Junto a Zelaya, el otro gran derrotado en la crisis hondureña es el presidente Chávez
BASTENIER
Aunque Manuel Zelaya vuelva a la presidencia de Honduras un día de éstos, como él pretende, o después de que se elija presidente el 29 de noviembre y con la anuencia del Congreso, como quiere el presidente de facto Roberto Micheletti, la crisis se habrá resuelto con la victoria, quizá a los puntos pero victoria al fin, de la cábala golpista.
El Ejército sacó de la cama a Zelaya el 28 de junio pasaportándole en avión a San José, en lo inmediato porque quería organizar una consulta sobre un futuro referéndum para enmendar la Constitución, que posiblemente no eran, ni una ni otro, constitucionales; pero la razón de fondo era que el presidente estaba llevando el país al chavismo, término que suele pronunciarse como si fuera tan definitivo como tomar los hábitos o un rito iniciático lindante con lo tenebroso. ¿Cómo se gestó ese proceso?
Honduras es el segundo país más subdesarrollado de América, sólo precedido por Haití, y del que dijo el presidente en una ocasión que para poder construir una carretera tenía que pedir un préstamo al Banco Mundial; Zelaya había promovido la adhesión al ALBA -la alternativa bolivariana (chavista) de integración para América Latina-, donde los préstamos son más rápidos y menos onerosos, y a Petrocaribe, que le facilitaba 20.000 barriles diarios de crudo venezolano a precios preferenciales; había elevado el salario mínimo cuando las estadísticas nacionales contabilizan en una población de siete millones un 50% de pobres, de los que una mayoría son indigentes; había pedido perdón por un "programa de limpieza social" perpetrado por el poder en los años ochenta, cuyas víctimas eran mendigos, niños sin techo y vagabundos, entre otros indeseables; y había permitido la venta de la píldora del día después. Con ese abanico de iniciativas se había malquistado con todos los poderes que adornan desde tiempos de la colonia el sistema hondureño.
Pero Zelaya ha tenido que aceptar todo aquello que deja sin efecto su presidencia para poder abandonar la Embajada de Brasil en Tegucigalpa, donde se halla refugiado desde el 21 de septiembre, y ni siquiera así está claro que recupere el cargo. Ha renunciado a seguir promoviendo una revisión constitucional que contemplara la reelección; ha reconocido la validez de las elecciones del 29 de noviembre, que probablemente consagrarán la victoria de su adversario Porfirio (Pepe) Lobo, del Partido Nacional, o, en su defecto, la de su ex vicepresidente Elvin Santos, del Partido Liberal, que tampoco juega a su favor; y el retaco de presidencia que asuma, desprovisto de poder porque tendrá que formar un gobierno de coalición con los dos grandes partidos, se prolongará sólo hasta el 29 de enero, fecha en que deberá dar paso a su sucesor. Y a cambio de ello sólo obtiene una declaración de legitimidad retroactiva de la presidencia a ese 28 de junio en que lo defenestraron, que salva la liturgia democrática y reduce el gobierno de los golpistas a un paréntesis inconstitucional, pero manteniendo todas sus consecuencias. Micheletti habría preferido ahorrarse el regreso incluso pro forma de Zelaya, pero la diplomacia de Barack Obama logró esa victoria menor, que deja, de paso, en el aire la suerte de los que lo derrocaron, si tienen algo o no de que responder ante la justicia.
Y junto a Zelaya el otro gran derrotado es el presidente venezolano, HugoChávez. El líder bolivariano sabía de sobra que su compañero de viaje nunca recuperaría la plenitud del poder, pero podía darse por satisfecho con que se pudriera la situación mostrando al mundo la impotencia de Estados Unidos para solucionar el problema, y seguir, así, castigando el mitigado entusiasmo con que la secretaria de Estado Hillary Clinton defendía el restablecimiento de la democracia en Honduras. Pero, sea porque Zelaya ya no aguantaba más asfixiado en la legación o porque Washington, como se dice, tenía medios para presionarle en relación a supuestos quehaceres de su hijo que estudia en Estados Unidos, firmó el acuerdo de Tegucigalpa.
