LA OPINIÓN DE POMPEYO
La situación ha llegado a un punto en que a la cúpula corrupta que se mantiene en el poder pareciera no importale darle un baño de sangre a Venezuela, –suman 29 muertos en 26 días de protestas–, ni les importa el porvenir del país y mucho menos los sufrimientos de la inmensa mayoría de nuestros compatriotas.
Ante una crisis económica que ha derivado en hambrunas colectivas no piensan en tomar medidas aún cuando sea para aliviar la dramática situación. En su Reporte Global de Crisis Alimentarias 2017, la FAO señala que el “empeoramiento de la situación económica en Venezuela puede causar una severa escasez de bienes de consumo, incluyendo comida y medicina.” Son tres años en recesión económica y dos con inflación de tres dígitos.
Nuestro pueblo ha demostrado, el particular con la mega marcha del 19 de Abril, que no está dispuesto a soportar pasivamente las violaciones a la Constitución, el atropello a los derechos ciudadanos hasta el punto de burlarse de las instrucciones de la Fiscal General de la Nación. Un organismo represivo como el SEBIN, –que no es exagerado decir que está superando con creces a la “Seguridad Nacional” de Pedro Estrada–, desconoce las órdenes de libertad dictadas por los tribunales a favor de un grupo de presos políticos y por tanto no acata la autoridad del poder judicial al mantener en prisión a centenares de ciudadanos literalmente secuestrados, a quienes se le desconoce los más elementales derechos ciudadanos. Es tal la violación de los derechos ciudadanos que ha pasado a ser la peor crisis de derechos humanos en toda América.
El curso de la lucha ha ido clarificando los objetivos mínimos e inmediatos. La mayoría de nuestro pueblo, a pesar de la represión más brutal, ha manifestado de mil maneras su voluntad indeclinable de un cambio político, de salir de este régimen y conquistar, mediante el ejercicio del derecho del voto, un gobierno respetuoso de la Constitución que gobierne para todos los venezolanos en paz.
Se puede afirmar con toda propiedad que es la inmensa mayoría la que quiere el cambio político. Cuando el 90% de los encuestados señala que la situación es mala y va para peor se confirma que hay un porcentaje importante de los denominados “chavistas” que no comparten los métodos de gobernar de Maduro, quien para colmo del cinismo vuelve a hablar de diálogo y de elecciones. Nadie le cree. La Unidad en la lucha debe continuar hasta lograr la victoria. ¡Sí se puede!
Lecciones del 19 de abril
Las jornadas adelantadas a partir de la mega marcha del 19 de Abril y el Plantón del 24A arrojan enseñanzas que tienen que ser consideradas en esta nueva etapa de la lucha por conquistar democracia y libertad, detener la hambruna y abrirle a nuestro pueblo nuevas oportunidades para alcanzar una calidad de vida decente.
A diferencia de 1957, – cuando la lucha contra la dictadura perezjimenista se circunscribió principalmente a la zona metropolitana– las jornadas de protestas de hoy se están librando en cada rincón de nuestra patria coordinadas por los organismos unitarios de la disidencia para salir del dictador y sus secuaces y lograr un clima de convivencia pacífica donde nos respetemos todos, sin importar creencias políticas o religiosas.
Es un digno ejemplo la forma como todas las religiones, desempeñando papel protagónico la iglesia católica, se han unido para cobijarnos en la Constitución vigente y coexistir en un régimen democrático, de libertades, de oportunidades para todos, y en particular en estos momentos, detener la hambruna que carcome los estómagos de niños y ancianos y que ha llegado al extremo de provocar muertes innecesarias solo por carencia de alimentos, de medicamentos, de atención médica oportuna. Urgen medidas que puedan solventar esa crisis humanitaria que acogota a la inmensa mayoría de un pueblo que está dispuesto a arriesgar la vida y la libertad con tal de lograr el cambio político que implique la salida de Maduro, de su régimen, de su modelo económico y de sus malvados métodos epresivos, aplicados a través de organismos de seguridad del régimen en complicidad con las bandas armadas de la coalición de gobierno que ya han cobrado 22 víctimas en apenas 24 días de protesta, contados hasta el momento de escribir este comentario el 24A.
En el curso de la lucha se han ido perfilando los objetivos prioritarios en torno a los cuales nuclearnos con un sentido de Unidad Nacional, y con un objetivo que es el salvar a Venezuela de este terrible drama a que lo ha sometido una dictadura que después de 18 años de desgobierno pretende perpetuarse en el poder.
Nunca como hoy queremos un gobierno que gobierne para todos y que tenga como prioridad sacar a Venezuela de esta profunda crisis. Es una abrumadora mayoría que quiere y reclama ese cambio y que le asigna a la dirección política grandes responsabilidades, entre las cuales debemos mencionar nuevas iniciativas que garanticen la presencia activa de esas multitudes en la calle, y con el apoyo de la solidaridad internacional, conquistar una Venezuela democrática y en libertad. Un pueblo unido, con objetivos claros y una dirección consecuente y firme, es invencible.
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