sábado, 7 de diciembre de 2013

EL ABSTENCIONISTA

ANDRÉS F. SCHMUCKE G. |  

EL UNIVERSAL

Desde hace un buen tiempo me toca un artículo el día antes de un evento electoral. He tratado de mantener la tradición de escribir siempre un llamado a votar, diciendo que es nuestro derecho, que somos nosotros los que decidimos y que nadie puede decidir por ti. 

Esta vez también lo haré, pero quiero en esta ocasión hablarle directamente al abstencionista, a esa persona que no vota porque le da fastidio, porque no quiere o porque la playa, una parrilla y unas birras con los panas son más importantes que el futuro del país. Querido abstencionista: tú tienes el compromiso, al igual que lo tengo yo, de salir a votar. Mucha gente perdió su vida para que pudiéramos votar, ¿por qué no has de honrar ese sacrificio?

En un país como el que tenemos, en una situación como la que tenemos, estar incentivando al voto y estar jalándole mecate a las personas para que salgan a votar es como mucho. Si no tienes intención de ir a votar, ¿por qué te inscribes en el Registro Electoral? Nunca he entendido eso. Si no votaste, cálate el resultado luego y no estés quejándote, querido abstencionista.

Yo y muchas otras personas iremos a votar este domingo. Acompáñanos, querido abstencionista; la playa no se va a secar, las birras siempre van a estar frías, el dominó allí a la mano y la parrillita esperando. Quizás se debería implementar una ley que diga que las mujeres no le pararán al hombre que no tenga su meñique manchado y los hombres no le pararán a la mujer que no haya votado. ¡Ja!, seguro así sale a votar todo el mundo. 

Creo que votar es una de las cosas más importantes que hay y mucha gente piensa igual, como mis amigos de Voto Joven, que no solo incentivan al voto, sino que movilizan a aquellos que se les dificulta ir a su centro de votación. Pana, sal y vota.

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