La Comisión Permanente del Poder Legislativo se reunirá mañana miércoles 4 a fin de considerar una iniciativa del Partido Nacional para convocar al ministro de Relaciones Exteriores, Pedro Vaz.
De acuerdo con un planteamiento que efectuará en la sesión el diputado Jaime Trobo, el canciller deberá dar explicaciones sobre la presencia de los embajadores de Argentina, Cuba y Venezuela en el hotel NH Columbia, donde el Frente Amplio, fijó su cuartel general, la noche del domingo 25 de octubre.
En distintos momentos de aquella noche y según la denuncia del Partido Nacional, los embajadores Hernán Patiño Mayer (Argentina), Carmen Pérez Mazón (Cuba) y Franklin González (Venezuela) se hicieron presentes en la sede frenteamplista a fin de trasmitir su apoyo a la candidatura de José Mujica.
En las horas posteriores a la elección, los blancos también salieron a criticar a la presidenta argentina Cristina Fernández por lo que consideran "una injerencia en asuntos internos" del Uruguay.
"No aceptamos que Cristina Fernández decida quién gobierna en Uruguay. Fue una picardía de Cristina" mostrar en una conferencia de prensa en Buenos Aires dos listas del Frente Amplio al presentar su proyecto de reforma política, dijo a El País el senador Sergio Abreu.
Por este tema también se consultará al canciller Vaz.
El País: "Ayudaremos a Colombia y Venezuela a vigilar su frontera"
Es el hombre más influyente en el entorno del presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, y uno de los artífices del definitivo despegue brasileño en política exterior. De paso por Madrid, invitado por la Fundación Marcelino Botín, Marco Aurélio Garcia insiste en que el liderazgo quiere ser integrador y apunta soluciones para la explosiva situación en la frontera entre Venezuela y Colombia.
Pregunta. ¿Brasil está preparado para asumir el lado oscuro (críticas, mala imagen) de ser un líder mundial?
Respuesta. Tratamos de no asumir esa idea de Brasil como potencia por una cuestión de lo que deben ser las relaciones en nuestra región. Hemos hecho todos los esfuerzos necesarios para que se diluya esa imagen de potencia, aunque eso nos ha creado problemas internos, como cuando no reaccionamos a ciertas actitudes belicosas de Bolivia en relación al gas, o cuando hemos firmado recientemente un acuerdo con Paraguay sobre electricidad.
P. El liderazgo no sólo es cómo se ve uno, sino cómo le ven los demás. Y la percepción es que Brasil es una potencia que empieza a actuar como tal.
R. Brasil ha ganado mucha visibilidad, sin duda, por la personalidad de Lula, y por su diplomacia, pero esencialmente es porque hemos dejado de ser el país del futuro y nos hemos enfrentado a los retos que tenemos delante, especialmente el de la desigualdad. Es muy importante que en Brasil los gobernantes no se emborrachen con los éxitos, porque el país ha estado siempre subiendo y bajando, y eso ha sido siempre un desastre total. Finalmente han comenzado a cambiar las cosas, y eso se percibe.
P. Y por si estuviera poco en la primera línea internacional, Brasil va a ocupar un lugar en el Consejo de Seguridad de la ONU en un momento crucial de éste, sobre todo con el asunto de Irán y la energía atómica.
R. Nuestra posición en ese asunto es insistir en que la energía nuclear iraní debe servir para fines pacíficos y debe existir un control del Organismo Internacional para la Energía Atómica. Pero sobre todo hay que rebajar la tensión. Obama nos ha dicho que le parece importante que conversemos con Irán. A lo mejor los iraníes escucharán de nosotros cosas que de otros no escuchan.
