EDUARDO FERNANDEZ
Se agotan las palabras y los adjetivos para describir la catástrofe que ha producido el llamado “socialismo revolucionario” sobre Venezuela. Es difícil describir el daño inconmensurable y el sufrimiento que han padecido Venezuela y los venezolanos como consecuencia de esta presunta revolución: daño político, económico, social, moral y cultural.
No es extraño, por tanto, que la mayoría de los venezolanos nos pronunciemos a favor de un cambio de gobierno. Anhelamos un nuevo gobierno con características radicalmente distintas a las del actual gobierno.
Queremos un gobierno capaz de restaurar la democracia en nuestro país, la vigencia del Estado de derecho, el respeto a la Constitución, la libertad de los presos políticos, la reconciliación de los venezolanos y el establecimiento de un clima de respeto y armonía entre todos.
Un gobierno que sea capaz de resolver la terrible crisis económica que estamos sufriendo los venezolanos desde hace unos cuantos años. Crisis económica que se manifiesta en inflación, alto costo de la vida y desabastecimiento de alimentos y de medicinas. Crisis económica que resulta difícil de entender cuando se piensa en los inmensos recursos fiscales de los que dispuso el país cuando el petróleo subió a más de cien dólares por barril y cuando se reflexiona acerca del formidable potencial de recuperación que tiene la nación venezolana.
Un gobierno nuevo que atienda eficazmente el drama de la pobreza. Drama que afecta a la mayoría de las familias venezolanas, que se traduce en hambre y desesperación para la mayoría de los ciudadanos.
Ese nuevo gobierno debe ser un gobierno de unidad nacional, que cuente con la fuerza necesaria para poder tomar las medidas que deben tomarse para reactivar la economía.
Necesitamos un gobierno que nos permita recuperar el derecho a la esperanza, a confiar en un futuro mejor para nuestros hijos y para nuestro país. No queremos más violencia. No queremos más represión. Queremos construir entre todos un país del cual podamos sentirnos orgullosos todos.
Venezuela fue siempre un país de inmigración. Gente de las más variadas latitudes. Vinieron a Venezuela para encontrar oportunidades y futuro. Hoy, los nietos de aquellos inmigrantes están buscando la manera de emigrar de Venezuela, de buscar nuevas y esperanzadoras realidades.
¡Ya basta del mal gobierno! Es el momento de buscar entre todos la posibilidad de lograr un cambio pacífico, democrático y armonioso que abra las puertas para un futuro mejor. Otros países lo han logrado. Nosotros, los venezolanos, también veremos el amanecer de un nuevo gobierno y de una nueva esperanza.
Eduardo Fernández
@EFernandezVE
No es extraño, por tanto, que la mayoría de los venezolanos nos pronunciemos a favor de un cambio de gobierno. Anhelamos un nuevo gobierno con características radicalmente distintas a las del actual gobierno.
Queremos un gobierno capaz de restaurar la democracia en nuestro país, la vigencia del Estado de derecho, el respeto a la Constitución, la libertad de los presos políticos, la reconciliación de los venezolanos y el establecimiento de un clima de respeto y armonía entre todos.
Un gobierno que sea capaz de resolver la terrible crisis económica que estamos sufriendo los venezolanos desde hace unos cuantos años. Crisis económica que se manifiesta en inflación, alto costo de la vida y desabastecimiento de alimentos y de medicinas. Crisis económica que resulta difícil de entender cuando se piensa en los inmensos recursos fiscales de los que dispuso el país cuando el petróleo subió a más de cien dólares por barril y cuando se reflexiona acerca del formidable potencial de recuperación que tiene la nación venezolana.
Un gobierno nuevo que atienda eficazmente el drama de la pobreza. Drama que afecta a la mayoría de las familias venezolanas, que se traduce en hambre y desesperación para la mayoría de los ciudadanos.
Ese nuevo gobierno debe ser un gobierno de unidad nacional, que cuente con la fuerza necesaria para poder tomar las medidas que deben tomarse para reactivar la economía.
Necesitamos un gobierno que nos permita recuperar el derecho a la esperanza, a confiar en un futuro mejor para nuestros hijos y para nuestro país. No queremos más violencia. No queremos más represión. Queremos construir entre todos un país del cual podamos sentirnos orgullosos todos.
Venezuela fue siempre un país de inmigración. Gente de las más variadas latitudes. Vinieron a Venezuela para encontrar oportunidades y futuro. Hoy, los nietos de aquellos inmigrantes están buscando la manera de emigrar de Venezuela, de buscar nuevas y esperanzadoras realidades.
¡Ya basta del mal gobierno! Es el momento de buscar entre todos la posibilidad de lograr un cambio pacífico, democrático y armonioso que abra las puertas para un futuro mejor. Otros países lo han logrado. Nosotros, los venezolanos, también veremos el amanecer de un nuevo gobierno y de una nueva esperanza.
Eduardo Fernández
@EFernandezVE
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