien espera mucho a cambio. Ellos sueñan con hacer a Rusia “grande otra vez”.

Yoani Sánchez es periodista cubana y directora del diario digital 14ymedio

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DEMOCRACIA DE TODOS

HECTOR SCHAMIS

De Perú en 1979 a Chile en 1989, esa fue la década del cambio democrático en América Latina. La pregunta central era acerca del método más efectivo de llevarlo a cabo, aquel con mayores probabilidades de éxito. La política debía descubrir la trayectoria que llevaría al objetivo final: la consolidación de las instituciones democráticas.
Inequívocamente, se fue delineando un camino marcado por la negociación, por pactos. Acuerdos para involucrar a todos los actores importantes, moderar las intransigencias, generar tendencias centrípetas y reducir la incertidumbre típica de la transición. Era un razonamiento eminentemente inductivo. Así habían sido los pactos de La Moncloa y la transición española.
Y así lo había hecho antes Venezuela con el Punto Fijo: desde 1958 una democracia estable en una América del Sur violenta y autoritaria. El exilio venezolano de tantos argentinos, chilenos y uruguayos había contribuido, a su vez, a prestarle atención al país y su fórmula política. Venezuela, tolerante y con democracia pactada, era el ejemplo a imitar.
La democratización de América Latina fue de ese modo una construcción colectiva, beneficiada por la solidaridad y el derecho internacional, y anclada en la arquitectura hemisférica de derechos humanos. La visita de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos a la Argentina de Videla en 1979 fue un hito. Hizo explícito que no hay soberanía ni jurisdicción nacional en esta materia.
Chavismo mediante, Venezuela vuelve a ser ejemplo. Claro que en sentido contrario. Sus simultáneas crisis—de la economía, el régimen político y el Estado—resuenan en el resto del continente. Por empezar porque viola los principios jurídicos del sistema interamericano, especialmente el que estipula la Carta Democrática de 2001 desde su artículo primero: la democracia es un derecho de los pueblos.
Por lo tanto, la obligación de la OEA respecto a la democracia no es con los Estados ni con los gobiernos sino con los pueblos. Invocar la Carta Democrática, entonces, es importante no únicamente desde el punto de vista jurídico. Lo es porque habla por aquellos que, despojados de sus derechos, han sido silenciados.
No termina de sorprender, en este sentido, la persistente falta de convicción de varios gobiernos de la región y de su diplomacia, (mal) entendida como el arte de decir eufemismos. Hay amnesia o ignorancia sobre las lecciones de la democratización en la región, la solidaridad internacional que la llevó adelante y los buenos ejemplos que le dieron sustento.
A pesar de la represión descontrolada y 60 muertes en dos meses, sigue prevaleciendo el apaciguamiento de la dictadura por sobre la censura normativa y moral, además a costa de la debida presión internacional. Y al que habla, como Almagro, se le pretende callar, según han propuesto algunos países caribeños—alguna vez clientes de Petrocaribe—para la próxima reunión de cancilleres en la OEA.
Siguen utilizando los mismo clichés. "Diálogo", término que cada vez que fue invocado sirvió para vaciar las calles y garantizarle continuidad al régimen. Y no es que no haya que hablar con Maduro y Cabello, pero hay que hacerlo con un temario y un cronograma sobre la mesa: las condiciones y los plazos de la transición.
Es una negociación lo que sigue y tal vez hasta sea necesario conceder algún exilio dorado. Solo eviten la palabra "diálogo", pues está contaminada. A fuerza de repetición, la han convertido en sinónimo de complicidad.
Es que hay amnesia e ignorancia, pero también miopía. No se logra comprender que el quiebre de la democracia en un país del sistema inevitablemente implica el deterioro de la misma en el vecino; por ello se trata de un "sistema". Y agréguese la amenaza a la propia seguridad nacional causada por una organización delictiva en control del Estado petrolero más importante del hemisferio occidental.
De ahí que Venezuela represente la crisis medular de la región, al mismo tiempo que el test ácido de viabilidad democrática. Si se la recupera, será un mensaje virtuoso. La propia idea de democracia recobrará robustez; el sistema de derechos humanos conservará su vitalidad y su autoridad moral; las instituciones multilaterales habrán cumplido su cometido.
Si, por el contrario, la Constitución de soviets prospera y la dictadura se estabiliza, será un terrible mensaje y un peor ejemplo. La cubanización total de Venezuela sería una invitación explícita a otros autócratas; y erosionará el principio que definía la democracia de partidos, separación de poderes y libertades individuales como el único gobierno legítimo en las Américas.
Lo que está en juego lo está para todo el continente.
Twitter: @hectorschamis

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