FERNANDO OCHOA ANTICH
La abyecta actitud del presidente Maduro al hacer del conocimiento público la ocurrencia de una reunión con dirigentes opositores, sobre la cual había sido acordado mantenerla en secreto, y, además, mentir sobre el contenido de la misma, merecen el más firme rechazo por la opinión pública venezolana. Esa no puede ni debe ser la conducta de un jefe de Estado. Sin embargo, sabemos que su único objetivo es mantenerse en el poder, engañando y persiguiendo a nuestro pueblo. La maniobra política que diseñó y ejecutó, en complicidad con la banda que lo acompaña, tuvo por objetivo tratar de dividir a la MUD y desmoralizar a los venezolanos en su esfuerzo para sostener una decidida lucha que le impida a su gobierno, al Consejo Nacional Electoral y al Tribunal Supremo de Justicia continuar violando la Constitución Nacional y la ley electoral. Es necesario explicar con suficiente detalle los hechos ocurridos para que puedan ser interpretados correctamente y así evitar caer en el juego del oficialismo. La verdad, la única verdad, es que la oposición venezolana tiene una gran oportunidad de lograr, en poco tiempo, un trascendente cambio político que le garantice a Venezuela un genuino régimen democrático y la consolidación de un verdadero Estado de Derecho, con una sociedad en pleno desarrollo. Así lo muestran todos los sondeos de opinión y es la causa del pavor que tienen Nicolás Maduro y la caterva de funcionarios que lo acompañan, de contarse en cualquier elección.
De manera sorprendente, el ex presidente del gobierno español José Luis Rodríguez Zapatero visitó Venezuela en dos oportunidades: una el 30 de septiembre, dos días antes de la Toma de Caracas, y otra, el 5 de septiembre. En la primera oportunidad, tuvo por objetivo conversar con el gobierno y la oposición en la búsqueda de evitar cualquier hecho de violencia durante la multitudinaria marcha. No sé si fue por su gestión ante el gobierno o por otras razones, pero ese día, el oficialismo se abstuvo de provocar incidentes violentos. En la segunda oportunidad, fue llamado por el gobierno nacional sin conocerse, hasta este momento, el motivo, pero no dudo que fue el inicio de la manipulación de Nicolás Maduro y sus colaboradores. Se buscó que Rodríguez Zapatero interviniera, de alguna manera, para convencer a los dirigentes de la oposición de aceptar dar inicio al diálogo con los representantes del oficialismo. Si todo ocurrió como este articulista lo percibe, lo menos que puede hacer el ex presidente del gobierno español es aclarar públicamente la situación surgida o renunciar a sus funciones de mediador. No dudo que hasta la carta del papa Francisco haya también sido utilizada en la jugada. Recuerden que el oficialismo no tiene escrúpulos ni límites morales.
La dirigencia de la MUD asistió a la primera reunión creyendo, de buena fe, que las conversaciones girarían sobre las condiciones logísticas necesarias para que todos los venezolanos pudieran manifestar su voluntad, una vez fijado por el CNE el día para recoger el 20 % de solicitudes para el referendo revocatorio. No fue así. Los dirigentes del PSUV rechazaron que se conversara sobre la realización de dicho referendo durante este año, pero plantearon que iban a consultar con el presidente Maduro para discutir sobre una supuesta agenda que permitiera continuar el diálogo. También sostuvieron que el gobierno solicitaba que las reuniones se mantuvieran en secreto hasta que existiera un acuerdo sobre la agenda. La oposición manifestó, y eso lo saben muy bien los representantes del gobierno, que su único interés era resolver los obstáculos mantenidos por el CNE para retardar el referendo revocatorio este año. En la segunda reunión no se pudo alcanzar un acuerdo sobre la agenda. Los representantes de la MUD mantuvieron que el tema central del diálogo era, en este momento, el referendo revocatorio este año. Los representantes del gobierno mantuvieron que para ellos había que negociar la solución de los grandes problemas nacionales.
La tercera reunión no ocurrió. Los representantes del gobierno no asistieron. La maniobra se hizo pública. Diosdado Cabello, posiblemente de manera independiente, señaló que en el diálogo que se estaba iniciando no se iba a discutir sobre el referendo revocatorio 2016. En una entrevista con Fernando del Rincón en CNN, Jesús Chúo Torrealba manifestó que Diosdado Cabello había intentado sabotear la reunión porque no había sido invitado. Eso es posible, tengo de Torrealba un elevado concepto. De todas maneras mi hipótesis ha empezado a tomar fuerza. El objetivo de la aviesa maniobra de Maduro buscaba debilitar la presión popular sobre el Consejo Nacional Electoral para evitar que conceda el número de máquinas necesarias, no mejore su ubicación y, al contrario, establezca inconstitucionalmente la descabellada propuesta de la rectora Socorro Hernández, de exigir la recolección del 20% de las firmas por estado. El éxito alcanzado por la oposición desde las elecciones parlamentarias solo puede consolidarse si los venezolanos reconocen y respaldan al liderazgo de la MUD, no se dejan engañar por la indecorosa maniobra del gobierno, aceptan las explicaciones aportadas por la MUD en su comunicado, respetan la unidad ante cualquier circunstancia y no olvidan que su objetivo es lograr, en el menor tiempo posible, un cambio político por medios pacíficos, constitucionales y democráticos; que nos proporcione la paz y prosperidad anhelada.
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