LÍNEA POLÍTICA Y ESTRATÉGIC A DE LA UNIDAD PARA EL 2014
COMPROMISO FIRME CON LA UNIDAD
Al iniciarse el año 2014 en medio de graves
dificultades económicas para nuestro pueblo, ocasionadas por el empeño
gubernamental en imponer al paísun modelo fracasado, a través de una gestión
caracterizada por la incapacidad, la demagogia, la corrupción y la terca negativa
a rectificar, la Mesa de la Unidad Democrática renueva sus compromisos
fundamentales y los actualiza en función de las exigencias concretas del
presente, como orientación a los cambios organizativos y operativos para luchar
cada vez más unidos, cada vez mejor preparados para afrontar las realidades
cambiantes y cada vez más abiertos a la sociedad venezolana en toda su
amplitud.
La Mesa de la Unidad Democrática es una amplia alianza de partidos, atenta al reclamo y a las esperanzas de toda la sociedad, con el propósito de promover un cambio político en Venezuela, dentro del marco de la Constitución, para establecer un Gobierno de Unidad Nacional.
La Mesa de la Unidad Democrática es una amplia alianza de partidos, atenta al reclamo y a las esperanzas de toda la sociedad, con el propósito de promover un cambio político en Venezuela, dentro del marco de la Constitución, para establecer un Gobierno de Unidad Nacional.
La estrategia de la Unidad para
lograr ese objetivo doble de cambio político y Gobierno de Unidad Nacional, se
dirige construir una mayoría amplia y sólida, a través de una política que
contraste nítidamente con el gobierno, porque busca lograr una Venezuela con
libertades, inclusión y progreso, y evitar a toda costa que se consolide un
Estado autoritario en el país.
Son líneas de acción estratégica para
desarrollar la política enunciada:
1. El Compromiso firme con la Unidad.
La Unidad es el activo principal de las fuerzas del cambio. Fortalecerla es medular
en nuestra lucha porque acerca el cambio. Mientras debilitarla, menoscabarla o
dividirla lo aleja y, por ello, sería un servicio a la permanencia de este
gobierno y de su empeño en implantar un régimen contrario al interés nacional y
distinto al previsto en la Constitución.
2. La conducción política coherente y
eficaz para las fuerzas del cambio. Definir los ámbitos correspondientes a la
acción cada partido, así como de aquellos que por acuerdo, incumben al trabajo
compartido en la Unidad. Cohesión en el discurso para una mayor eficacia.
Como es de Unidad Nacional el
Gobierno que promovemos, debe ser nacional la lucha por el cambio. En tal
sentido, valoramos la importancia del papel de otros sectores de la sociedad,
cuya especificidad y autonomía respetamos, y ofrecemos a ellos nuestra voluntad
de relacionamiento, entendimiento y cooperación. De ese ámbito plural surgen
múltiples reclamos válidos que deben ser escuchados y atendidos. Nuestro deber
es luchar cívicamente en todas partes porque así sea.
3. La oposición llevada adelante por
la Mesa de la Unidad Democrática y las fuerzas que la integran, en el debate
político, en el parlamento y en la calle, debe caracterizarse por ser responsable
y popular, activa y crítica.
La línea de oposición de la Unidad,
durante 2014, se centra en el diagnóstico, denuncia y proposición de
alternativas a la grave situación económica y social del pueblo venezolano. Su
propósito es dejar claro, a los ojos y la conciencia de todos los venezolanos,
que el modelo impulsado desde el poder y la gestión gubernamental son los
causantes de la dura realidad que vive la gente. Ello exige acciones concretas
a niveles institucionales, de opinión pública y popular. Nuestros medios de lucha
son cívicos y no violentos. Por convicciones profundas y patriotismo de raíces
humanistas, valoramos la paz.
4. Nuestra responsabilidad
irrenunciable como alternativa de cambio es mayor, si consideramos, como es
nuestra obligación, que además de oposición a nivel nacional somos gobierno por
decisión del pueblo, en tres estados, el distrito metropolitano de Caracas y
setenta y seis municipios del país. Apoyamos a nuestros gobernadores, alcaldes,
legisladores regionales y concejales.
Es un enorme compromiso que asumimos como logro de una lucha gigantesca cara a
cara frente al ventajismo y el abuso. Somos responsables ante millones de ciudadanos.
No lo olvidamos.
5. El diálogo nacional permanente,
sincero y con resultados, debe ser asumido, promovido y practicado para que
entre todos los venezolanos seamos capaces de encontrar solución a los
problemas e ideas para construir un futuro de paz y progreso.
El diálogo entre los distintos
niveles del poder público para asuntos de administración o de políticas
públicas que ameritan cooperación e incluso constituyen competencias
concurrentes, es obligatorio, nunca suficiente.
El diálogo, para ser completo como se
requiere, tiene una dimensión política fundamental que debe abordarse, así como
una dimensión económica y social que no puede el gobierno seguir soslayando.
6. La paz social y la estabilidad
constitucional de Venezuela, requieren poderes públicos que actúen conforme a
su deber, en cumplimiento de la Constitución. Tenemos la oportunidad y la
obligación de mejorar la calidad y poner a Derecho a varios órganos del Poder
Público nacional. Es una materia ineludible en el diálogo nacional.
Tres de los cinco rectores del
Consejo Nacional Electoral, y sus suplentes, tienen su período vencido. Debe
procederse, sin dilación, a la escogencia de sus reemplazos, de acuerdo a lo
estipulado en los artículos 295 y 296 de la Constitución. Sería incomprensible
que este año, en el cual no hay previstos procesos electorales, no cumpliéramos
ese mandato.
Diez de los treinta y dos magistrados
del Tribunal Supremo de Justicia y sus suplentes tienen su período vencido. El
artículo 264 de la Constitución establece cómo efectuar la elección
correspondiente. No hay excusa para no hacerlo.
Desde abril de 2011, por motivo de
incapacidad por enfermedad el Contralor General de la República, y
definitivamente a partir de junio de ese mismo año cuando éste falleció,
permanece una encargada al frente de la Contraloría. El artículo 279 de la
Constitución indica cómo proceder. Hay que cumplirlo.
Del mismo modo, a fines de este año
2014 vencerá el período de la Fiscal General de la República y la Defensora del
Pueblo. Al ser parte del Poder Ciudadano, la misma disposición constitucional vigente
para la renovación en la Contraloría, rige para éstos dos cargos. Debe ponerse en
marcha el proceso para esa elección.
Al exigir que cese la mora
constitucional en que se viene incurriendo y alertar para que no ocurra algo
similar con las magistraturas cuyos períodos concluyen este año, la Unidad
ofrece su concurso sincero para que se actúe con estricto apego a lo
establecido en la Constitución, como garantía de seguridad y confianza para
todos los venezolanos.
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