lunes, 7 de septiembre de 2015

Vienen las vacas flacas
Pedro Pablo Fernández


El libro del Génesis 41 habla de un sueño que tuvo el Faraón de Egipto en el cual veía siete vacas gordas y luego siete vacas flacas que se devoraban a las primeras. El Faraón llamó a José para que interpretara el sueño y este le dijo que Dios estaba mandando un mensaje de que vendrían 7 años en los cuales iba a haber lluvia y los cultivos iban a ser muy ricos, seguidos por 7 años de sequía en los que se produciría muy poco. La recomendación de José fue producir mucho durante los 7 primeros años y almacenar toda la comida que se pudiera para alimentar a la población durante los siguientes 7.
En Venezuela terminaron los años de las vacas gordas y no almacenamos nada. Nos comimos las reservas internacionales, estamos endeudados y no llueven más petrodólares. El precio del petróleo ha caído a niveles preocupantes para una economía que se ha hecho cada vez más dependiente de la renta petrolera. 97% de nuestras divisas provienen del petróleo y las necesitamos para comer, comprar medicinas y la materia prima que necesita la industria para producir.
La sequía de petrodólares empezó y parece que se va a extender en el tiempo.
El precio al cual Venezuela vende su petróleo no depende del nivel de patriotismo de su gobernante de turno sino de la demanda y la oferta y lo que ha tumbado los precios es el crecimiento exagerado de la oferta por encima de la demanda.
Los precios del petróleo subieron por el aumento de la demanda de China e India. Esos precios incentivaron el desarrollo de nuevas tecnologías que han permitido extraer gas y petróleo de esas rocas sedimentarias llamadas esquistos y gracias a eso, Estados Unidos aumentó su producción de 5 millones en 2008, hasta 9,6 millones de barriles diarios.
Pero no solo Estados Unidos, la política de la  Opep de restringir la oferta para mantener los precios estimuló a muchos otros países no Opep a aumentar su producción.
A todo esto hay que agregar la incorporación de pleno de Irán en el mercado petrolero que sumará un millón de barriles más a la sobreoferta.
Para Venezuela, es de vida o muerte que los precios del petróleo se recuperen porque no aprovechamos la época de las vacas gordas para ahorrar. El problema que tenemos es que nuestros socios en la Opep si lo hicieron y se niegan a recortar la producción porque quieren detener el crecimiento de la producción de petróleo de esquistos en Estados Unidos. Siendo los costos de producción del petróleo de esquistos tan altos, Arabia Saudita busca quebrar las compañías petroleras nuevas manteniendo los precios por debajo de sus costos de producción.
La idea de Arabia Saudita es que la explosión petrolera termine siendo una burbuja acompañada con una quiebra masiva de empresas que no puedan sostenerse a esos precios. Hasta ahora estas empresas siguen produciendo y están demostrando una gran flexibilidad para reducir sus costos.
La sobreoferta va a persistir en 2016 porque la demanda tampoco tiene síntomas de crecer de forma significativa. La economía china también es motivo de preocupación para Venezuela. El Fondo Monetario Internacional hace advertencias sobre las repercusiones que puede traer la ralentización de la economía de ese país.
Dependemos de factores que no están bajo nuestro control y tenemos dos amenazas latentes. La primera es que los temores en relación con la economía china se materialicen y provoque una disminución significativa de la demanda de energía a nivel mundial y en segundo lugar, que las empresas estadounidenses, que invierten en nuevas formas de desarrollar el petróleo de esquistos, encuentren diluyentes efectivos que reduzcan significativamente sus costos de producción.
El país se tiene que preparar para enfrentar lo que se nos viene encima. Sacar la economía venezolana adelante va a ser muy difícil. Resolver los desequilibrios va a tener un costo social muy grande.
Un ajuste económico es inevitable. Carlos Andrés Pérez lo intentó por la vía dura y al día siguiente ocurrió el caracazo que sentenció a muerte a ese gobierno antes de empezar. Luego Caldera intentó otro de la mano de Teodoro Petkoff y salió con la popularidad  en el piso y entregándole la banda presidencial a Chávez.  El próximo ajuste se va a dar en unas circunstancias mucho más difíciles. Si no enfrentamos la crisis como nación nadie podrá llevarlo adelante.  


@PedroPabloFR

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