EL PAÍS (MADRID): Los pasos fronterizos entre Colombia y Venezuela, de nuevo cerrados
MAYE PRIMERA
El asesinato de dos funcionarios venezolanos tensa la cuerda entre Caracas y Bogotá
Los pasos fronterizos entre Colombia y Venezuela amanecieron ayer cerrados, nuevamente. La causa ha sido, esta vez, el asesinato de dos guardias nacionales venezolanos el lunes en un punto de control cercano a la población venezolana de Ureña, a pocos metros de la línea que separa ambos países. Un episodio que complica aún más las tensas relaciones entre Caracas y Bogotá, rotas desde agosto pasado, y que el Gobierno venezolano vincula con el reciente asesinato de nueve colombianos en el Estado de Táchira (Venezuela) y con supuestos planes de desestabilización promovidos por grupos paramilitares de Colombia.
Los oficiales, el sargento Gerardo Zambrano y el cabo Senir López, fueron acribillados por la espalda por un grupo de cuatro hombres que se desplazaban en motocicletas. El vicepresidente y ministro de la Defensa deVenezuela, Ramón Carrizález, confirmó ayer que ya fue detenido uno de los supuestos homicidas -un chico de 20 años, de nacionalidad venezolana- y que los otros tres han sido identificados. Lo hizo desde la ciudad fronteriza de San Antonio del Táchira, donde se reunió con un grupo de altos funcionarios del Gobierno, entre ellos el ministro de Interior y Justicia y el director de la policía científica.
DIARIO FINANCIERO: Aumenta la tensión en Brasil por ingreso de Venezuela al Mercosur
En Chile, que tiene el estatus de miembro asociado, algunos critican que el bloque es un tratado insuficiente que no ha sido beneficioso para el país.
La oposición brasileña intentará postergar lo más posible la votación parlamentaria para aprobar el ingreso de Venezuela como estado miembro al Mercado Común del Sur (Mercosur), originalmente prevista para hoy. Pero no sería el único escollo que le queda al presidente Hugo Chávez para ingresar al bloque. También tiene pendiente la aprobación en Paraguay, uno de los países más sensibles en cuanto a legitimidad democrática.
“No podemos aceptar ciertas posiciones del presidente (de Venezuela) HugoChávez y por eso vamos a intentar dificultar la aprobación”, declaró el senador José Agripino Maia, del partido derechista Demócratas (DEM) al diario Folha de Sao Paulo. Según el senador opositor, “se debe pedir aVenezuela aceptar una misión de la Organización de Estados Americanos (OEA) para investigar acusaciones de violaciones a los derechos humanos”.
Analistas consultados por Reuters plantean que la política económica de Venezuela, que incluye la nacionalización de varias industrias, podría socavar la unidad del Mercosur y dañar las negociaciones con la Unión Europea y otros grupos.
El suministro de armas a las FARC generó el conflicto
Fue el pasado julio cuando el Gobierno de Colombia denunciaba que las autoridades venezolanas habían facilitado armamento a la guerrilla colombiana. El presidente Álvaro Uribe revelaba que se había incautado un importante arsenal de armas que originalmente fueron compradas por el Ejecutivo venezolano a Suecia.
En ese momento, las relaciones entre Caracas y Bogotá ya habían comenzado a deteriorarse debido a un acuerdo por el que Uribe autorizaba a Estados Unidos a usar bases militares para operaciones antidroga. Del mismo modo, hace cinco días ambos estados firmaban otro tratado militar para la cooperación que permite a soldados estadounidenses utilizar siete bases de las fuerzas armadas colombianas.
Chávez ha acusado al líder colombiano de espionaje y de querer desestabilizar su gobierno. Según el mandatario bolivariano, "fueron pillados con las manos en la masa buscando información de las milicias venezolanas". El Ejecutivo colombiano desmentía las acusaciones señalando que "no se ha impartido instrucción alguna para que los funcionarios de seguridad se desplacen a territorio venezolano".
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