Pedro Luis
Echeverria
Efectivamente,
el 6-12 votaré por Valentina, mi nieta de apenas dos años y medio de nacida.
Acudiré a votar, persuadido de la enorme responsabilidad que debemos asumir
como ciudadanos para procurar, por todos los medios a nuestro alcance, que esta
niña, al igual que todos los niños de
Venezuela, tengan la posibilidad de vivir y crecer en un país distinto al que
tenemos. Que tengan la oportunidad y la dicha de formarse y hacerse adultos en
una nación en la que no predominen la inescrupulosidad, el oscurantismo, la
tristeza ciudadana, la mentira, el autoritarismo, la intolerancia y el abuso
.Que Valentina y todos los Valentina nacidos y por nacer en Venezuela tengan el
derecho inalienable de desarrollarse en
un lugar en donde se les ofrezca un
porvenir y la opción de ser lo que ellos quieran ser, sin imposiciones, ni
amedrentamientos de ninguna clase; que puedan ser habitantes de un país con
perspectivas, viabilidad y luminoso futuro. Por eso, el 6D, debemos
sufragar por los candidatos de la Unidad
que le ofrecen a todos los venezolanos el camino del progreso,la paz,la
concordia y la modernidad. El 6D,estaremos dando un decisivo paso en la
construcción de una nueva Venezuela y sentando las bases del legado que
dejaremos a nuestros hijos y nietos: un país viable, un promisorio mejor
futuro, una sociedad justa, equitativa y armoniosa.
Los votantes
tenemos la responsabilidad de crear de nuevo nuestro propio orden que ha estado
a punto de perderse durante la tenebrosa noche madurochavista; se trata de
reconstruir pacientemente los principios y valores democráticos tan golpeados y
vituperados durante los largos 16 años
que llevan en el poder.
La unidad de pensamiento y acción de
la disidencia nacional frente al régimen, ha sido y es la clave para crear una
posición política y psicológica dominantes, de forma tal que el resultado de
las elecciones parlamentarias tengan el desenlace previsible y conveniente para
el devenir futuro del país, tal como lo anuncian las encuestas de opinión y la
sabiduría popular . Eso ha venido ocurriendo y la angustia de la inminente
derrota conmueve a los que irremisiblemente se van y a sus acólitos, porqué se
saben expulsados por el rechazo a su propia insensatez, ineficacia e intransigencia.
Los incumbentes gobierneros de los
curules que próximamente se disputarán en los comicios señalados,se tienen que
ir. Los venezolanos,Valentina y todos los niños nacidos y por nacer así lo
demandan. Esa gente no representan ninguna opción para el presente y mucho menos para el
futuro. Se irán como llegaron, sin pena ni gloria;representan lo malo, lo
inconveniente, el oscurantismo y lo que no queremos para nuestras vidas y
sociedad. Son la negacion de lo que merecemos como país,son el pasado, son la
nada.Los virtualmente salientes no merecen ser reelectos, la historia de sus
malas ejecutorias, complicidades y ominoso silencios ante las iniquidades y
desafueros gubernamentales, así lo demuestra.
El 6D le daremos el cese a sus
funciones y arbitrios y así, Valentina y todos los niños, por la fuerza de
nuestros votos, tendrán la esperanza de crecer y contribuir a la grandeza de
Venezuela !que así sea!
Sigamos la marcha, continuemos en el
esfuerzo de expulsar del poder a quiénes no merecen detentarlo y estar al
frente los destinos del país; pongamos fin a esa descabellada aventura sin
norte y destino. Es el tiempo de la definición y la reafirmación de nuestras
creencias y convicciones. El 6D es el primer paso hacia ese objetivo. Así ha de
ser y así será por Valentina y todos los Valentinas de Venezuela.
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