E. DE RIVAS
ABC
Donald Trump tiene todas las miradas puestas sobre él estos días, especialmente dentro del territorio estadounidense, donde ha tomado gran protagonismo a raíz de la celebración del Supermartes. El candidato a la nominación republicana a la Casa Blanca ha quedado como el máximo favorito, incluso pese a los intereses de su propio partido.
Podríamos definir al magnate americano como un hombre peculiar, radical y dispuesto a no callarse sus ideas por muy polémicas que puedan parecer, algo que ya hacía antes de ganar las primarias en la mayoría de los estados. Está en el punto de mira de todos y no le tiembla la voz por ello. También en el foco de la prensa, algo que ha aprovechado la revista «Time» para sacar al candidato en la portada de su último número. Por lo visto, no será precisamente su personaje del año.
«Bully, showman, party crasher, demagogue» («matón, 'showman', aguafiestas, demagogo»). Así califica la publicación al favorito para competir con Hillary Clinton –si se cumplen las quinielas– por ocupar el despacho oval de la Casa Blanca a partir de 2017. Eso sí, la revista no apuesta por él como ganador en esas teóricas elecciones presidenciales, ya que deja en blanco la casilla de «45º presidente de Estados Unidos».
Hasta el momento, Trump acumula ofensas para todos los colectivos. Incluso el Papa Francisco ha sido víctima del polémico candidato, sobre el que aseguró que no entendía «los problemas» que tenía Estados Unidos, en relación a la frontera con México. Fue tras la visita del Santo Padre al país, tras el cual el Pontífice cuestionó la fe cristiana del candidato si pensaba únicamente en construir muros.
Ese proyecto se trata de una de las bases principales de su programa. Una gran separación entre México y Estados Unidos evitaría, según él, la llegada masiva de inmigrantes al país. Un muro que, además, pretende que pague el Gobierno mexicano, algo que tanto republicanos como demócratas califican como «populista».
El problema, para él, no terminaría eliminando la inmigración mexicana, sino que también habría que eliminar el principio constitucional que otorga la ciudadanía americana a cualquier persona que ha nacido en suelo estadounidense. Propuestas, como poco, polémicas que han puesto al candidato en el punto de mira.
«Time» no es la única publicación que se ha posicionado en contra de la candidatura de Trump. «The Huffington Post» ha mostrado en varias ocasiones su descontento con el magnate, al incluir una nota al final de las noticias políticas que tuvieran que ver con él. «Nota para nuestros lectores: Donald Trump es un mentiroso en serie, xenófobo rampante, racista, misógino y abusador, que ha prometido repetidamente que prohibirá la entrada a Estados Unidos a todos los musulmanes».
El «New York Daily News» mostró en su portada del 9 de febrero una imagen del candidato con la frase «Nuestra nación está condenada si un payaso llama a 'marica' a un oponente en público». Lo completaron con una imagen de Donald Trump en primera página al día siguiente pintado como un payaso.
Además, varias cadenas de televisión han roto relaciones con él y su grupo empresarial. Famoso fue el conflicto con la cadena Univisión, que canceló la emisión del concurso de Miss Estados Unidos, producido por una compañía suya, tras los comentarios realizados sobre México. El magante amenazó con interponer una demanda por faltar al contrato.
La cadena NBCUniversal también ha puesto problemas para continuar con el programa «Celebrity Aprentice», que conducía el millonario americano, al igual que una productora de Carlos Slim, que ha roto relaciones con las compañías de Trump.
No hay comentarios:
Publicar un comentario