Llueve sobre mojado”
La crisis, que abarca todos los órdenes se agrava, y en especial la situación económica. Las medidas para solucionarla cada una una es peor que la otra, es como “llover sobre mojado”. Las consecuencias para el país son desastrosas. Un estudio reciente señala que 300 negocios bajan diariamente la santamaría, y en lo que va de año se han perdido 400 mil empleos. Son 400 mil hogares que vienen a engrosar al contingente que no tiene como cubrir sus necesidades básicas, que está pasando hambre.
En el campo, apenas se produce 30% de lo necesario para el consumo, ya que las miles de hectáreas, expropiadas, confiscadas, están si producir. Rubros como la carne, la leche, el maíz, el arroz, para citar algunos donde éramos autosuficiente y hasta exportadores, hoy presentan déficits verdaderamente alarmantes. Aumenta el desabastecimiento, la escasez, las colas, la inflación y el bachaqueo. La mortalidad infantil también crece y el porcentaje de venezolanos que solo hace una comida diaria se acerca al 40%, y con ello están comprometidas las nuevas generaciones.
Pero un dato adicional, al cual no se le ha dado mayor importancia, es el cambio de actitud del gobierno chino a Venezuela. La deuda contraída alcanza a los 60 mil millones de dólares y los incumplimientos de lo pautado, en esa relación privilegiada que Venezuela había alcanzado con China, ha encendido las alarmas. Centenares de técnicos chinos están siendo trasladados a Colombia dado que los proyectos que sirvieron de base a esos préstamos no se cumplen porque están siendo cancelados en Venezuela y puestos en marcha en el vecino país. Retirado el apoyo chino, entra Rusia para darle suministro de hidrocarburo a Cuba, ya que Venezuela disminuye la producción y las últimas cotizaciones del barril de petróleo se mueven alrededor de 38 dólares.
La situación es cada día más intolerable, al lado de la corrupción está la ineficacia, y como gran telón de fondo un modelo económico fracasado. La experiencia vivida nos indica que cada crisis tiene soluciones originales, pero lo real es que ningún país puede vivir eternamente en una situación como ésta.
A la MUD hay que rodearla y levantar la mirada hacia un movimiento que va más allá de ella, es la unidad nacional y un gobierno de transición, también de unidad nacional. Salvar a Venezuela es la prioridad, un gran esfuerzo de unir a los venezolanos y conquistar la democracia y el progreso, dejando atrás la barbarie a que nos ha sometido un grupo de fanáticos, corruptos e incapaces.
Almagro, la OEA y la Cumbre
Pompeyo Márquez
Luis Almagro Secretario General de la OEA escribió para El Nuevo País el 13/9/16 sobre los 15 años de la carta democrática. Es un canto en defensa de la democracia, de los derechos humanos y del progreso. En ese artículo se refiere al procedimiento a seguir para aplicar la Carta Democrática Interamericana y las experiencias anteriores en que se planteó la necesidad de este instrumento, y citamos: “La inspiración y guía de la CID es permanente. Debe ser usada, cual brújula que nos señala el camino correcto y nos marca las diferentes etapas de este recorrido. Así fue como se aplicó en crisis anteriores, como la de Venezuela en 2002, frente al intento de golpe contra Chávez, y en Honduras en 2009 ante el derrocamiento ilegal de Manuel Zelaya.”
La OEA está comprometida a hacer respetar sus tratados y entre ellos aquel que obliga a todos los Estados miembros a cumplir con las reglas fundamentales de la democracia. Quince países han suscrito un documento donde piden al Consejo Permanente discuta el extenso y pormenorizado informe que el Secretario General de la Organización presentó hace unos meses, y de acuerdo con los especialistas en la materia, eso significa que se entró en un proceso de estudio y debate colectivo para la aplicación de las sanciones previstas en la CID. Como se puede constatar, los ojos del mundo democrático están puestos sobre Venezuela, y la crisis profunda por la que atraviesa el país.
En esa dirección, el respaldo que ha tenido la exigencia del Referendum Revocatorio como una salida pacífica y electoral a la crisis es demasiado importante. El Cardenal Urosa le pide al CNE que no siga postergando la fecha para la recolección del 20% de las firmas, y Maduro y el CNE se burlan del Papa Francisco, de la Conferencia Episcopal Venezolana y de la mayoría de nuestros compatriotas. Es una burla intolerable.
El fracaso de la reciente cumbre de Margarita, donde al final un grupo de dictadores bañados en sangre de sus pueblos fueron lo que concurrieron: la cifra es elocuente, de 120 países apenas 11 asistieron, con muy pocos presidentes y con un despilfarro de recursos donde se repartían dólares, comida, pasajes como si fuera papelillo en tiempos de carnaval. Los habitantes de la isla fueron sometidos a todo tipo de humillaciones y persecuciones y como lo dice el comunicado de la MUD.
En tan vital materia como es la integración económica en la subregión latinoamericana, Venezuela con un nuevo gobierno ejercería la Presidencia protempore de Mercosur y revitalizaría a un organismo que tiene que definir las tareas del momento, porque lo otro, el movimiento de no alineados, no pasa de ser un anacronismo.
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