Situación peligrosa
Así fue calificada la profunda crisis venezolana por la MUD. Por su parte, Duque Corredor, Arteaga y juristas del Bloque Democrático, junto con 20 colegios de abogados del país y ONGs como el Foro Penal Venezolano, constituyeron una plataforma para la defensa de la Constitución. La alarma la motiva los insistentes rumores que recogen información confidencial procedente del tribunal supremo de justicia y su sala constitucional, la principal violadora de la Constitución de acuerdo con las órdenes que les imparten desde Miraflores, como es el caso del presupuesto y las intenciones de anular el Referendum Revocatorio.
Desde 1830 la aprobación del proyecto de presupuesto anual que debe regir la administración pública es potestad del parlamento. Así lo establecen todas las Constituciones, incluidas aquellas fruto de la arbitrariedad como las de los Monagas, Guzmán Blanco, Gómez y Pérez Jiménez. No es una exageración afirmar que vivimos un régimen de facto donde no hay separación de poderes.
A la aprobación del presupuesto por decreto ley (¡porque me da la gana!), se suma la detención arbitraria de más de 100 presos políticos a los que no solo se les violan sus derechos ciudadanos, sino que se les da un trato inhumano al no tomar en consideración el estado de salud de más de 40 de ellos.
Ya Maduro se quitó la careta por completo y llega a decir en una forma jaquetona y cínica que lo que está haciendo es cumpliendo con la Constitución. La MUD y la disidencia en general está actuando como debe ser: enfrentar con firmeza y coraje a esta camarilla gobernante que pretende perpetuarse en el poder al margen de la Constitución, barriendo con toda institucionalidad, convirtiendo al tsj y al cne en organismos que solo hacen lo que les ordena Maduro.
La peligrosidad radica entonces en que negar la consulta electoral, continuar las arbitrariedades contra el poder Legislativo y anular el revocatorio, pondría a Venezuela a caminar en el filo de un machete, y el Ejecutivo será responsable de la violencia, del derramamiento de sangre, que sería lo peor que le podría suceder a nuestra patria.
La MUD ha delineado la jornada de los días 26, 27 y 28 de octubre cuando en forma clamorosa avanzaremos hacia la revocatoria del mandato de un presidente, de su régimen y del modelo político-económico, que no es otra cosa que una sarta de disparates que ha colocado a la República en una triste situación de pobreza y de hambre.
El futuro de Venezuela
“Los necios dicen lo que piensan, los sabios piensan lo que van a decir.”
Las jornadas a las que convoca la MUD y la disidencia en general para el 26, 27 y 28 de octubre 2016, no son un acto administrativo ni una elección “normal”. En esos días la movilización de millones de venezolanos para estampar su firma por el RR a Maduro va a definir el curso de la vida de 30 millones de compatriotas. Está en juego la paz de la República.
Se ha conformado un movimiento de Unidad Nacional que tiene como principal objetivo hacer cumplir la Constitución donde se establece que Venezuela es y será democrática para siempre. Desde nuestra óptica Venezuela no ha vivido en democracia, es toda una escalada dictatorial que ubica a los mandamás como parte de una cúpula que gobierna de factum, al margen de toda legislación y de los derechos civiles y políticos, con el más absoluto irrespeto a los derechos humanos. Nunca como hoy tienen validez las palabras de Unamuno: Podrán imponerse por la fuerza pero no convencen porque les falta la razón.
Factores claves para conquistar la victoria son una política de gran amplitud que incluya a todos los venezolanos sin exclusión, organizar a esa aplastante mayoría que se expresó el 6-D2016 y el 1ºSept-2017.
Como hemos referido en otras oportunidades, entre las diferencias que se pueden anotar entre la situación actual y el 23 de enero de 1958, la Junta Patriótica y la unidad cívico-militar, hay varias, pero queremos destacar que el 23 de enero del 58 fue una jornada metropolitana, con huelga de prensa y huelga general en la zona metropolitana, mientras que el resto del país estaba al margen. Hoy la situación es distinta; existe el convencimiento de que nadie por sí solo es capaz de derrotar la represión y conquistar la democracia, y así mismo, la movilización es a escala nacional.
La acción se realiza bajo una dirección única y se multiplica la idea de revocar el mandato de Maduro quien se ha colocado al margen de la Constitución y de las leyes, y la designación de un gobierno de transición que concluya el presente periodo presidencial. Ese gobierno tendría que adoptar medidas urgentes consensuadas haciendo el esfuerzo de la participación de todos aquellos que colocamos el salvar a Venezuela por encima de cualquier otro interés.
Y preparar unas elecciones libres con un nuevo poder electoral y un nuevo TSJ que cumpla con los requisitos pautados por la Constitución y las leyes respectivas para su integración, unas elecciones donde no predomine el ventajismo oficial, la represión, la utilización del aparato del Estado por el partido de gobierno, y donde se puedan asumir sus resultados como la verdadera opinión de los electores que dará paso a un nuevo mapa a político en el cual habremos de convivir todos.
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