Adolfo Salgueiro
El naciona, Diciembre 19, 2009
Los excesos se desbordan. Sigan así que van hacia el precipicio y caerán al abismo
Culmina otro año en el que la capacidad de sorpresa ya está agotada porque a cada momento recibimos muestras de que lo insólito se ha convertido en lo cotidiano.
No conocemos a la juez Afiuni ni tenemos razón alguna para opinar acerca de su idoneidad o probidad. Tampoco tenemos versación en materia de procedimiento penal como para saber si en el caso Cedeño se cumplieron o no los extremos de ley. Lo que sí sabemos por natural intuición y por cuatro décadas de docencia en una Facultad de Derecho es que las decisiones de los jueces están sujetas a apelación ante el superior; también sabemos que los jueces maulas están sujetos a procedimientos disciplinarios dentro del seno del propio Poder Judicial con garantía de debido proceso, defensa, presunción de inocencia, etc.
opinan los foristas
Esta semana nos vinimos a enterar que las decisiones de los jueces pueden ser objetadas por el Poder Ejecutivo a través de su policía política (Disip) que en el plazo de veinte minutos de dictada la orden de juzgar a Cedeño en libertad procedió a hacer presos a la juez, los alguaciles y hasta el gato del tribunal. Todo ello sin contar que Júpiter ya “sugirió” la pena que debiera aplicársele a ella y a todos quienes hagan cosas que a él no le parecen.
Otro exabrupto casi normal ya es la institución del 27 de noviembre como nuevo “Día de la Aviación Militar” fecha en la que se conmemora el día en que unos oficiales del arma aérea cometieron el delito de rebelión militar, protagonizaron combates sobre el cielo caraqueño, mataron un poco de gente, secuestraron un avión de transporte y huyeron al Perú donde pidieron y obtuvieron asilo. Entonces -cuando Perú daba asilo a insurrectos- era bueno; hoy que lo otorga a demócratas es malo!
Otro más: el crimen del estudiante en San Cristóbal. Ahora acusan a la policía del Táchira por no haber podido controlar la manifestación cuando fue el gobierno nacional quien despojó de sus armas al cuerpo dejándolo tan solo con sus rolos y algo de persuasión. Nada de “gas del bueno” como el que usan los cuerpos adeptos al gobierno central.
Otro: la noche del martes en entrevista del programa Contragolpe por VTV la diputada Iris Varela -cuya mesura verbal y pacifismo son proverbiales- afirmaba la necesidad de reformar el Código Penal para “adecuarlo a los nuevos tiempos”. Nada dijo de convocar expertos, abrir foros o discusiones etc. Presumimos pues que será el docto criterio de la Dra. Varela el que se encargará de la interpretación de cuáles son los “nuevos tiempos” y la normativa penal adecuada para ellos. Con ese mismo Código será usted juzgada señora Diputada.
Otra: Chávez estuvo en Buenos Aires y firmó 285 nuevos convenios con la señora Cristina Kirchner. ¿Qué tantas cosas habrá que hacer en conjunto? Supimos de uno de ellos: ¡que una empresa privada argentina vendrá a decorar el Hotel Humboldt! ¿Se precisaría de un acuerdo entre jefes de Estado para eso? ¿No sería suficiente un e-mail y una contratación privada?
En fin, los excesos se desbordan. Sigan así que van hacia el precipicio y caerán al abismo. ¡Lástima por los pendejos que tendremos que pagar la cuenta!
Culmina otro año en el que la capacidad de sorpresa ya está agotada porque a cada momento recibimos muestras de que lo insólito se ha convertido en lo cotidiano.
No conocemos a la juez Afiuni ni tenemos razón alguna para opinar acerca de su idoneidad o probidad. Tampoco tenemos versación en materia de procedimiento penal como para saber si en el caso Cedeño se cumplieron o no los extremos de ley. Lo que sí sabemos por natural intuición y por cuatro décadas de docencia en una Facultad de Derecho es que las decisiones de los jueces están sujetas a apelación ante el superior; también sabemos que los jueces maulas están sujetos a procedimientos disciplinarios dentro del seno del propio Poder Judicial con garantía de debido proceso, defensa, presunción de inocencia, etc.
opinan los foristas
Esta semana nos vinimos a enterar que las decisiones de los jueces pueden ser objetadas por el Poder Ejecutivo a través de su policía política (Disip) que en el plazo de veinte minutos de dictada la orden de juzgar a Cedeño en libertad procedió a hacer presos a la juez, los alguaciles y hasta el gato del tribunal. Todo ello sin contar que Júpiter ya “sugirió” la pena que debiera aplicársele a ella y a todos quienes hagan cosas que a él no le parecen.
Otro exabrupto casi normal ya es la institución del 27 de noviembre como nuevo “Día de la Aviación Militar” fecha en la que se conmemora el día en que unos oficiales del arma aérea cometieron el delito de rebelión militar, protagonizaron combates sobre el cielo caraqueño, mataron un poco de gente, secuestraron un avión de transporte y huyeron al Perú donde pidieron y obtuvieron asilo. Entonces -cuando Perú daba asilo a insurrectos- era bueno; hoy que lo otorga a demócratas es malo!
Otro más: el crimen del estudiante en San Cristóbal. Ahora acusan a la policía del Táchira por no haber podido controlar la manifestación cuando fue el gobierno nacional quien despojó de sus armas al cuerpo dejándolo tan solo con sus rolos y algo de persuasión. Nada de “gas del bueno” como el que usan los cuerpos adeptos al gobierno central.
Otro: la noche del martes en entrevista del programa Contragolpe por VTV la diputada Iris Varela -cuya mesura verbal y pacifismo son proverbiales- afirmaba la necesidad de reformar el Código Penal para “adecuarlo a los nuevos tiempos”. Nada dijo de convocar expertos, abrir foros o discusiones etc. Presumimos pues que será el docto criterio de la Dra. Varela el que se encargará de la interpretación de cuáles son los “nuevos tiempos” y la normativa penal adecuada para ellos. Con ese mismo Código será usted juzgada señora Diputada.
Otra: Chávez estuvo en Buenos Aires y firmó 285 nuevos convenios con la señora Cristina Kirchner. ¿Qué tantas cosas habrá que hacer en conjunto? Supimos de uno de ellos: ¡que una empresa privada argentina vendrá a decorar el Hotel Humboldt! ¿Se precisaría de un acuerdo entre jefes de Estado para eso? ¿No sería suficiente un e-mail y una contratación privada?
En fin, los excesos se desbordan. Sigan así que van hacia el precipicio y caerán al abismo. ¡Lástima por los pendejos que tendremos que pagar la cuenta!
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