EE UU avala la participación de Irán en las negociaciones sobre Siria
YOLANDA MONGE /ANGELES ESPINOSA
EL PAÍS
El Departamento de Estado norteamericano confirmó este martes que Irán será invitado a participar, por primera vez, en las conversaciones internacionales sobre el futuro de Siria . Un portavoz de la diplomacia estadounidense declinó especificar quién cursaría la invitación a Teherán. “Si vienen o no, dependerá de los líderes iraníes”, añadió. Nada garantiza que la inclusión de Irán en las conversaciones sea suficiente para resolver una guerra civil que ya dura más de cuatro años.
“El objetivo último de todos, y no puedo decir cuántas reuniones más van a ser necesarias, es lograr un acuerdo marco multilateral para una transición exitosa que lleve a un Gobierno no liderado por [el presidente Bachar] El Asad”, explicó John Kirby, portavoz del Departamento. La próxima ronda diplomática comienza mañana en Viena, con el secretario de Estado norteamericano, John Kerry; su homólogo ruso, Serguéi Lavrov, y varios altos cargos diplomáticos europeos y árabes.
Nada garantiza que la mera inclusión de Irán en las conversaciones sea suficiente para resolver el conflicto sirio. Sin embargo, la mayoría de los analistas estima que la salida es mucho menos probable sin su participación. Teherán no sólo ha respaldado con armas y dinero al régimen de Bachar el Asad desde que se iniciaron las protestas en 2011, sino que ha enviado asesores y voluntarios a combatir junto a sus fuerzas frente a los rebeldes, y no distingue radicales y moderados. Además, su movilización del Hezbolá libanés ha sido crucial para evitar el derrumbe de Damasco.
El cambio de dirección en la diplomacia de la Administración de Barack Obama se dejó intuir ya el pasado fin de semana después de que Kerry manifestara su preferencia por contar con Irán en la búsqueda de una solución política para Siria. “Contemplo esta semana como una importante oportunidad para diversos países de poder jugar un papel importante”, declaró Kerry antes de verse en la sede de la ONU con el ministro de Exteriores iraní, Javad Zarif.
A principios de 2014, el Gobierno de Barack Obama impidió que Irán participase en una conferencia de paz sobre Siria alegando, entre otras razones, el papel beligerante que jugaban las Fuerzas Al Quds, los miembros del cuerpo de élite de la Guardia Revolucionaria iraní. A su vez, las autoridades iraníes no aceptaban que el objetivo final de las conversaciones fuera la formación en Damasco de una Administración de transición con el “consentimiento mutuo” de la oposición y el Gobierno.
La postura saudí
Parece improbable que EE UU haya podido tomar la decisión de invitar a Teherán sin contar con Arabia Saudí. De hecho, resulta significativo que casi al mismo tiempo que se filtraba la información se conocía también que el presidente Barack Obama había llamado al rey Salmán para “discutir la situación en la región”. Aunque la breve noticia de la agencia de prensa saudí, SPA, no daba más detalles, muchos observadores han sumado dos y dos.
La víspera fue el monarca saudí quien telefoneó al presidente ruso, Vladímir Putin, para hablar de la crisis siria y las conversaciones a cuatro bandas que ambos países, con EE UU y Turquía, iniciaron en Viena la semana pasada. De momento, Teherán no ha reaccionado a las informaciones sobre su inminente invitación a unirse a las mismas.
A pesar de que en la recta final hacia el acuerdo nuclear firmado con las grandes potencias, el ministro iraní de Exteriores dijo que su país estaba abierto a colaborar con la comunidad internacional para “abordar importantes desafíos comunes”, el ayatolá Ali Jamenei, que como líder supremo tiene la última palabra en Irán, ha descartado recientemente nuevas negociaciones con EE UU. No obstante, tiene interés en el futuro de Siria.
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